Capitulo 6

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Ya estaba lista.

Me encontraba sentada en el sofá de la sala, me había puesto un vestido rojo, no tan largo y con un escote no tam grande. Tenía una pequeña abertura en la espalda y un bello moño en la parte de atrás.
Acompañado de unos tacones negros, algo altos con un moño también. Llevaba el cabello suelto, y me maquillé sólo con un pequeño delineado y lápiz labial rojo también.

Sonó la puerta.

Fui a abrirla, llevando ya el pequeño bolso que contenía maquillaje, mi celular y las llaves de mi casa.
Heechul al verme, sonrió mostrando sus lindos y perfectos dientes.

-Hola pequeña, ¿ya estás lista?-.
-Sí oppa, lo estoy. Vámonos.- Sonreí también y salí de la casa, cerrando la puerta detrás de mí.

-Te ves casi tan bien como yo-. Me dijo cuando ibamos caminando hacia la entrada del restaurant.
-Intentaré algún día verme tan bien como tú-.  Seguí con la broma, ríendo después de decir aquello. Entramos al lugar y una señorita nos guió hasta una mesa para dos, junto a la terraza. Si que tenía razón, el lugar era definitivamente hermoso.

Pasaron dos horas cenando y hablando, cada vez me gustaba más.
Su sonrisa me encantaba, sus ojos me dejaban ver su alma y sus labios me pedían a gritos que los besara.
Era simplemente perfecto para mí.

Terminamos de cenar y fui a conocer a su abuelo, era un señor admirable, se notaba que la experiencia le había dejado muchas huellas en su camino.

Me llevó  a mi casa y pasaron unos minutos, hasta que me dijo que se tenia que ir.
Salimos hasta la puerta.
-Gracias por la cena, me encantó todo-.
-No fue nada pequeña-. Sonrió y acaricio mi mejilla.
Nos vimos a los ojos unos minutos, y poco a poco nos fuimos acercando, hasta que quedamos sólo a unos centímetros de distancia.

-Lo siento, no resisto más-. Murmuró contra mis labios y sentí su fresco aliento chocar contra ellos.
Luego pasó. Me besó.

Fue un beso suave, sin prisa. Nuestros labios se movían juntos y eran perfectos el uno para el otro, como nosotros.
Mantuvimos ese perfecto beso por unos minutos, hasta que el aire nos faltó y nos separamos.

-Hasta mañana, pequeña-.

Me dijo, antes de irse.

El precio de amar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora