-Absolutamente no.-dice Jun descontento.-Ella solo lleva dos semanas, la cortarás en pedazos.
En respuesta, Katze se encoje de hombros, dejando su que su despreocupada sonrisa satisfecha aumente en su rostro. Sus dedos se mueven contra su pierna y casi los siento en mi piel.
-¿Y qué si lo hace?-veo el destello de su abuela la Pantera en los ojos-Los curanderos están aquí. No habrá ningún daño. Además si va a entrenar con nosotros mejor será que lo haga correctamente.
No habrá ningún daño.
No habrá ningún daño si exceptuamos que los curanderos puedan ver mi sangre extraña.
El latido de mi corazón se acelera con cada segundo. Por encima, las luces brillan iluminando la arena. Mi sangre será difícil de ocultar a los curanderos. No se que ocurrirá si alguien que no deba se entera de mi mentira.
-Me gustaría observar durante un tiempo antes de entrar al combate, si no te molesta.-trato de sonar exactamente igual que Jun me ha enseñado, pero mi voz tiembla. Ella lo nota.
-Demasiado asustada para luchar.-se burla. Un cuchillo aparece ni siquiera se de donde en su mano, declarando una amenaza abierta.-Pobre chica energética.
Quiero gritar. Sí, estoy asustada. Muy asustada. Pero nadie en las casas altas admitiría eso. Las casas altas tienen su orgullo, su fuerza y nada más.
-Cuando peleo, tengo la intención de ganar-digo en cambio, devolviendole las palabras.-No soy tonta Katze, aun no puedo ganar.
-Entrenar fuera de la arena solo te llevará hasta un punto, Lady Horizont.-ronronea ella, aferrándose a mi mentira con regocijo.-¿No está de acuerdo instructor?¿Como puede esperar ganar alguna vez si no lo intenta?
Rene sabe que hay algo diferente en mí. Sé que puede notarlo, sabe que jamás he dormido por casi dosciemtos años. Aún así, no sabe que soy, y veo el brillo de la curiosidad en su mirada. Mai y Jun intercambian miradas preocupadas. Leander, que recién sale de la arena, observa la escena preocupado. Supongo que puede sentir mi turbación, porque creo ver que su cara se transforma en la de mi padre, una figura siempre tranquilizadora para mí.
¿Es que la reina no predijo esto? ¿No sabia que esto pudiera pasar?
O tal vez es a esto a lo que me he estado dirigiendo todo el tiempo. Una muerte accidental en un entrenamiento. Otra mentira que puede tapar la reina, una muerte apropiada para una chica que no pertenece. Una trampa a la que he entrado voluntariamente.
El juego habrá terminado.
-Lady Loyal es la hija de un héroe de guerra muerto y no podéis hacer nada más que molestarla.-gruñe Mai, lanzando dagas con la mirada a las chicas. Ellas no parecen notarlo, casi riéndose por la pobre defensa. Ella puede ser una gran guerrera por nacimiento, pero está perdida en cuanto a palabras.
Katze está incluso más enfadada, su naturaleza astuta toma las riendas. Mientras Mai es una guerrera en la arena, ella es un soldado del habla y tuerce las palabras con aterrorizarte facilidad.
-La hija de un héroe de guerra debería ser buena peleando.
-Horizont lleva varios siglos en un sueño profundo, no se acuerda de nada de su vida de antes-me defiende Jun.-Es como si no la hubiera criado un general.-él es mucho mejor en este tipo de cosas, pero no le voy a dejar ganar mis batallas.
-No lucharé-digo de nuevo-Reta a otro.
Cuando Katze sonríe, con sus dientes blancos y afilados, mis viejos instintos suenan en la cabeza como una campana. Apenas tengo tiempo de bajar la cabeza cuando su cuchillo arde a través del aire, cortando en el lugar donde estaba mi cuello segundos antes.
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La princesa del rayo
Novela JuvenilTras robar a alguien demasiado importante, Horizont, de 17 años, se ve obligada a vivir bajo la tutela de una reina injusta y cruel. En una tierra en la que el hambre y a pobreza azotan al pueblo mientras las doce casas de nobles van de lujo en lujo...