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Si algo me gusta de la casa, de mi nueva rutina, son los desayunos. Los desayunos son casi la mejor parte del día. Entre Bob, Marie y yo preparamos el café, las tostadas y los cereales. Hablamos de las cosas que tendrán que hacer ese día en tu trabajo, de lo que haré yo en el instituto, reímos cuando la mitad de los días Bob se mancha la camisa y tiene que subir a cambiarse y cantamos y bailamos con la música de fondo.

En los desayunos siento que llevo toda la vida ahí. A veces se me olvida que no son mi familia.

Hasta ahora siempre había desayunado sola, o al menos así lo recuerdo yo. Con doce años aprendí a hacerme el café por lo que dejé que el servicio se levantase más tarde, ya que lo único que hacían a las siete de la mañana era eso, mi desayuno.

A pesar de haber vivido toda la vida con servicio, desde pequeña me gustaba ser independiente. Prefería encargarme yo de mi colada, de mi desayuno, de mi habitación... Lo único que necesitaba del servicio era que me llevasen a clase, ya que el instituto estaba a diez kilómetros de donde vivía.

Mi padre casi nunca estaba en casa. Y cuando lo estaba se quedaba durmiendo, por lo que los desayunos siempre eran fríos y silenciosos.

En cambio, he aprendido lo que es desayunar entre risas. ¿Sabíais que hay que tener cuidado porque te puedes atragantar con el café?

Cuando tenga mi propia casa y mi familia, los desayunos serán así.

Suena el timbre y voy corriendo a abrir. Un sonriente Hayes me espera al otro lado de la puerta, con unos vaqueros rotos, una sudadera larga y una gorra.

-Cinco minutos. -digo y salgo corriendo hacia el piso de arriba a lavarme los dientes. Entro en mi habitación y me pongo la chaqueta. Vuelvo a bajar corriendo y cojo mi mochila en la cocina. Me despido de Bob y de Marie y vuelvo a la puerta, donde Hayes está mirando el móvil.- Estoy lista.

Hayes aparta la mirada de la pantalla y me mira de arriba a abajo, sonriendo. ¿Me habré dejado abierta la bragueta del pantalón? No, no es eso. 

-Estás guapa. -dice al fin. Le miro a los ojos y alzo una ceja irónica.- ¿Qué? Lo estás.

-Anda, vamos. Creo que necesitas dormir. -me reí. Pasé por delante de él y caminé hacia el vehículo. Me senté en el asiento del copiloto y poco después Hayes en el de conductor.

Me acordé de ayer y sonreí. Había sido uno de los momentos más divertidos y geniales que había tenido con Hayes. Mejor que cuando nos colamos en la casa abandonada.

-Este fin de semana tengo Tour. -dice cuando estamos casi llegando al instituto.

-¿A dónde irás? -pregunté sonriendo. Cuando Hayes no está por los Tours siento sensaciones contradictorias. En momentos me alegro mucho por él, porque está haciendo lo que le gusta y conociendo a sus fans. Pero en otras me gustaría que se quedase en casa para ver pelis juntos todo el día.

-A Nueva York. -contestó. Tan sumida estaba en mis pensamientos que se me había olvidado que le había preguntado eso.

¿Nueva York? Increíble.

-Eso mola bastante. Lo pasarás genial. -sonreí no muy convencida. Besé su mejilla y salí antes de que pudiese decir otra cosa.


-¡Naroa! -gritó Loev desde la otra punta del pasillo, haciendo que la mitad de este se girase o bien para mirarla a ella o bien para mirarme a mí. Se acercó corriendo mientras la fulminaba con la mirada.- Perdón, perdón. -rió, haciendo que yo sonriese.

-¿Por qué tanto escándalo? Tenemos clase juntas en diez minutos. -me encogí de hombros.

-¿Que por qué tanto escándalo? -medio gritó.- Pues porque tú y Grier desaparecisteis ayer. -susurró esta vez. Me reí y seguí caminando hacia mi taquilla.- ¿No piensas decir nada? ¿Quieres que saque yo mis propias conclusiones? -volvió a susurrar mientras caminábamos.

Me reí de su indignación. O de su imaginación. O quizá de las dos cosas.

-¿Qué clase de conclusio...? -me callé al ver su cara de pervertida sexual y darme cuenta de que se lo estaba creyendo.- No, Lisa, no. Hayes y yo sólo somos amigos.

¿Por qué puso cara de desilusión?

-¿Entonces dónde estuvisteis? -preguntó ladeando la cabeza.

-Pues... en el bosque. -mi amiga abrió la boca y estoy segura de que si no se la hubiese tapado con mi mano hubiese gritado cualquier estupidez. Intentó hablar con mi mano en su boca, pero no se entendía nada. Me lamió la mano.- ¿En serio? Vas a necesitar algo más. -dije aún con mi mano en el mismo sitio. Esta vez mordió uno de mis dedos, a lo que sí aparté la mano.- Pequeña bastarda. -murmuré. 

¡Me ha dejado marca la muy... !

-Entonces, ¿qué hicisteis en el bosque? -movió sus cejas. ''Un trío con el oso Yogui'' me dieron ganas de responderle. Pero igual se lo creía.

-No pasó nada de lo que, por alguna razón, te ilusiona pensar que hubiese pasado. -respondí con una sonrisa falsa.

Caminamos hasta nuestra clase mientras seguíamos hablando de la tarde de ayer. Me contó lo que hicieron después de que nosotros desapareciéramos y que los chicos realmente se habían preocupado. Bueno, Nick menos, ya que según ella no paraba de repetir ''Me la ha quitado el malnacido'' o ''No me la esperaba''.

Cuando llegamos a la clase, Austin, Sonny y Nick ya estaban en sus pupitres habituales.

-Yo te ayudo con ellos. -susurró Loev cuando vio mi mirada de miedo.

-Gracias. -respondí sincera.

Caminamos hasta nuestros pupitres, delante de los chicos. Ellos empezaron con su bombardeo de preguntas en cuanto puse mi culo en el asiento. Loev les calló con un gesto.

-Naroa no va a hacer declaraciones. Cualquier pregunta será respondida por su representante -hizo un gesto señalándose.- siempre y cuando esta crea necesario responderla. Acepto sobornos si son en forma de chocolate. Gracias por su preocupación.

Esto no puede ser en serio.

Se giró y miró al frente seria, para tres segundos después girar su silla y empezar a cotillear con los chicos sobre que Hayes y yo habíamos ido al bosque juntos y demás chorradas.

Puse lo ojos en blanco y me hundí en mi silla.

Me queda un largo día por delante.


¡Hola Koalas!

Pasaros por mi nueva novela Moments de Aaron Carpenter y por el aviso de California si es que no lo habéis leído, es importante :*

Por alguna extraña razón estaba convencidísima de que ya había publicado este cap hasta que hoy vi que en vez de ''Publicar'' le había dado a ''Guardar y previsualizar'' sooooo, sí, podéis matarme xd

De todas maneras y para recompensar pronto tendréis capítulo :)

Kisses, Anita

Naroa » Hayes GrierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora