Capítulo 21.

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Corrí lo mas rápido que pude, no puedo ver a ninguna de mis amigas llorar.

- Rose, ¿qué tienes, por qué lloras? - me apresuré en decirle.

- No es nada en que preocuparse amiga... bueno, la verdad es que sí. El imbécil de Elías me dejó...

Lo sabía, algo me decía que era por un hombre.. no es usual ver a Rose llorar, ella es dramática, pero en tanto tiempo de amistad no la había visto llorar así, tan desconsolada. Tuvo que ser un motivo muy fuerte para que esté así.

- Ya va, espera un momento. ¿Cómo que te dejó? Si ambos se veían felices juntos... - le dije.

- Bueno, te contaré. Pero primero entremos a tu casa para avisarle a mis padres que me quedaré esta noche.

Entramos a la casa, Rose llamó a sus padres y finalmente procedimos a mi cuarto, pero antes revisé la nevera y conseguí un helado. Subimos y Rose se sentó en el espaldar de mi cama y yo frente a ella.

- Cuentame, ¿qué pasó..? - le dije.

- Bueno, me llamó en la tarde para invitarme a salir, me dijo que tenía algo muy importante que decirme. Pensé que se trataba de otra cosa, no se... Fue a buscarme y nos fuimos a la playa a caminar un rato, fue un momento muy lindo Ginny, nunca pensé que ese momento sería el más triste de mi vida. Nunca había tenido una relación y este imbécil viene a romper mis sentimientos como si nada, la vida es injusta, el amor es injusto - dijo mientras se soplaba la nariz- no se si me entiendas, pero me siento como que solo jugó conmigo. Es horrible lo que siento.

Rose seguía llorando y me dolía cada vez más verla así. Me acerqué a ella y la abracé.

- Siempre estaré para ti amiga, desahógate, si quieres golpea la cama, tira las almohadas, grita... - le dije mientras le secaba las lagrimas-

*****

Al rato Rose se quedó dormida, aproveché para abrir mi laptop y escribirle a Matts...

* Hola, ¿cómo te va? - le escribí, pero no recibí respuesta.

Me puse a ver vídeos y a escuchar música. En mi mesita de noche había dejado el número de Leandro, cogí mi teléfono y lo guardé.

Ya era tarde y tenía que dormir, ya que tenía que ir a trabajar. Sí... me llamaron de la librería y obviamente acepté el puesto.

*****

Me desperté a las 7 para bañarme y alistarme e ir a mi primer día de trabajo. Bajé y ahí estaban mis padres como de costumbre. Mi papá sentado en su sillón favorito con una taza de café a un lado y como nunca falta, viendo las respectivas noticias de las mañanas. Mi mamá, en cambio siempre anda en la cocina, ella estaba sentada en muro con un brazo cruzado y una taza de café en su mano.

Mami, Rose se quedó anoche. Si se despierta temprano, por favor dile que me tuve que ir al trabajo y que la llamo luego. - le dije y me fui.

*****

Llegué justo a la hora. Abrimos la librería y el gerente me estaba explicando o que tenía que hacer y cómo hacerlo. Era bastante sencillo en realidad, ordenar libros, pasar facturas, atender a los clientes... Pasaron las horas y este empleo no era tan divertido como en mi mente imaginé. Estaba tan aburrida que me puse a revisar mi facebook. Hay una chica que siempre, sieeeempre le da like a mis publicaciones, fotos o comentarios. Decidí hablarle, ella se llama Alicia... me contestó rápido y empezamos a hablar sobre nuestras vidas. Resulta que es de otra ciudad, no muy lejos de donde vivo, tiene 17 años y es bastante simpática. Es de esas personas que los temas de conversaciones son demasiado fluidos. De repente, entró una personas al local y guardé mi teléfono.

- Buenas, ¿en qué puedo ayudarle? - dije lo más cordial que pude. Era un chico, no le vi el rostro porque estaba de espalda.

- Hola que tal, ando buscando un libro sobre mitología.

- Perfecto, tenemos una sección completa sobre todo tipo de mitología - y lo llevé a donde estaban los libros. De pronto, entra otro chico.

- ¡Ey Steve! ¿Aún sin encontrar lo que buscas? - dijo el otro chico. Le reconocí la voz inmediatamente. Era Leandro. Di la vuelta para que no me viera, estaba nerviosa. Ese chico es realmente lindo, y no tanto físicamente, tiene algo que lo hace notar.

- ¡Ey chica!, me llevo este. - y se dirige a la caja.

Leandro inmediatamente me ve y me saluda con tanta emoción que me sentí un poco incomoda.

- Hola preciosa pelirroja. - dice Leandro.

- Hola. - es lo único que consigo responder.

- Pero que tímida vale. - dice Steve.

- Podrías no meterte en lo que no te incumbe. Esto es una conversación entre esta bella dama y yo. - responde Leandro con un tono sexy. - Ahora que le he dicho a este entrometido que se calle, quiero invitarte a comer un helado. ¿A qué hora sales preciosa? - me preguntó y me picó un ojo.

- Pues, yo, bueno, yo salgo a... - miro el reloj- a las 6.

- Perfecto. A esa hora estaré afuera para irnos. - me sonrió y se fue-

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⏰ Última actualización: May 11, 2016 ⏰

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