Capítulo 1

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En mis vacaciones fui a Europa, conocí España, Francia, Italia e Inglaterra. Fue lo mejor que me pudo pasar. Me encantó España. Y mi sueño por fin se cumplió, pude ir a Londres. En la temporada que fui era invierno, y como era de esperarse hacía muchísimo frío, por suerte solo fueron 2 meses de frío y uno de calor, estaba por comenzar verano... Fueron los mejores 3 meses de mi vida. Lastimosamente, nada dura para siempre y mis hermosas vacaciones se terminaron.

*****

Me levante emocionada, ya que era mi primer día de clases. Llamé a mi mejor amiga Génesis ya que ambas estudiaríamos en la misma facultad. Si, ambas estudiaríamos Derecho, nuestro sueño desde pequeñas. Génesis, es bajita, cabello largo color castaño oscuro, es un bastante sincera y no le importa lo que digan de ella. Contestó inmediatamente.

- Gene, ¿cómo estas, lista para nuestro primer día? - le pregunté con mucha alegría mientras veía que ponerme.

-¡Ginny! Sí, súper preparada ¿y tú?

-¡Claro! - contesté.

- Genial, entonces nos encontramos en la entrada. Te espero allá. Besos.

- Vale, nos vemos - y colgué.

Decidí ponerme unos jeans, una camisa negra con el logo de The Beatles y unos converse negros. De peinado, me dejé el cabello suelto, el cual se veía precioso, como una cascada, pero roja.

*****

-Amiga, aquí - gritó Génesis alzando la mano para que la viera. Estaba sentada, como siempre en la fila de en medio guardándome una mesa a su lado.

- Caray, como no imaginarme - dije riendo y ella se unió a mi.

- Claro chiquita, este siempre es mi lugar favorito - dijo sonriendo. Es ilógico que me diga «chiquita» cuando la pequeña es ella. Si, mi estatura es de 1,72 y ella, bueno, ella mide 1,56.

Como es costumbre, como nuevos alumnos de esta gran facultad, todos los profesores se presentaban y nos hacían levantar, decir nuestros nombres, edad y que queríamos ejercer al terminar nuestra carrera.

Nuestra facultad se encontraba un poco alejada de todo. No era tan grande pero era como lo imaginaba. Una biblioteca con todas las leyes habidas y por haber, profesores extremadamente elegantes. Con esmoquin y demás lo hombres, y las mujer con vestidos y bleizer, súper maquilladas y con tacones. Algún día yo también estaré así.

Llegó mi turno primero que el de Génesis. Así que me tuve que levantar y presentarme.

- Hola. - dije tímidamente. Estaba nerviosa. La profesora me miraba de manera desafiante, esperando mi respuesta. Lucía como toda una ejecutiva, tenía como unos 47 años. -Mi nombre es Ginny Scott, tengo 17 (ya me faltaban sólo dos meses para mis 18), mi sueño después de culminar esta carrera es ser abogada criminóloga - sonreí nerviosa, ya que todos me miraban.

Como ya saben, luego le tocó a Gene, se presentó, dijo su edad y lo que quería ejercer. Ella, distinta a mi, quiere ser abogada civil.

El día pasó rápido, pero fastidioso porque con cada profesor que llegaba siempre teníamos que presentarnos. Me resultó bastante tedioso decir siempre lo mismo. Llegué a casa y mi madre emocionada me pregunta:

- ¿Cómo te fue hija?

- Bien mamá, hoy sólo conocimos a nuestros profesores. Ya para la semana que viene comenzaremos con las clases. - dije y me fui a mi cuarto, estaba agotada.

Pasé el día leyendo y enamorándome nuevamente de mis personajes literarios. Yo siempre he querido que algún chico se fijara en mi y se enamorara como en los libros. Pero es imposible, soy una chica con gustos totalmente distintos. Me gusta el rock, casi siempre luzco atuendos poco llamativos y ando sin maquillaje. Mientras me sumergía en un mundo donde todo era perfecto, tocan la puerta. Para mi sorpresa, ya se quién es, así que le dije que pasara. Y ¡bingo! No me equivoqué, era mi prima Megan, totalmente arreglada, labios rojos y su precioso cabello rubio oscuro. Lucía muy hermosa.

- Hola guapa - le dije.

- Hola preciosa. ¿Qué harás hoy?

- Pues, lo mismo de siempre, leer Megan.- le dije mientras señalaba mi libro.

- Vistete, vamos a salir - dijo sonriendo como toda enamorada.

- No tengo ganas Megan, a parte no tengo con quién ir y tú siempre vas con Hendirck...

- Venga mujer, deje de ser así. Yo siempre pienso en ti, Hendirck va con un amigo.

- Espero ese amigo sea lindo - y me empecé a reír.

Megan me obligó a ponerme un lindo vestido que tenía guardado, uno azul oscuro con unas cuantas piedras, pero yo sólo quería ponerme mis jeans y una camisa. Pero Megan es testaruda así que ella ganó...

Íbamos cantando una canción de Coldplay mientras estábamos en camino a esa "cita doble" pues, así lo llamó Megan. Llegamos a un restaurant que por lo visto, era bastante caro... pero como no lo sería, el restaurant tenía poca iluminación y había música en vivo. Hendirck siempre busca lo mejor. Entramos y ahí estaba Hendirck con un chico que apenas podía ver, estaba de espalda. Pero tenía el cabello medio largo, color rubio oscuro y vestía muy bien. Estaban sentados casi al final. Megan y yo fuimos hasta allá y Hendirck dijo:

- Hola preciosa - dijo dirigiéndose a Megan.

Ella le sonrió y se sonrojó un poco.

- Hola guapo - le respondió y le dio un beso rápido en los labios.

El otro chico me miraba mucho y me sentía incómoda. Luego dijo:

- Hola, tú debes ser Ginny. Mucho gusto, Matts. - me sonrió y me dio un tímido beso.

- Hola Matts, encantada - y le devolví la sonrisa.

Hendirck ordenó por todos un plato súper costoso, en un momento Matts se acercó y me dijo al oido:

- Eres muy guapa, Hendirck no me mintió.

Me sonroje, como habitualmente lo hago cada vez que me dicen algo lindo. Odio eso, me delata siempre.. Él se dio cuenta y me dijo:

- No tengas pena, solo digo la verdad - y vi que sonrió. Su sonrisa es muy linda, se le hacen unos hermosos holluelos.

- Gracias, supongo - fue lo único que supe contestar.

Pasamos toda la cena conversando, absolutamente de todo. Viajes, comida, sueños... y yo una que otra hablaba de libros. Y llegó la hora de irnos, ya eran las 9 y mañana debía levantarme temprano para ir a la universidad.

Nos levantamos de la mesa, Megan y Hendirck salieron primero, como no. Hendirck llevaría a Megan en el carro de ella y yo, no me quedó de otra que irme con Matts en el carro de Hendirck. No había notado lo alto que es Matts, y guao, es sumamente guapo.

Le di la dirección de mi casa para que me dejara ahí. Pasamos todo el trayecto sin hablar.

¡Al fin llegamos! Ya no aguantaba ese silencio incómodo. Le di las gracias y me bajé del carro.

Ya todos estaban durmiendo, así que me metí directo al cuarto. Me desvestí y me di una ducha rápidamente.

Luego me puse una camisa y unas bragas, sí, así duermo. Me acosté y me dormí súper rápido.

Destinados a estar juntos. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora