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Oyó la puerta de la calle y apartó los ojos de Stiles, que seguía sonriendo de manera arrebatadora. Extrañamente dolorido por tener que separarse de él, se alejó unos pasos con una pequeña sonrisa, intentando excusarse con ésta. El castaño lo miró, confundido.

—He de bajar. En cuanto pueda te traigo algo de cenar —comentó dirigiéndose a la puerta. Stiles asintió y se sentó en el escritorio, cogiendo el lápiz de nuevo para seguir dibujando.

Derek cerró el seguro de su habitación y bajó las escaleras, viendo a toda su familia entrando. Lo observaron bajar hasta que estuvo a su altura, momento que Cora aprovechó para zarandearlo exageradamente.

—¡Han sido las mejores gambas que he comido en mi vida! —exclamó con los ojos muy abiertos. Derek puso los ojos en blanco.

—Lo siento cariño, eso te pasa por no haber ido: ahora tendrás a Cora relatándote con todo lujo de detalles —comentó Talia dejando su abrigo en la percha de la entrada y cogiendo sus zapatos y los de Derek -que estaban tirados de cualquier manera-, poniéndolos en el zapatero que había en un lado.

—¿Habéis cenado? Porque yo tengo hambre —dijo Derek señalando la cocina por encima de su hombro.

—No me hables de eso, que he comido para diez días por lo menos —repuso Laura sacando la lengua cómicamente, expresando lo llena que estaba.

—Yo ceno contigo —interrumpió su tío. El moreno asintió y ambos se fueron a la cocina. Al verlo abrir la nevera, Peter carraspeó—. ¿Por qué no llamas a Ava? Para eso está.

—Oh... sí, se me había olvidado. —Derek fue al cuarto que había junto a la cocina, que era donde estaba la chica, y golpeó la puerta—. Ava, haznos algo de cenar a mi tío y a mí.

Esperaba que la beta no se extrañara por el cambio en su actitud y comprendiera que le hablaba así por la presencia de Peter. Ava salió y asintió rápidamente, poniéndose a cocinar en cuanto entró al cuarto.

—¿Qué tal la tarde? —preguntó Peter mirándolo fijamente.

—Bien, he estado con Jackson viendo un partido —mintió rápidamente, acordándose de que habían jugado los Mets y ni siquiera se había acordado.

—Ah, bien. No le habrás contado nada del nuevo proyecto, ¿verdad? Es alto secreto, al menos en las primeras fases.

—No, no me gusta hablar del trabajo fuera de él. —Peter asintió distraídamente recibiendo el plato que le daba la beta de un sándwich vegetal. A Derek le puso dos en el plato.

—Tienes hambre, ¿eh? —dijo su tío señalando ambos panes.

—Bueno, es que luego me voy a quedar releyendo el informe para el lunes, ya que el martes hay luna llena y no se trabajará... quiero adelantar un poco.

—Me alegro de que te intereses por el estudio —repuso Peter con una sonrisa.

—Es mero interés científico, espero que no te ofenda mi indiferencia ante el tema.

—¿Le darás del 3.0 a tu omega? —preguntó el mayor con curiosidad, mordiendo su cena y masticando.

—Con el 2.0 está bien. Y sigue llamándose Stiles, prefiero llamarlo así —musitó molesto. De repente se acordó de la cara del castaño al decir su nombre y contuvo la sonrisa que pugnaba por salir.

—Es cierto que está bien con el anterior pero quizás con el 3.0...

—Peter, lo que nos has mandado hacer es que el engrudo haga su efecto más rápido —cortó el moreno alzando una mano—, los que ya están totalmente domesticados con el 2.0 se supone que no se verían cambios en ellos.

Saviour [m-preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora