Saviour [m-preg]

25

El teléfono tronó junto a él. Estaba en una reunión con los cazadores, en la cual debían decidir el modus operandi de la siguiente misión. Resopló al ver en la pantalla el número de la casa, y frunció el ceño excusándose. Se levantó y salió al exterior de la nave donde vivían los omegas rescatados, que era algo así como el cuartel general.

Descolgó el teléfono, era raro que lo llamaran, así que frunció el ceño con un mal presentimiento. Intentó ahogarlo, pero no dejaba de sentir una mano oprimiéndole el pecho sin descanso.

—¿Sí dígame? —preguntó al responder.

—Derek... —Resultó ser Isaac, que estaba en ese instante intentando controlar los violentos temblores que sufría en la mano. Allison estaba hecha un ovillo a su lado.

—¿Qué es lo que pasa, Isaac? ¿Ocurre algo?

—Tienes que volver enseguida. —Oyó la respiración entrecortada—. Ha... pasado algo.

—¡¿Qué?! —espetó poniéndose completamente en tensión. Su lobo estaba angustiado, el hecho de que antes tuviera un mal presentimiento se acrecentó, provocándole hiperventilaciones y tuvo que cerrar los ojos y apretarlos—. Dime a qué es a lo que te refieres.

—Yo... estaba arriba, no sé lo que ha pasado pero... lo siguiente que vi fue que Stiles estaba en la calle, y que tu tío lo metía en el maletero y se lo llevaba...

No pudo oír nada más, porque tuvo que colgar con un mareo tremendo, notando que se le nublaba la vista y que se tenía que apoyar en la pared. Entró dando tumbos, sintiendo a su parte alfa queriendo salir y dar rienda suelta a su instinto, que exigía sangre de aquel que tenía a su omega.

—¿Derek? ¿Qué ocurre? —preguntó Chris levantándose al verlo entrar de esa guisa.

—Necesito... irme —gruñó controlándose lo mejor que podía, sintiendo los ojos de color rojo quemar en su rostro.

—No puedes conducir así —espetó Malia, preocupada—. ¿Qué es lo que ha pasado?

—Mi tío... mi tío tiene a Stiles —murmuró Derek boqueando.

—Espera —interrumpió John poniéndose de pie—. ¿A quién tiene tu tío? —preguntó en voz baja, esperando haber oído bien a la primera.

—A mi pareja, mi Stiles... —El hombre lo miró con los ojos como platos, y miró a su compañero.

—¿Qué probabilidades hay? —inquirió Chris enarcando una ceja.

—¿Es un omega? —Derek asintió, confuso—. ¿Era de granja?

—¿Qué...? ¿Qué pasa con él? —musitó el moreno sin saber por qué nadie lo llevaba a casa. No tenía coche porque lo habían recogido de nuevo en el campo de golf.

—El hijo de John se llama así —murmuró Chris, recogiendo sus cosas y siguiendo a su compañero, que ya había salido de la nave—. Pongámonos en marcha. Chicas, os dejamos en el campo de golf.

—Ni hablar, iremos a ayudar —dijo Kira, y su novia asintió varias veces.

Se montaron todos en la furgoneta a toda prisa, Derek aún temblando, pero el que estaba más nervioso y se le notaba, era John. El hecho de que aquel omega se llamara igual que su hijo y resultara no ser él era una probabilidad muy baja, ¿cuántas cosas debían coincidir para que eso se diera?

—¿Dónde crees que puede estar? —preguntó Chris después de un rato conduciendo.

—Quiero ir a mi casa —susurró Derek con una mirada desquiciada—. Mi madre quizás lo pueda saber, o al menos puede dar con él.