C. 7 Consejos.

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Me desperté realmente cansado, había pasado la noche sin poder dormir y cuando comencé a cansarme la alarma sonó muy fuerte.
Otra vez Alexy había tocado mis cosas, aunque siempre era él el último en despertar, le encantaba jugarme bromas como esta.

La mañana estaba helada y tenía examen de Biología, ugh.

Me di una ducha con agua caliente y casi me desmayo del sueño, es que el agua se sentía tan bien que cerré los ojos y...Por suerte alcancé a equilibrarme.

Salí del baño intentando pensar en lo que me podría, no quería que Alexy me mandara a cambiarme por mi mal gusto en las prendas.

Al final decidí ir con jeans y un abrigo.

Creo que se verá bien.

Bajé para desayunar y esperé a mi hermano para irnos al instituto.

Hacía mucho frío, debí quedarme en casa, pero debía rendir el examen.

Alexy me elogió por no joder el día con mi ropa, él llevaba colores vivos, lo que me encantaba, pues para días grises como estos, ver algo de color.

Me preocupaba el hecho de encontrar a Lysandro cuando me separe de Alexy, no es que ahora le tuviera miedo, pero las cosas estaban muy complicadas para mí.

Al llegar a la sala, Alexy dejó sus cosas en su banco y se fue a perseguir a Kentin por ahí. Yo en cambio, saqué de mis cosas mi Ps4 para seguir la partida del día anterior, pero al sacarla me dio tanto sueño que en mitad del juego me quede dormido.

Sentí que alguien tocaba mi cabello, sus caricias se sentían muy bien, pero...

Abrí los ojos y me encontré con él.

-¿Qué mierda?! -. Por fin reaccioné, ¿qué hacía Lys con mi cabello? Oh dios, está muy cerca, y ni siquiera sé qué decir, había pensado en que decirle cuando lo vea en muchas situaciones, pero no en ésta.

Di un rápido vistazo a la sala, no había nadie más, lo que me puso mucho más nervioso.

Lys dejó de tocar mi cabello y se quedó mirando al suelo por unos segundos, se veía triste, me pregunto si yo causé esa tristeza en él.

Luego de un rato en silencio levantó la mirada para que yo viera esos ojos tan únicos, únicos como él.

- Lo siento -. Me quedé helado, ¿por qué se disculpa? Tan sincera era su mirada, que casi me derrito por sus sentimientos. - Enserio, lo siento. Yo no quería -. Comenzó a hablar más inseguro. - Digo, sí quería, pero se que no fue correcto intentar besarte.

La sangre me llegó a la cabeza, no puedo creer que lo haya dicho con tanta soltura, como si estuviésemos hablando del clima o algo así.

Sentía que el pulso me corría muy rápido y ahora hacía demasiado calor.

Pero, a pesar de querer ir a besarle ahora mismo. A pesar de que este sentimiento se sentía tan bien, tan reconfortante, como si de pronto lo necesitara, esta situación. A pesar de que él, con la mirada, me pedía a gritos que dijera algo, o podría ser la última vez que se atreviera a hablarme.

No pude decir nada.

El murmuró algo, no pude entender, y salió de la sala.

Ahora me arrepiento de no haber dicho nada, pero ¿qué podía decir?, ¿qué quería que le dijera? Me quería besar, pero yo ¿quería?, no lo sé, me daba igual el tema de la sexualidad por mi hermano, pero esta vez era yo el que se encontraba en esta situación, esta vez era diferente y no supe cómo responder.

Quizás incluso arruiné una gran oportunidad.

Necesito consejos, y rápido. Desgraciadamente el único que sabe bien de estas cosas es mi hermano, qué vergüenza.

No vi a Lysandro más de lo necesario después, ya no nos quedábamos en el aula como siempre cuando él escribía y yo jugaba. No, de hecho me parecía extraño que fuese el primero en salir, parecía que no quería verme nunca más. Me estaba evitando.

Yo no quiero esto, estoy harto de esta situación, cada vez todo es más complicado. En la vida me había pasado una situación así, y es que es obvio que parece como un examen, tan estresante y tan difícil de afrontar, ¿cómo voy a saber como actuar?

Y además de ignorarme fuera de clases, ¡ese tonto se me queda viendo desde su pupitre en horario de clases!, ¡¿cree que no me doy cuenta?!

...

Su mirada, sus ojos los siento a kilómetros y me pone tenso, me siento nervioso, con ganas de ir y decirle un par de cosas, pero no me siento incomodo, es una agradable sensación en el pecho, más que nada. Me siento especial por su mirada. Me siento querido, el me mira como si yo me fuese a quebrar si me toca.

¿Cómo le puedo decir estos sentimientos? Que no soy frágil, que quiero que me toque, que quiero que me hable, que yo lo quiero.

Lo quiero ¿mucho?, si, si me gusta y, para mi desgracia, me gusta mucho.

Tomé mis cosas para irme rápido a mi casa, ya era hora de salida y no sabía qué iba a hacer Alexy, así que de seguro hablaría con el en casa.

Estaba saliendo del instituto para tomar el bus, cuando escucho que me llaman, era la voz de Alexy, quien venía corriendo hacia donde yo estaba.

- ¡Armin! -. Se quejó. - ¿por qué no me esperaste?

Comenzó a caminar a mi lado.

- Lo siento Alexy, pero creí que estarías en casa de Kentin o de compras.

- Si... Sobre eso, te saqué algo de dinero la otra vez...

- ¡¿Qué?!, Alexy, estoy hasta la...

- Pero por eso mismo hoy no voy, para ahorrar, además, dime que no extrañabas a esta lindura -. Hizo una pose rara con las manos que me hizo reír mucho, no recordaba cuándo fue la última vez que me vine con mi hermano a la casa.

- De acuerdo, de acuerdo. Pero me debes una.

- ¿Y qué se le ofrece a mi querido hermanito?

- Necesito consejos.

- ¿y sobre qué?

- Lysandro

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Hola mis queridos zapallos!!!!

Perdón por la tardanza pero es que no se me ocurría nada, aun así, ya se que va a pasar ahora.

¿Quieren mis excusas?
Pues no tengo! :D conchesumare.

Se despide la asombrosa e inigualable...

A62.

Opuestamente iguales (Cdm yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora