Apocalipsis Zombie #AZY Youtubers/Streamers

Capitulo 6, arriesgando la vida.

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Últimamente, nuestro equipo, está presentando muchos "secuestros"
Después de mi, siguieron mi hermano, Rubén, Frank, Alex, al que le robaron la pistola, después a mi otra vez, y ahora a Willy.
Aproximadamente, nuestros secuestros, son hasta que les damos municiones o comida, si no lo hacemos, nos dejan unos días sin comer, torturados, conmigo, fue muy rápido, ya que soy la única chica, y se preocupan muchísimo por mi, tal vez, me ven todos como hermana, a parte de Samuel.
El ya no sé ni quién es.
Me dejó el ojo morado una vez, donde discutimos, hoy no fue la excepción.
Yo, obviamente no me quedaba atrás, una patada en el culo por aquí, otra en la entrepierna por allá.
—Nora.
—Samuel.
—Déjate de bromas, estamos en un Apocalipsis, algún día tienes que madurar ¿No piensas hacerlo?!
—¡Primero que nada, te calmas!
—¡Que se calme tu culo!
—Imbécil, ¿Te crees muy gracioso? ¿Eso qué viene al caso?
—Bueno...me calmo, perdóname, me duele mucho la cabeza y estoy muy estresado, necesito que vuelvan a cazar, pero esta vez irás con Alex.
—!Por qué ahora no va Frank?
—Dijo que se sentía mal.
—Mal... ¿En qué sentido?
—En el sentido que no te interesa sabes ni a ti ni a mi, y hay que dejarlo descansar.
Suspiré y llame a Alejandro, salimos, hablábamos de cosas sin sentido, hasta que volvimos a escuchar, movimientos.
—Si te mueves, te aseguro que te disparo.—Dijo un chico detrás de mí.
—¿Dónde está Guillermo?—Preguntó mi compañero.
—Está ahí
Apuntó a un chico, que lo tenía con su arma en la cabeza.
En un movimiento increíblemente rápido le disparé en la garganta.
Alex se encargó de disparar a quien nos amenazó.
Saque la flecha del el cuerpo, y le corte el cuello, no quería más caminantes por el momento.
—¡Guille!—Gritamos al unísono, sin siquiera haberlo planeado, mientras lo abrazábamos.
Llegamos a casa, mi hermano casi llora al ver a Willy, se abrazaron, mi corazón moría de ternura, aunque era hermana y amiga de Wigetta, no dejo de creer en ellos juntos.
—¡Wigetta! ¡Wigetta!—Empezaron a corear los chicos.

La noche llegó, junto con más caza y problemas con mi hermano, esta vez, saldríamos todos, ya que se armo un lío.
Había una enredadera debajo de mis pies, caí sobre mi hermano, y mi hermano sobre Frank, Frank sobre willy, hicimos un efecto dominó,
—¡¿Quién mierda te crees?!
Dicen que lo que más les molesta a los que están furiosos, es que los ignoren mientras ellos gritan o lanzan palabrotas, me diculpe con los chicos, con mi hermano no, solo solté una risa, como si fuese mi intención, él me seguía gritando, y yo seguía sonriendo, ocultando alguna carcajada.
Mi plan funcionó.
Pude sentir un dolor en mi hombro izquierdo.
«Listo, mi hermano se hartó de mi.—Pensé.— Ya me mato.»
Solté un grito, otra flecha en el derecho, esta vez fue un grito desgarrador.
No podía disparar así.
Alex usó su cuerpo como un escudo, se puso encima mía, lo aparte y tome el arco, deje que un chillido saliera, cargue el arco, y dispare, un cuerpo cayó, mis compañeros disparaban, mientras caminantes llegaban, Alex, Willy y yo los cubríamos, me importaba muy poco cubrir, me dedicaba a disparar a mis enemigos, recordé mi daga, corrí con el primero que mi encontré, se disponía a disparar a mi hermano, no me importaban las demás pelas, solo pasaba por mi mente que tenía que salvarlo, tenía que salir vivo, el sirve más para el equipo que yo, además es la única familia que me queda, la flecha dio en mi brazo, tome mi pequeña arma, me abalancé sobre el, empecé a apuñalarlo, lloraba de dolor, el movimiento sobre los disparos
en los hombros hacia que doliera como el infierno puro.
—¡Nora! ¿Qué haces? ¡Estás suicidandote!
Ignoré los gritos, seguí apuñalando y aplicando la técnica con los demás, al final, solo quedaba uno, se dio cuenta de mi plan, él estaba intacto, mientras que yo... yo estaba casi muerta, los disparos de los hombros y el brazo, eso impedía ser más fuerte y ágil, tomo mi daga, me tiro, se colocó encima de mí, con su rodilla tomaba mi mano izquierda, con sus piernas impedía que moviera las mías, con su mano libre, tomaba mi muñeca derecha, y la otra mano, el la tenía con mi daga, los chicos no tardaron en notar mi ausencia.
–Así que tú eres...
—Elsa, Elsa Pato.
—¡Nora! ¿¡Donde estás!?—Mierda.
—No, al parecer no.— Chille, el paso la daga por mi cuello, después por mi cara.
—!Chicos! Por aquí...—Soltó la daga, pero sacaba las flechas de mis hombros y el brazo, volví a gritar.
—Cállate.— Me decía, junte la saliva suficiente para escupirle.—Maldita perra, prepárate para tu muerte.
Tomo mi cuello, al soltar mis manos, aproveche para hacerle un golpe bajo, le tome la cara, y rápidamente tome una de las flechas que me había sacado, la encajé en su ojo, el movimiento de los brazos me dolió, tome mis flechas y se las puse donde mis disparos, lo deje ahí y busque a los chicos.
Me recargue en un tronco, tome mi encendedor y una flecha.
La calenté y lentamente la acerqué a mis heridas.
—Va a doler... Pero vas a estar bien.—Me susurré.
Soltaba gritos cada vez que hacía cicatrizar un disparo.
El dolor que sentía en mis brazos y hombros me cegaba, no me dejaba pensar con claridad, sentí un fuerte mareo, y me apoye en el tronco, de nuevo.
Aplique una técnica que utilizaba mi tía en los tiempos donde su esposo había muerto. Ella cayó en una depresión, y esta técnica le ayudaba a pensar de buena manera, se trataba de decir las cosas que estuvieran seguras y después, lo más difícil.
—Me llamo Nora De Luque, tengo 23 años, vivía en Madrid, mi hermano se llama Samuel, no me llevo muy bien con el, desearía morir de una vez, si eso es lo que sigue.
Suspiré, el mareo volvió cuando solté el tronco, lo volví a tocar.
Vomitaré. No, no quiero tirar mi comida.
—¡Nora!— Escuche una voz muy lejos de mi.—¿¡Nora!?
Volví a escucharla, ahora más cerca, solté el tronco, y deje que mi mareo me llevara.
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-1990.