Capitulo 10 ¿Mis padres? ¡Samuel! ¡NO!

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Mis padres. Ahí.
¿Tomados de las manos? ¿Cómo pueden hacer eso?
Estaban...sonriéndome.
—¿Papá...Mamá...?— Susurré, tiré mi arco, y caí de rodillas, mis ojos se humedecieron, mi madre...¿Sonreía?
Cubrí mis ojos.
Sabía que abrían muerto, pero se supondría que estarían en Los Ángeles, y no tendría que enfrentarme a sus cuerpos.
Me veían con algo de orgullo, se podía apreciar un poco de amor y pena.
Como si algo o alguien le pudiera seguir controlando.
No vienen a atacarme.
Es como si estuvieran conmigo.
Me levante y acerque para abrazarlos.
Pero Rubén me tomo de la cadera, cargándome.
—Cariño, perdóname, pero están muertos.
Su voz era distinta.
No era el.
Es decir, ¡Su voz no era su voz! ¿¡Qué rayos está pasando!?
Lloré, grite que me dejara y que me soltara, pataleando.
Tome el revolver de Rubén, no sé por qué lo tenía en el bolso del pantalón.
Mire por última vez a mis padres y me puse el revólver en la garganta.
Mi padre... ¿Estoy soñando o frunció el ceño?
Apunte a mi madre y ella volvió a sonreír.
—Suéltame idiota...—Empecé a sentir espasmos, de tanto llorar.— ¡Suéltame, déjame ir con ellos!
«¿Qué rayos está pasando? ¿Por qué hay tanto alboroto?»
¿De quién es esa voz?
Veo que era de Samuel.
Dejo de luchar.
Se congela.
Simplemente esta ahí, mirando la escena.
—¡Papá! ¡Mamá! Díganme que están...
No termine, escuche un disparo
Samuel había caído.
Con la pistola en la mano...
Muerto.
Se había suicidado.
—¡Samuel! ¡NO!
¿Esto es un sueño, verdad? ¡Esto no puede estar pasando! ¡No puedo perder a toda mi familia! ¡No ahora!
Le di un codazo en el estomago, y me arrodillé, tomando la cara de el cuerpo de Samuel.
Rubén disparo a mis padres.
Eras la única familia que me quedaba, Samuel. Eras tan fuerte. ¿Por qué te fuiste sin luchar? ¿Por qué me das una razón más de abandonar?
—Samuel...— Los chicos habían llegado.
Willy se tapo la boca con las manos
¿Mangel? Por alguna rara razón estaba al lado mío.
Diciéndome que no me asustara, que me fuera con el.
Alex. A su lado.
Intentaron apartarme de mi hermano, pero me abrace a su cuerpo como si mi vida dependiera de ello.
Lograron moverme. Con la excusa de que no era sano para mí quedarme con el.
Lo cargaron mientras Jonas me abrazaba.
Rompí a llorar en su hombro.
Lo llevaron a la orilla del mar, no sin antes quitarle las armas.
Sollozaba.
Ni siquiera cuando vi a mis padres me puse tan mal.
Mire a Mangel con Alex, mis padres detrás de ellos tomándoles los hombros
Y Mangel tenía abrazado a Samuel.
Ellos sonreían.
Abrace más a Jonas.
—¿Cariño...?—Me dijo.
No respondí nada
El silencio es mi respuesta
—Vamos...— Dijo willy, con un hilo de voz.— Intentemos seguir...¿Vale?
Negué con la cabeza.
—¿Qué?— Jonas tomó mi cara con sus manos
—Querida, por favor.— Frank me abrazo
Aún lloraba
Samuel.
Lo volví a ver
Negaba con la cabeza, y tenía una expresión triste.
—¿¡Cómo me dices que no, si tú mismo te mataste!?—Grite, y lancé mi daga a mi falso hermano.
—¡Nora! ¡No es real!
Para mí lo era.
Llego la noche.
No volví a comer nada.
El "plato" me lo habían puesto enfrente
Samuel seguía negando con la cabeza
Y yo seguía asintiendo.
Willy se sentó al frente de mi.
—No quiero preguntarte cómo estas, por qué ¿Cómo mierda crees?, pero ¿Cómo estás?
Lo miré a los ojos.
—¿Cómo mierda crees?
—Necesitas comer.
—No necesito nada.
Me levanté y me recosté en la esquina.
Jonas se recostó a mi lado.
Cuando abrió sus brazos, no dude en lanzarme a ellos.
Jonas suspiró
—No puedo pedirte que lo olvides, más si que lo superes.
—No puedes pedirme nada...—Suspiré—Más...puedes pedirme que me vaya
—Nunca. Nunca pediría que te fueras, cielo.
—Voy...voy a intentar dormir...¿Te parece?
—¿Puedo dormir contigo?
No cariño, no puedes
—Prefiero...hacerlo sola
—Sabes que te amo...
Se fueron.
Samuel se fue, mis padres, Miguel, Alex, ¿Ya dije a mi hermano?
El que me juró que estaría conmigo siempre.
Recuerdo que era un día de otoño:
Yo tenía cinco años y el nueve.
Era un día lluvioso.
No recuerdo el mes, pero estábamos sentados en la cama, con vasos de chocolate caliente, mirando los rayos.
Estábamos cubiertos con colchas.
«—Oye...¿ si salimos y nos mojamos?
—Mamá nos va a castigar.— Dijo Samuel
—Pues salgo yo.
Salí de casa, sin que mamá se diese cuenta, camine hacia otra calle, mojándome y bailando en la lluvia
Pero cuando me di cuenta
Me había perdido. 
—¿¡Sam!?—Lloraba, asustada, mirando las casas desde la calle en la que nunca había estado sola.—¿Samuel?
Escuchaba que me gritaban, su voz era más gruesa que de costumbre, pero sin dudarlo, corrí hacia el, pidiendo disculpas como disco rayado.
—No te preocupes, pase lo que pase, yo estaré ahí para ti.»

Esperé a que todos se quedaran dormidos.
Fui lentamente con Guillermo.
Como ya estaba acostado con el pecho en el piso, fue fácil tomar su arma.
Salí, la pequeña puerta hizo ruido, y escuché a Jonas decir mi nombre.
Fui a donde Samuel se había suicidado.
Me senté.
Miré el mar.
Y disparé.

Desperté.
Agitada
Con un sudor frío por la espalda
El típico "cliché" de las pesadillas.
Jonas no estaba a mi lado.
Me levante del piso, y fui a la esquina donde estaba mi hermano.
Suspiré.
El sueño se sintió tan real.
Me di cuenta de que lloré mientras dormía.
Me sentía mal, me recosté a su lado
Lo abrace.
—¿Hmm?—Susurro con la voz dormida
Me acurruqué más.
El tiro que me di. ¿En serio llegaría tan lejos?
Abrace aún más fuerte a Samuel.
—¿Una pesadilla, chiqui?— Me limité a asentir.— No te preocupes. Estaré contigo siempre.
—Ojalá eso estuviera asegurado.
—Recuerda. Mis promesas nunca las rompo.
—Oh, eso lo sé.
Primera vez que dormí cómodamente.

Apocalipsis Zombie #AZY Youtubers/StreamersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora