Capitulo 22, Traición.

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La reja cayó, antes de que yo pudiera hacer nada.

Corrí y les avise a los demás.

Tome el cuchillo, y golpeaba en las rodillas de los caminantes, para después, darles en la cabeza.
Recogí la flecha de la cabeza de el primer muerto que ví.
—Nena, eres peligrosa.
Jonas lo miró con odio, y yo solo evite la risa.
—¡Agáchate!— Lo hizo, y yo disparé al que tenía detrás.
—¡Hey! ¡Gracias!
—¡Jonathan! ¡Deja de coquetear!—Le dijo Mónica.
—¡Por eso es que no debemos quedarnos en un lugar mucho tiempo!.—Grito mi hermano.—¡Recojan todo y Vámonos!
Saque la flecha y corrí.

Salte a la escalera, seguida de Jonathan y Catherine, ellos habían dejado cosas en la azotea.

—Disparas bien.—Me dijo, a la vez que guiñaba el ojo.
—Gracias.—Recogí el soporte, la colcha que había usado Sally, mande un último adiós a su cadaver, junto con el de Guillermo y corrí a el auto, este tenía caja, así que me recosté en ella.

—¿Quieres que te muestre lo que encontré?— Me dijo Samuel.—Mira, el de Cheeto.
—¡Oh por Dios!— Era su espada.
—Te la doy.
—Oh no, yo tengo el cuchillo, tú sabes de esgrima, úsala, amiguito.—Sonreí.
La camioneta arrancó, y tuvimos tiempo de presentarnos.
Jessica era estudiante de bachillerato, ella quería tener especialidad en cardióloga, hasta que surgió el virus.
Mónica era una madre de familia, y Jonathan es su hijo, los dos son altos, con cabello castaño rojizo y ojos negros.
Mark es viejo, tiene canas y ojos marrones, Moreno, algo barrigón, pero eso no le quita su habilidad con el machete y magnum's, una en cada mano. 

Llegamos a una carambola, dejaron la camioneta apartada, y el se bajó a recolectar la gasolina de los demás autos.
Por supuesto, nos enviaron a Jonas y a mí a vigilar, por tener armas "renovables".
Me colgué el arco, y volví a recoger mi cabello.
Cuando estaba suelto, escuche a Jonas gritarme un «¡Cuidado!»
Él Zombie me estiro, haciendo que quedara con la cabeza agachada, saque el cuchillo y lo corté, el disparo, encajándole la flecha en la sien.
Recogí mi liga, y toque mi cabello.
—¡Oh! ¡Gracias Imbecil!.—Le di una patada a el cuerpo ya tirado, le quite la flecha, para dársela a Jonas, y le agradecí.
—Si tuvieras unas tijeras, podríamos arreglar esto.
Bufé.
—Ahora es lo que menos importa, ¡además, solo me descuide un momento!.— Termine de peinarme, sintiéndome más ligera.—Bueno, me hizo un favor.
—El muerto aún tiene aferrado los restos de tu pelo.
—Que se lo quede, como recuerdo.

Regresamos a la caja, todos se sorprendieron al verme con el pelo más corto.
—¡Hey! ¡Yo tengo tijeras!.—La mire, y sonreí.—¿Quieres que te lo arregle?
Sentí mi cabello, la parte izquierda era más corta, llegaba a mi pecho, y la derecha, como lo tenía.
—Por favor.
Mónica terminó; con el cabello hasta la clavícula, de nuevo hice mi peinado.
—Ten, mírate.
Me dio un espejo, y me di cuenta de lo mal que estaba, ojeras grandísimas, algunos rasguños en la cara y tierra, mucha tierra.
Aparte de eso, estaba bien.
Quede muy satisfecha.
—Gracias. Quedó increíble.

Mark llegó con gasolina, pero teníamos que detenernos a comer, aunque nosotros ya lo habíamos hecho.
—Yo puedo ir a cazar.
Jonathan se ofreció de inmediato, y le pidió la ballesta a Jonas.

No cazamos más que unas aves.
—¿Crees que sea suficiente?
—No lo sé, nena.
—¿Te lo tengo que repetir varias veces?
—Es una costumbre.

Hicimos una fogata en el bosque, si ocupaban rastrearnos, sería ahí.
Cocinamos sin ningún inconveniente, y llegamos con las aves encajadas en las flechas.

Los "nuevos" comieron muy bien.
Después nos pusimos en marcha, en la carretera, algunos carros se habían quedado ahí, sin nadie, aunque no nos deteníamos por más combustible.

Algunos durmieron, otros hablaban, yo simplemente actúe el estar dormida.

No tenía ganas de hablar, no ahora.
Cuando la mayoría quedo dormido, yo desperté, escuche a Jonas hablar con Catherine.

—Oye... Quiero... Quiero decirle a una chica que me gusta, es muy linda y toda la cosa, sus ojos son increíbles, aunque casi no me permite verlos cuando quiero.
—¡Oh! Creo saber de quién me hablas...—Entrecerré los ojos, para que pareciera que seguía dormida, pero los seguí mirando.— Entonces... Solamente tienen que estar a solas, como ahora, todos están dormidos, sería un momento perfecto para decírselo. Aunque claro, yo no cuento, ¡Ja, ja!

Algo se rompió dentro de mi, aún seguía si tiendo algo por el.
Traición, es lo que siento ahora, aunque no entiendo el porque.
Para haber traición, debe de haber confianza, y si, la hubo.

Jonas se levantó y abrazo a Catherine.
Movió los labios, pero no me moleste en leer lo que dijo.

Lo único que pude hacer, fue cerrar los ojos y cerrar los puños.
Hijo de puta.
Fingí una respiración profunda, y me relaje.
No es mío, debo aceptarlo.

Apocalipsis Zombie #AZY Youtubers/StreamersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora