Estarás de muerte con ese rímel

90 8 5
                                    

ANNABETH
Annabeth aun estaba impactada por lo sucedido. Leo había vuelto, vivo, con Calipso, y dos mestizos de quince años, uno de los cuales era igualito a Luke. Tenía el mismo sarcasmo y el mismo rencor, además de la cara. Y además, era hijo de Hermes, como Luke.

Estupendo.

Pero ahora tenía que enseñarle el campamento a la nueva chica, Becca. Lo cierto es que era bastante mona. Pelo negro, piel morena, y unos increíbles, grandes e intensos ojos verdes, verdes mar, mas o menos alta... Se parecía un poco a Thalia, en personalidad. Aunque claro, esta chica no era hija de Zeus, eso lo tenía claro. Se parecía mucho a otra persona que conocía, y a otro dios, en cuanto a físicamente y en personalidad. De eso estaba segura.

-Hola.-le saludó.-Soy Annabeth Chase, hija de Atenea, encantada.

-Yo soy Becca di Rizzi, hija de... Eh... No tengo ni idea.-la chica se rascó la cabeza. Annabeth rió.-Atenea es la diosa de la... Uff...

-De la sabiduría.-dijo Annabeth con amabilidad.

-¡Eso! Bueno, el hombre que ha aparecido antes... ¿Era el padre de Tyler?

-Sí. Hermes, el dios de los viajeros, los mensajeros y los ladrones.

-¿Por qué todos nos miraban así?

-Bueno...-Annabeth dudó.-Sois los primeros campistas nuevos que tenemos desde la guerra contra Gea... Y es que, tu amigo... Se parece mucho a un antiguo campista. Luke.

-¿Luke Castellan? ¿El chico que se sacrificó para vencer a Cro...?

-No digas su nombre ahora. Los nombres tienen poder.-dijo Annabeth. Becca murmuró "ni que fuera Voldemort", o algo así. -Bueno, Luke era mi amigo antes de que se uniera a Cronos. ¿Cómo sabes de eso?

-Leo nos explicó algunas cosas antes, como que el árbol de ahí,-Becca señaló el pino de Thalia.-era una chica, Thalia, hija de Zeus, creo.

-Sí, lo era. Se sacrificó por Luke y por mi. Luego, cuando Percy, que es mi novio,-Annabeth no sabía porqué había dicho lo de su novio. Quizá temía que la chica le tirara los tejos, aunque no parecía el tipo de chica tipo Drew.-, Clarisse, hija de Ares, Tyson, un cíclope, Grover, un sátiro y yo fuimos en busca del Vellocino de Oro, la resucitamos sin querer.

Becca se quedó pensativa.

-Leo dijo algo de otro campamento... Para semidioses romanos.

Annabeth sonrió.

-El Campamento Júpiter, sí.

-Pero los dioses son los mismos...

-Sí. Pero sus personalidades cambiaron del paso de Grecia a Roma.

-¿Yo podría ser romana?

Annabeth lo pensó un momento.

-Quizá, pero creo que no. Pareces mas griega que romana. Eres mas... Impulsiva. Los romanos siempre esperan órdenes, respetan las reglas.

-Mmm... Sí, definitivamente soy griega. ¿Me enseñas el campamento?

-Claro.

La visita guiada fue bastante agradable. Le enseñó los establos de los pegasos, pero no pudieron entrar, dado que estaba aun cerrado. Becca decía que había oído voces dentro, pero Annabeth no oía nada. Eso casi confirmaba sus dudas. Luego, le enseñó el rocódromo, el pabellón, el anfiteatro, la Casa Grande... Después, un paseo por el bosque, hasta el puño de Zeus.

-¿Qué es eso de ahí?-preguntó Becca. Señalaba una grieta, la antigua entrada del laberinto.

-Es la entrada al laberinto de Dédalo. Bueno, lo era hasta que el de Norte América se derrumbó tras su muerte hace dos años. No entres ahí, hazme caso.

La Batalla del OlimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora