Hazel no sabe que es un nugget

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BECCA

El campamento era genial. Eso estaba mas claro que el agua.

Fue un rato a la cabaña once con Tyler, a lavar los colmillos. Quizá se podría hacer un cuchillo o algo con eso. También guardó la navaja en la mochila, y se cambió de ropa. Ahora llevaba unos vaqueros cortos y una camiseta con un pegaso pintado en la que ponía "CAMPAMENTO MESTIZO".

Cogió el rímel y lo observó.

Eso era lo único que sabía de sí misma. Un rímel que se transformaba en espada.

Bueno, mejor que un tampax que se transforme en espada... Mas original, pero mas ridículo.

Tyler había cogido una espada de bronce celestial que le había dado un chico de la cabaña de Hefesto. No era tan guay como Coraje, pero era mejor que nada.

-Eh.-dijo una voz a sus espaldas. Travis o Connor, no sabía quien era, estaba detrás suya.-Toca practicar esgrima, ¿os apuntáis?

Tyler asintió, y Becca se encogió de hombros.

-Vale, vamos.

Las clases de esgrima se practicaban en la arena. Por lo visto, había otro campista de otra cabaña, porque no habían suficientes para una clase propia.

-Él es el gran Perseus Jackson, hijo de Poseidón, héroe del Olimpo, azote de los mons...-dijo Connor.

-Connor, para.-dijo Percy, riendo. Luego se volvió hacia ellos.-Soy Percy.

Percy era alto, con el pelo negro, piel bronceada, ojos verdes mar como los suyos... Se parecía a ella. Bueno, ella se parecía a él, porque él era mayor. Tenía algunas pequeñas cicatrices por la cara y por el cuerpo, y sonrisa de surfero. Su sonrisa auguraba problemas. Como la suya

-Tyler.-se presentó Tyler.

-Becca.

-¿De Rebecca?-dijo Percy.

-Más bien de Rebecca Atalanta di Rizzi.-dijo Tyler. Becca le fulminó con la mirada.

-¡Ven aquí, estúpido!-sacó el rímel, lo transformó en espada y se fue corriendo detrás de él. Todos se rieron, pero a ella no le importaba. Se reía también. Sentía que era libre, como cuando se zambullía en el mar.

Al cabo de un minuto, volvieron a los sitios, aun riéndose.

-Bonita espada.-dijo Percy, mirando a Coraje. Él tenía un boli en la mano. Le quitó la capucha y se transformó en una magnífica espada, parecida a la suya.-Hechizada como la mia.

-Sí.-dijo Becca, sonriendo.

Percy era quien explicaba. Por lo visto era el mejor espadachín de los últimos años, o algo así. Los pusieron en pareja para que dieran algunas estocadas al contrario. Becca se puso con Tyler, y descubrió que los reflejos de ambos eran buenos.

Percy detuvo la clase cuando un chico de Hermes fue mandado a la enfermería porque no supo defenderse bien el estómago.

-A ver, vamos. La espada es mas que la hoja. Una demostración... Eh...-Percy miró.-Rebecca Atalanta, ven.

Becca fue al centro frente a él.

-No me vuelvas a llamar así.-resopló.

-Está bien... Becca.-dijo Percy riéndose.-Vamos a ver que eres capaz de hacer.

-Buena suerte, chica delfín.-murmuró Tyler.

Becca se preparó, o lo intentó. Percy hizo un amago de atacar por abajo, pero luego lanzó la estocada hacia arriba.

La Batalla del OlimpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora