Entre gritos y explosiones

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~PEETA POV~ (Uno días después de que Katniss fuera rescatada por el D13)

Día tras día se meten en mi cerebro y hacen estragos en él. Desde el primer día inyectan algo en mi sangre. Es veneno me digo a mi mismo intentando mantener la cordura, porque me hablan de Katniss, de que esta con los rebeldes, de que ha perdido al bebé. No quiero creerles pero que no esté aquí lo hace todo más difícil, que me muestren fotos de ella siendo torturada me mata poco a poco.

Han pasado unos días desde que la perdí. Mi única compañía son los gritos de Johanna y los sollozos de una chica que brama una y otra vez el nombre del traidor de Odair. Me llevan a una entrevista con Caesar, los rebeldes interceptan la señal y me muestran a Katniss, viva, su vientre sobresale a pesar el ajustado traje que seguramente Cinna ha confeccionado para ella. Le dispara a los aviones el Capitolio y algo hace clic en mi cabeza. Le grito a la cámara que me enfoca, le hablo a ella, le suplico que se mantenga a salvo, le pregunto si confía en esas personas, le ruego que proteja a nuestra hija.

...

Odio, además del veneno, odio circula por mi sangre. Odio a Katniss Everdeen por abandonarme con estos psicópatas, me convencen de que ella y la niña que lleva en su vientre son mutos preparados por los rebeldes, quiero no creerles pero mi voluntad ha perdido ante el veneno que me recorre las venas. La odio pero en algún rincón de mi corazón siento que debo protegerla, porque eso es lo que hacemos, nos protegemos el uno a la otra. Esa mañana oigo que atacarán el trece la mañana siguiente y mi corazón bombea demasiado a prisa porque sé que tengo que advertirle, aunque la deteste con todo mí ser. Esa noche en la entrevista con Flickerman lo suelto todo antes de que Snow o los rebeldes puedan interrumpir mi mensaje.

~FIN PEETA POV~

Distrito Trece.

—Katniss... ¿cómo crees que terminará esto? ¿Qué quedará? Nadie está a salvo. Ni en el Capitolio. Ni en los distritos. Y... el Trece... —Él inhala fuertemente, como si luchara por el aire; sus ojos parecen locos—. ¡Será destruido por la mañana!

~KATNISS POV~

Esta aún peor. Su rostro hace muecas casi constantemente por el dolor y en cuanto suelta esa bomba, vemos sangre teñir las baldosas, su sangre. Ahogo un chillido y veo como Finnick me toma del brazo porque empiezo a caer. A mí alrededor, todos están alborotados, sopesan si las palabras de Peeta son de fiar o no, veo a Coin fruncir el ceño, viendo la pantalla, ahora negra, donde antes había estado la demacrada versión de mi trágico amante.

— ¡Callen! —Cada par de ojos cae en Haymitch, que ha salido hace poco del pozo de rehabilitación donde lo habían metido—. ¡No es que eso sea un gran misterio! El chico sólo dijo que estamos a punto de ser atacados. Aquí. En el Trece.

Se inicia el protocolo y bajamos demasiados pisos hasta un bunker. Siento una punzada en la parte baja de mi vientre pero no le presto atención. Bajo los escalones uno a uno, Finn no ha soltado mi mano y lo agradezco porque no podría haberlo hecho sin él, me aferro a él aunque siento la mirada penetrante de Gale a mis espaldas. Los que estábamos en la Sala de Mando somos los primeros en llegar así que en cuanto estoy allí ubico mi compartimiento y leo las instrucciones. Tomo provisiones para tres y espero a que lleguen mi madre y mi hermana. Finnick regresa luego de encontrar su estación y dejar allí las provisiones. Se queda conmigo, que me doblo de dolor de vez en cuando porque la beba está inquieta.

— Son los nervios — le digo a mi acompañante que no ha quitado la mirada verde de mi vientre — por Peeta, el ataque y todas esas escaleras me han cansado también —lanzo un quejido de dolor y él está sobre mí.

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