Langosta y whiskey en las rocas...

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Esta noche un caza talentos nos cita a Rainbow, lo normal de siempre, pues este tipo de sujetos nos buscaban por doquier. Nos encontraban en Whiskey At Go- Go, en Roxy, Girls Xxx... Tanto era su búsqueda al punto del acoso.

Llegaban de traje siempre, con olor de colonia importada de no sé, París tal vez. Su objetivo era el líder siempre, Axl Rose, fácil de convencer pero difícil de manipular. Entrábamos al bar y charlamos un poco, para después llevarnos al lugar en el que se culminaría todo: un restaurante cinco estrellas.
No les importa nunca el gasto, nos aprovechamos de ello. Pedimos los mejores vinos de Italia, el Whiskey más fuerte de Escocia y la selección de carnes importadas de Alemania. Las mejores cenas de nuestras vidas.

El problema no era la comida gratis, ni que nos traten como reyes nos molesta, pero el mal uso de nuestra música y los engaños con los que nos sobornan, es lo que no podíamos tolerar. Como con el sujeto de Seattle que nos engaño.
En fin, estamos esperando a que llegue para tener una cena gratis de nuevo.

-¡Ya tengo hambre! ¿Izzy, por qué no llega ese sujeto? Te dijo que puntual.- Slash se puso irritante.

-¡Izzy no tiene la culpa de que el hijo de perra se tarde maldito negro estúpido! -Defendió Axl, aunque lo sentí mas como ofensa.

-Hey, tranquilos los dos. Ya debe de venir por ahí. -Intervine.

Y así fue. Un sujeto de estatura media y robusto se acercó a nosotros. De rostro amigable y voz pasiva produjo una pregunta.

-¿Guns N' Roses?

-S-Si... ¿Es el caza talentos?-Asegura Duff.

-Claro, si, de Geffen Records. Tom Zutaut. Un gusto muchachos. Vengo a ofrecerles un buen contrato que les convendrá de extremo a extremo, si ustedes me lo permiten.

Se sentó a un lado de Steven, quien le extendió la mano como si ya fueran amigos de toda la vida. Cada uno se presentó con su nombre y él instrumento que tocamos, así lo dictaba la rutina.
La verdad, la primera impresión siempre es muy importante para nosotros, pues nos ayuda a saber cómo tratar a las personas que quieren producir nuestra música. Él señor Zutaut es muy amable, divertido, humilde... Eso da una buena impresión y genera confianza, todos parecemos interesados en sus palabras y en lo que ofrece David Geffen.

-¿Dónde están viviendo? -Pregunta espontáneamente.

-En una bodega cerca de Pine Street, ¿Por qué?- Responde Axl.

-¿Les interesa vivir en un departamento estable con electricidad, gas y agua potable? Porque me imagino que su imagen es muy importante para las groupies, -Sonríe de una manera pícara— ¿O me equivoco, Stradlin?

No. Yo tengo novia, no me interesan las groupies. Al menos ahora, que Ángela le ha bajado a su rebeldía... Aunque no a las drogas, igual que yo y eso de verdad me molesta.

***

Los nombres con que comienzan con A me traen loco. Siempre me gustó ese nombre: Ángela. Me gusta, me gusta demasiado, y mucho más en estos momentos en que lo estoy repitiendo; mirándole a los ojos, como hipnotizado por su belleza. Ángela gime en voz alta, también, repitiendo mi nombre cada que da pequeñas arcadas sobre mi miembro.

Ángela.

Hoy por primera vez no le vi en ese estado demacrado de siempre, ni tampoco percibí el sabor amargo en sus labios al besarle y decirle que yo estaba aquí; que todo estaría bien, que ella saldría de todo esto junto conmigo. Me parece increíble que luego de la plática emotiva que tuvimos, hayamos terminado en la cama.

Izzy... —ella susurra, quedito, plantando un beso en mis labios, yo respondo al aceptar su beso—... Te amo...

Oh, Angie...

—Yo también, preciosa.

Y en ese momento, justo cuando estaba por llegar al clímax, Ángela se detiene en seco. ¿Qué coño pasó aquí?

—¡Eso es genial! ¿Mañana me llevas al Mall, entonces?

***

—No te creo, Stradlin.

—Te lo juro por Dios, Rose...

—Pinche puta... —Exclama Slash antes de beber su botella de Jack. —¿Pero si está buena o son de relleno?

Le lanzo una mirada fría, pues a pesar de todo me parece obsceno preguntar eso.

Me levantó de aquel sofá en seco, pues el hambre comenzaba a acechar en mi estómago y tenía ganas de unas magdalenas y un vaso de leche con chocolate. Entro a la cocina de aquel nuevo departamento y abro el refrigerador... ¡Está lleno de comida! Desde pizza y palomitas para microondas hasta verduras frescas y sopa instantánea. La verdad dudo que no nos vayan a cobrar esto.

—¡Izzy! Mira, tienen latas de atún en aceite y en agua... Barras de cereal de distintos sabores y ¡Popcorn con mantequilla! —Salta de la emoción Steven — ¿Esto es él cielo?

—Casi lo estarás tocando si no reduces tu consumo de sodio... —Recalqué, alboroto su cabello.

—Ay si, ay si... Lo dice él sujeto que escribió Mr. Brownstone ...

Heroína. Carajo, mi maldita droga... De no ser por eso seguramente ya habría muerto de hambre y frío.

You Could Be MineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora