This love is killing me. [Tercera parte] (Eunhae + otros)

Capítulo 2 "Vuestro cómplice" (Faith)

Capítulo 2. "Vuestro cómplice" (Faith)

Al despertar por la mañana, lo primero que hice fue buscar la cara de Hope y acercarme mucho, hasta notar su aliento. Respiraba y eso era lo que necesitaba saber cada día. Me daba pánico amanecer con ella muerta a mi lado, pero por nada del mundo se me pasaba por la mente dormir en camas separadas o en distintos cuartos. Porque quería que el día que se fuera, fuese al lado de la persona que más iba a quererla en toda su vida, yo.

Una vez que vi que estaba bien, me relajé, le di un beso en la mejilla y me desperecé, estirándome y rodando un poco por la cama, hasta que escuché voces que provenían del comedor. Voces de mis padres y de alguien más. Otra voz masculina que conocía bien. ¡Nathan! Salté de la cama, me puse los pantalones del pijama, ya que dormía con solo la parte de arriba y salí disparada del cuarto, en busca de nuestro visitante.

En cuanto su mirada hizo contacto con la mía, sonrió y se puso en pie, abriendo los brazos y esperando lo que ya veía venir. Uno de mis abrazos con ímpetu. Básicamente me impulsé hacia su cuerpo y me colgué de su cuello.

-¡Tío Nathan!-me apreté fuerte contra él, aspirando su aroma y noté toda la adrenalina de mi cuerpo disparándose hacia todas direcciones.

-Mi caballito de mar favorito.-sus manos me apretaron también en la espalda.

-Ojalá nos recibiese a nosotros de la misma manera cuando nos ve.-se burló papá Donghae.

-A vosotros os tengo muy vistos.-les saqué la lengua.

Le solté y se sentó en el sofá nuevamente, frente a mis padres. Yo, me senté sobre sus rodillas sin pedir permiso.

Él era el hermano de Nolan, el que había sido marido de mi madre y padrino nuestro, así que para mi hermana y para mí, Nathan era nuestro tío. Cada año íbamos a verles a EEUU o venían ellos y manteníamos contacto por Skype. Sobre todo con Nolan, pero para mí, Nath era... Era más que mi tío, porque me encantaba, mucho más allá de un familiar. Siempre habíamos tenido una relación especial, nos consentía y cuando estábamos con él, nos cuidaba mucho, pero a mí, desde hacía un par de años, había empezado a gustarme en otro sentido.

-¿Es que no tienes sitio a su lado?-inquirió papi Hyuk.

-Sí, pero me gusta más aquí. Ni que fuera la primera vez que me siento en sus piernas.-le resté importancia.

Llevaba toda la vida, desde que tenía uso de razón, sentándome sobre sus rodillas. Jamás me habían dicho nada, ¿por qué ahora sí? Además, nada de lo que dijeran me haría bajarme.

-Hombre, ahora pesas unos quilos más que cuando eras pequeña, déjale estar cómodo, que es nuestro invitado.

Fruncí el ceño pero mi "tío" negó y puso su mano sobre mi pierna.

-Está bien así. Me gusta que se mantengan las costumbres, eso me hace sentir de nuevo como cuando era apenas un renacuajo.

Su comentario no me gustó. No me gustaba que me viera como cuando era pequeña porque ya no era una niña. Tenía ya quince años. ¿Qué pensaba? No quería que me viese de ese modo, hacía un año no me había visto así... No aquella noche, no cuando, estando de vacaciones en Miami, él había llegado a casa de Nolan, donde nos quedábamos cuando íbamos Hope y yo, y me había besado.

El recuerdo aún me hacía estremecer. Recordaba a la perfección ese momento. Yo me había despertado al escuchar un ruido en el comedor. Me había levantado y me lo había encontrado allí, algo borracho. Sus ojos brillaban de una manera espectacular, y tras mirarme, me había dicho "Eres lo más bonito que he visto jamás, caballito de mar". Luego, se había acercado tanto que pude notar el calor de su cuerpo traspasando su ropa y... Sin yo buscarlo realmente, me había besado.