Capítulo 20. "Mi pequeña Faith" (Faith)
La mujer me miraba con una sonrisa en los labios y los ojos vidriosos, visiblemente emocionada. Se llevó la mano a la boca y se le escapó un jadeo. Yo sentía un nudo en el estómago mientras tenía la cabeza completamente aturdida, aquello que mis ojos veían no podía ser cierto, ella estaba muerta... ¿No? ¿No? ¿Y si...? ¿Y si nuestros padres nos hubiesen mentido? ¿Y si...? ¿Podía ella estar viva? ¿Y las cartas? ¿Los vídeos? Todo aquello...
-¿Faith?-inquirió.
El pecho se me oprimió. Me había reconocido...
-¿Cómo...?-intenté preguntar.
Una lágrima cayó por su mejilla.
-Jamás os podría confundir, nunca... Una madre nunca olvida a sus hijas por mucho tiempo que pase. -dijo con la voz temblorosa.
"Madre". Acababa de confirmar mis sospechas, pero no tenía sentido.
-Estás muerta... Estás...-balbuceé.
No podía estar sucediendo. Empecé a sentirme mal, mareada y mi respiración se aceleró demasiado.
-Cielo, tranquila... ¿Estás bien?
Negué con la cabeza.
-Perdona... No debí venir... Es solo que ya no podía aguantar más lejos de vosotras. Pero, no quiero imponeros nada. ¿Quieres que me vaya? Haré lo que me pidas. Sé que esto ha sido una locura, pero seguí mi impulso...
-No, no te vayas. -negué deprisa.
No podía aparecer de golpe mi madre supuestamente muerta y ahora decir de irse. Necesitaba respuestas, demasiadas respuestas. Así que intenté serenarme un poco. Debía controlar la situación.
-Vayamos a otro lado... Aquí no es un buen lugar. -dije a toda prisa.
No quería ni que Nathan ni que Hope la viesen. Sobre todo, Hope, no quería poner en riesgo su salud y terminar en el hospital. Así que cogí la chaqueta del colgador y salí, agarrando a aquella "desconocida" y "conocida" al mismo tiempo por el brazo y metiéndola en el ascensor a toda prisa para que Nathan no nos detuviese.
Cuando las puertas se cerraron nos quedamos mirando la una a la otra muy de cerca. Podía sentir su olor, algo por lo que siempre había tenido curiosidad al ver sus vídeos y leer sus cartas. Sabía cómo era, pero no cómo olía. Y en ese momento la emoción me invadió. Ella, llevó su mano lentamente a mi mejilla y la posó allí, dejándome sentir su calor. Las lágrimas comenzaron a caer por mi cara y sin más, me abrazó, apretándome fuerte.
Cuando llegamos abajo, me soltó y yo me sequé la cara con las manos, echando a caminar hacia la calle, con ella a mi lado, en silencio.
Caminamos un buen rato hasta que decidí entrar en una cafetería lo suficiente alejada. Nos sentamos una frente a la otra y tras pedir, ella alargó la mano sobre la mesa, cogiendo la mía.
-¿Estás mejor?-inquirió.
-¿Estás viva?
-Sí.-sonrió.
-¿Cómo? ¿Por qué?
-Es una historia muy larga cielo...
-Empieza. Empieza ya, necesito saber, no comprendo nada. -me estaba volviendo loca.
-Me dieron por muerta cuando me dio un infarto... En la morgue del hospital hubo un error y me registraron como "no reclamada", sin identidad... Y bueno, cuando desperté a las pocas horas, me llevaron a un cuarto, pero pese a que fue "un milagro" que hubiese vuelto, no me acordaba de nada. Había perdido la memoria, con lo cual, no avisaron a nadie... No tenían a quién. -mientras contaba la historia podía ver el dolor en su mirada y la angustia que transmitía me hizo estremecer.
Dios... La habían dado por muerta, la habían confundido con una desconocida y había terminado sin memoria ella sola.
-Cuando se dieron cuenta que el cadáver de "Heather" había desaparecido, a Nolan y a tus padres les dieron las cenizas de cualquier otra persona para no hacer público el error y que no les demandasen.
-¿Ellos jamás lo supieron?-se me heló la sangre.
-No... Ellos pensaron que estaba muerta. -había empezado a llorar, aunque intentaba controlarse.
-Dios...
Yo tampoco podía contener las lágrimas. Los cabrones de los médicos, por culpa de su error, habían separado a una madre de sus hijas y también del amor de su vida. Podría haber crecido con mi madre, podría haberla tenido... Todos aquellos años... El pecho me dolía.
-¿Cuándo recordaste?-pregunté apretando su mano.
-Hará un par de años.
-¿Y por qué no viniste? ¿Nolan lo sabe?
Entonces caí en la cuenta de que mi tío Nolan estaba casado... Y sentí mucha tristeza por ella.
-No sabía dónde encontraros, pero sí a él... Sin embargo, cuando vi que había rehecho su vida, no intervine... Nunca llegué a decirle nada. No lo sabe. -negó- Y tras amenazar al hospital con denunciarles, me dieron mucho dinero y os pude encontrar. Hace año y medio.
-Pero nunca hemos sabido de ti...-no lo entendía.
-No debería contarte esto. -se frotó la cara, soltándome la mano.
-No, dímelo. Quiero saberlo todo, por favor. -rogué.
Ella suspiró dudosa, pero asintió.
-Contacté con vuestros padres... Pero tras hablar, me contaron sobre la enfermedad de tu hermana y que algo así podía matarla, así que me prohibieron aparecer...
-¿Cómo? ¿Qué estás diciendo? ¿Papá y papi te prohibieron ver a tus hijas? ¿Y nuestra opinión? ¡No era su decisión! -di un golpe sobre la mesa.
-Faith... Calma. -volvió a coger mi mano- Ellos tenían razón para querer protegeros.
-¡Pero hay otras maneras! No tenían derecho a eso. Se le podía decir de muchas formas a Hope. ¡Joder! No me puedo creer que hayan sido tan egoístas. -sentí muchísima decepción por ellos y mucho enfado.
-Al principio pensé que tenían razón, pero después no podía concebir la vida sin vosotras, así que insistí con un no tras otro como respuesta. Hasta que hace unos días llegué aquí para hablar con ellos cara a cara y se negaron en verme. Por ello hoy no he resistido las ganas de veros y he tomado la decisión de recuperar lo que también es mío. Vosotras. -me miró segura- Faith, he perdido toda vuestra infancia, no quiero perder ni un minuto más de las dos cosas más importantes que la vida me dio y me arrebató.
Toda aquella información era demasiado para procesar en tan poco tiempo. La cabeza me iba a mil, pero lo que tenía claro era que tenía a mi madre allí delante, tocándome, mirándome. Era ella, no había duda. Y... Me acababa de enterar que mis padres me habían arrebatado la oportunidad de tenerla. Habían sido tan crueles como los médicos de aquel hospital. Se me había caído una venda de los ojos y me sentía horriblemente mal.
-Sé que no debí ir a tu casa. Si hubiese salido Hope podía haberle hecho daño y no me lo hubiese perdonado, pero seguí mi instinto. -continuó.
-Si no hubieses venido seguiría pensando que mi madre estaba muerta. -me sorbí los mocos- Pero, estás viva... Mamá. -dije aquella palabra que me sonó muy extraña en voz alta.
Heather rompió en llanto más sonoro y yo me levanté de mi asiento para sentarme en el de su lado y abrazarme a ella. Aquel momento fue especial, mágico. Ninguna de las dos podíamos dejar de llorar y temblar, pero al mismo tiempo nos sosteníamos la una a la otra. Su mano acariciaba mi pelo y el olor de su perfume me envolvía. La calidez del momento me llenó el pecho.
-Mi niña... Mi preciosa y perfecta niñita. -susurró- Mi fé.-tomó mi cara entre sus manos y me besó la frente- Te has convertido en toda una mujercita. Eres tan perfecta, tan tan...
-Parecida a ti. -agregué.
Se le escapó una risita y asintió.
-Has cambiado, has crecido, pero en tus ojos sigo viendo a mi bebé, a mi pequeña Faith.
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This love is killing me. [Tercera parte] (Eunhae + otros)
FanfictionDoce años después Donghae y Eunhyuk viven una vida llena de secretos y mentiras para proteger lo que más aman, su familia. Pero... Las mentiras siempre conllevan un riesgo y tal vez, es demasiado tarde para evitarlo. ¿Qué pasa cuando crees conocer...