Capítulo 25 "Lo siento" (Hope)

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Capítulo 25. “Lo siento” (Hope)





Todo estaba sucediendo muy deprisa. Tenía la sensación de que el resto del mundo y yo, vivíamos en velocidades distintas. En cuestión de una semana, Faith había llevado las cosas mucho más allá de lo que esperaba. En realidad, yo no sentía necesidad de conocer a esos abuelos, yo tenía suficiente con la familia que tenía. Siempre había sido así, pero para mi hermana era distinto, y yo quería que ella fuera feliz. Así que, por eso, había decidido apoyarla en un primer momento, aunque no esperaba que llegase al punto de querer denunciar a nuestros padres. Así que al final, había ido a hablar yo con ellos a solas. Y había sido muy duro… Habíamos terminado los tres llorando. Yo les amaba, pero ella era especial, a ella la amaba más que a nadie en el mundo. Era una conexión especial que no podía ignorar por mucho que pensara que no estaba actuando bien.

Les había pedido por favor que nos dejasen ir. Yo cuidaría de ella. No dejaría que nadie le metiese cosas en la cabeza, y regresaríamos en cuanto ellos dijeran. Estaba segura de que si la dejábamos conocer a nuestros abuelos, se calmaría. Y no era dejarla para que “la niña” dejase de molestar, no, en lo que sí estaba de acuerdo era en que tenía todo el derecho de conocerlos. Aunque las formas de plantearlo no fueran correctas, tenía derecho.

Al final, nos habían reunido a las dos y nos habían contado algo que nos dejó atónitas. Nos explicaron que, de pequeñas, nos habían secuestrado. Y que temían que volviese a suceder. Que había malas personas que querían hacer daño a nuestra familia. Fue todo un shock la verdad. No esperaba algo así. Y aunque yo sí que creí en lo que contaron, por su forma tan llena de miedo y dolor, Faith no. No creyó ninguna palabra. Pensó que era una mentira para meternos miedo en el cuerpo.

Entonces, nos contaron que ellos habían sido famosos y componentes de un grupo de música. Que nuestros “tíos” eran sus compañeros del grupo llamado “Super Junior” y que, al ser famosos y homosexuales, habían sufrido muchos años por un anónimo que había querido separarlos y hacerles daño. El mismo que nos había supuestamente secuestrado. El mismo al que aún temían.

También nos explicaron que cuando papá había vuelto tan “extraño” había sido por un atentado de ese anónimo, no por un accidente.

Toda aquella información era demasiada. No podía creer que realmente existiera gente tan malvada. Y al mismo tiempo, ¿famosos? Nuestros padres… ¿Famosos?
Incluso nos mostraron vídeos, entrevistas, sus CD, sus conciertos… Y nos sentimos estafadas. Incluida yo.

Toda nuestra vida había estado llena de mentiras. Desde el inicio. Me sentí dolida. Nos habían hecho creer una historia falsa. Nos habían mentido sobre nuestros tíos, sobre nuestra historia. Algo tan grave como un secuestro… Teníamos que haberlo sabido. Haber sido consciente de ello.

Saber todo aquello no frenó a Faith… Y a mí me hizo querer empezar a conocer realmente nuestra auténtica historia. Incluida la parte que estaba en Estados Unidos.

Para rematar, Dan me había besado hacía un par de días y aún estaba confusa y avergonzada porque mi reacción había sido largarme corriendo.

Y allí me hallaba yo. En un avión, rumbo al otro lado del charco, con mi cabeza a mil por hora y sin saber organizar las cosas.

Sí, nos habían dado permiso finalmente para ir. Obviamente con cuatro guardaespaldas vigilándonos y con papi. Había sido el trato. Y volver en una semana.

Habíamos hecho primero videoconferencias con nuestros abuelos, con papá y papi delante también. Ninguno de los dos se fiaban de ellos, pero a nosotras no nos parecieron malas personas. Admitieron que no habían tenido una buena relación con nuestra madre, y que se arrepentían cada segundo.

Nuestros padres habían querido venir con nosotras, pero por el miedo de poner en peligro también a los trillizos, que eran muy pequeños todavía, habían decidido solo venir uno de ellos con nosotras. Papi había sido el que nos acompañaba. Papá no quería porque sentía que traicionaba todavía más a Heather.

Nuestra relación con ambos había cambiado. Faith estaba aún más fría y yo… Yo me sentía extraña. Habían sido demasiadas cosas en muy poco tiempo. Muchas mentiras…

Cuando ya no aguanté más de estar sentada, me levanté para ir a caminar un poco por el pasillo del avión y tal cual me puse en pie, se levantó uno de los guardaespaldas. Eso me incomodó. ¿En serio íbamos a estar vigiladas hasta para ir al baño? No quería aquello. Joder, aquella no era mi vida. Bastante que me tenía que esconder para bailar y para subir cosas a las redes sociales porque ellos nos tenían completamente prohibido usar pc a nuestro antojo y nos registraban los historiales de búsqueda de éste y de los móviles.
Ahora lo comprendía todo. No habían querido que nos enterásemos de su pasado. De su grupo y todo eso.

Ambos habían sido bailarines… Y yo no podía compartir mi afición con ellos. Era lo que más amaba hacer y debía mantenerlo en secreto. No me dejaban… Siendo ellos bailarines no habían sabido comprenderme. Me dolió aquello.

-Papi…-llamé su atención.
-Dime, cielo.
-No quiero que me sigan a todos lados. -señalé al hombre.
-Fue el trato, Hope.
-No me va a pasar nada dentro del avión. Por favor…

Suspiró y asintió, diciéndole al de seguridad que se sentase.

El resto del vuelo fue bastante bien, justo al aterrizar, Faith me miró pálida.

-He de ir al baño. Urgente.

Papá negó.

-Cuando salgamos vamos al de la terminal. Ya vamos a desembarcar. -respondió él.
-No. Es muy urgente. Me ha bajado la regla… Si espero iré manchada. ¿Me vas a putear más? -dijo borde.
-No te puteamos Faith… De acuerdo, ve.
-La acompaño. ¿Vale? -le dije.
-Claro. Os espero aquí, no tardéis que hay que bajar ya.

Corrimos al baño y entramos las dos, aunque era minúsculo. Ella se puso el tampón y tras lavarse las manos, abrimos para salir.
Todo pasó muy deprisa, justo cuando salimos al pasillo sentí una especie de picada o pinchazo en el cuello y todo se volvió borroso.

Podía ver, borroso, pero veía. Lo que no podía era hablar ni moverme por mí misma, sin embargo, caminaba, porque alguien tiraba de mí y yo me desplazaba. Podía ver a Faith delante mío, alguien la llevaba sujeta del brazo. Aunque estaba rubia. ¿Por qué estaba rubia? ¿Qué pasaba? ¿Llevaba peluca? Sentí algo extraño en mi cabeza. ¿También yo llevaba? ¿Qué nos estaba sucediendo? ¿Y papi? ¿Dónde estaba? ¿Y los guardaespaldas?

Quería gritar, pero no podía. Y cuando bajamos de las escaleras del avión, nos subieron a un coche, o a un vehículo al menos y el miedo se apoderó de mí.

-Dormidlas ya. -dijo una voz.

No, no, no. ¿Era una pesadilla? El miedo incrementó y noté mi corazón acelerarse. No. Debía mantener la calma. Después de eso, toda oscuridad.

Cuando me desperté me dolía mucho la cabeza y por un momento creí estar ciega ya que no veía nada. Sentí que estaba pegada a otro cuerpo ya que alguien me acariciaba la espalda mientras sollozaba. ¿Quién lloraba? Cuando me fui consciente totalmente me di cuenta de que el olor que me rodeaba era el de mi hermana, y los sollozos eran de ella.

-¿Faith?-inquirí.
-¡Oh Dios! ¡Dios! ¡Estás bien! Hope, ¿te encuentras bien? -se abrazó a mí y me apretó contra ella.
-Estoy bien. -respondí- Aunque no veo nada…
-Nos tienen a oscuras. No estás ciega. -explicó- Antes vi luz bajo la puerta.
-Menos mal…-suspiré- ¿Estás bien? -palpé su cara y le sequé las lágrimas.
-Ahora que sé que tú lo estás, sí. -afirmó- ¿Tu corazón está bien? ¿De verdad?
-Sí, por ahora sí. Pero… ¿Qué ha pasado? ¿Y papi?

No respondió y una idea me vino a la mente.

-Papá y papi… Tenían razón. -susurré con apenas un hilo de voz.
-….
-Mierda… Mierda Faith. Dios… ¿Qué hemos hecho?
-¿Qué nos va a pasar, Hope?

No lo sabía. No tenía ni idea, pero si nos habían secuestrado siendo unas bebés… Si eran capaces de eso… Ahora que éramos mayores… ¿De qué serían capaces? ¿Qué le harían a Faith? Pensar eso me llenó de miedo. A mi… Si me pasaba algo no sería tan grave. A fin de cuentas, mi esperanza de vida era corta, así que no cambiaría mucho las cosas, pero ella… No. No permitiría que nada le sucediese. Mi prioridad iba a ser protegerla de cualquier manera. Haría todo lo que me pidieran con tal de que a ella la dejasen en paz.

Pero al mismo tiempo me sentí triste. Nuestros padres estarían destrozados. ¿Cómo encontrarían consuelo? Si algo nos pasaba… Habríamos destrozado a nuestra familia. Ese peso se me clavó en el pecho.

“Lo siento… Lo siento mucho papá… Lo siento papi.” Pensé.

Yo les devolvería a Faith. Como mínimo si la recuperaban a ella… Podrían salir adelante.

This love is killing me. [Tercera parte] (Eunhae + otros)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora