Capítulo 15

17.4K 1.5K 997
                                    

¡Ya está aquí! Hemos escuchado vuestras plegarias (y amenazas, sobre todo las amenazas jajaja)

No, no es #ViernesDeFriction, pero es #DomingoDeFrictionAtrasadoPorqueSomosMuyVillanas, ¡así que aquí está el nuevo capítulo!

¿Estáis listas/os?


Ryder le quita el arma a Thomas y la coloca en su pantalón. Ambos caminan hasta el coche y esperan a que el chico se baje.

— ¿Dónde están? —el chico tatuado se acerca a la puerta del copiloto y la abre.

—En la mochila —responde el nuevo—. Soy Aiden —le tiende la mano a Thomas.

—Hola, soy Thomas —le sonríe—. Gracias por venir, nuestra amiga está en peligro y estamos todos como locos.

—No es nada, tenía que venir. Hermano, ¿quién sabe disparar? —Aiden mira a Ryder.

—Este de aquí —señala a Thomas—, desde luego que no.

Thomas mira a su amigo, ofendido, y se cruza de brazos apretando los labios.

—Tenía los ojos abiertos —se queja entre dientes.

—Damon sabe, ha ido a ver si los encuentra —Ryder ignora los murmullos de su amigo.

— ¿¡Qué!? —Aiden le mira sorprendido mientras caminan hacia la casa.

—Ya lo sé, joder. Pero no me ha hecho caso, es más cabezón que tú.

Van hacia el interior de la cabaña y todos les miran. Ryder deja la mochila sobre la barra de la cocina y la abre. Todos se levantan, curiosos, y se acercan a ver lo que hay en su interior.

— ¿Qué harán con eso? —pregunta Emma sin despegar los ojos de la mochila.

—Vamos a ver, esto son pistolas. ¿Hasta aquí todo claro?

—No te preocupes, Emma —Thomas le pasa el brazo por los hombros—. Está de mal humor porque cree que cerré los ojos.

—Déjalo ya, perro —rueda los ojos—. Bueno, él es Aiden —le señala.

—Hola, ¿quién de aquí sabe disparar?

—Ya te he dicho que ninguno —Ryder coloca tres armas sobre la encimera.

Thomas suelta un bufido antes de darse la vuelta y sacar un vaso para llenarlo con agua.

—Perro —Ryder aprieta los labios—. Lo siento, ¿vale? Toma —le entrega su arma para que la acepte.

—Ya no la quiero —bebe y sonríe burlesco.

Ryder levanta la mano del chico y coloca el arma en ella.

—Así se pone el seguro y así se quita —Thomas observa con atención—. ¿Lo repito?

—No, mis oídos funcionan igual de bien que mis ojos —Thomas se burla y enarca una ceja.

—Hazlo —le pide Ryder.

Thomas suspira y sigue las órdenes que Ryder le da, luego le enseña el arma.

—¿Bien?

—Lección terminada, buen perro —le da una palmadita en el hombro.

—Guau —dice Thomas imitando a un perro mientras mira el arma en su mano.

— ¿Habéis terminado? —Aiden se impacienta.

—Sí —se da la vuelta y saca otro cargador de la mochila para guardarlo en su bolsillo—. Toma, metelo donde puedas —le entrega otro a Thomas, quien sonríe con picardía.

FRICTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora