Cogi algunas botellas de vodka y las coloque en la canasta de compras, Sasuke en cambio puso sus manos en el whisky.
- ¿A qué hora empezarán a llegar?.-
- Después de las ocho.- Frunci el entrecejo con el afán de que me observará enojada.- Llegó mi turno de prestar la casa, no se porque te molestas. Este acuerdo fue tu idea.-
Empuje el carrito sin observarlo y me arrepenti inmediatamente de dejarlo cuando vi a Karin caminando en nuestra dirección.
- Hola Sakura.- Hice sólo un movimiento de cabeza en señal de saludo.- Hola Sasuke, vine a ayudarte con las compras.-
Solté el carrito de compras.
- Iré a comer algo, estaré en el patio de comida.-
Empecé a caminar sin observar atrás, me parecía un poco injusto que él siga manteniendo sus amistades. Él no tenia que huir como yo. No tenia que escapar de Naruto y de Ino. Los extrañaba, los extrañaba tanto que dolía. Si fuera un poco mas fuerte como él, no me habría alejado de ellos.
Pedí el helado más grande que vendían y lo llene de frutas. Me senté y antes que metiera una cuchara de helado en mi boca lo observe acomodándose en el asiento de al frente. Intente levantarme pero él sujeto mi brazo.
- Detente Sakura.-
- Quiero estar sola.-
- Es lo que has dicho estos siete meses.-
- Naruto.-
Me perdí en sus ojos celestes, celestes como el cielo, el cielo más despejado que podía existir después de una noche de tormentas. Tenia el ceño ligeramente fruncido, en una de sus manos sostenía la llave de su auto.
- ¿Cuál es el problema Sakura? Dejame ayudarte.-
Pensé en Sasuke, en que ahora somos sólo nosotros. Tenemos un mundo, un secreto, una vida.
- No puedes ayudarme Naruto. Nadie puede hacerlo.-
- Para de huir de nosotros, somos tus amigos.-
¿Amigos? Esa palabra me dolió, creí que diría que me amaba o me quería. Pero él dijo amigos como si realmente se hubiera olvidado de los besos y de los días que pasábamos abrazados sin importar que el tiempo se esfumará de nuestras manos.
Me solté de su mano usando mucha fuerza y me sonrió con tristeza.
- Entonces realmente te perdimos.-
Asentí con la cabeza sin observarlo.
- La amistad se termino Naruto.-
Me reincorpore de la mesa dispuesta a marcharme pero él se levantó.
- No tienes que irte Sakura, termina tu helado.-
Él se giró y luego vi su espalda y su cabello rubio dejarme atrás, en la oscuridad. En un lugar donde el tiempo no puede seguir su transcurso, un sueño. Un sueño cruel y despiadado. Las lágrimas cayeron una tras otra, mi pecho se oprimió con fuerza y mi abdomen dolio tan intensamente que temí arrojar todo mi desayuno. A lo lejos vi a Sasuke venir en compañía de Karin, la pelirroja estaba agarrada de su brazo. Limpie las lágrimas lo más rápido que pude y me concentre en el helado.
- Ya está todo listo. Vamos Sakura.-
Asentí casi automáticamente y los seguí cuando se dirigieron a la camioneta, el helado se quedo en esa mesa convirtiéndose en líquido.
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Observe las fotos que tenia de Sasuke en mi celular recostada en el sofá de la sala. Teníamos una foto de niños donde el besaba mi mejilla, aquella foto me parecía tan inocente que la tristeza y el dolor gobernaron mi alma. La música a todo volumen en la terraza me impedía dormir y ver alguna película.