Capítulo 5: Desafío complejo

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Cabeceé soñolienta sonriendo ante las amables palabras de la madre de Light. Aborrecía el hecho de no haber dicho que no a las tazas de té. Mis parpados me pesaban y aún así trataba de seguir el hilo de la conversación. Si quería entrar dentro de la investigación debía de hacer algo, tenía que sorprenderles con mi inteligencia o mis deducciones. Cerré los ojos por un momento sin lograr llegar a una solución que lograra conseguir que brillara como una estrella en el firmamento.

―Madre, deberíamos dejar que fuera a dormir. Debe de estar muy cansada por el hecho de haberse quedado hasta tan tarde para despedirse de sus padres en el aeropuerto―dijo la voz de Light clara como el cristal.

La desilusión atravesó como una estrella fugaz la amable cara de la señora. Asintió dando su aprobación con una cálida sonrisa.

Apenas podía levantar los pies para lograr no tropezarme con el suelo. No tardé mucho en quedarme dormida, aunque fuera en la habitación de la hermana de un inteligente mentiroso. Al siguiente día desayune como uno más y fui a la escuela con Light. La verdad es que entré a una clase al azar y esperé de pies hasta que un último asiento se quedara vacio. Curiosamente di en el clavo, por lo que me ahorré la situación de quedar en ridículo. Con la mano en la mejilla y el codo soportando mi peso me quedé distraída durante todas las clases tratando de encontrar la manera de entrar al caso o al menos acercarme a L o al padre de Light. Al final no saqué ninguna estrategia concluyente, por lo que decidí guiarme por el instinto.

Volvimos mi socio y yo en un hosco silencio. Por su gesto deduje que había preguntado a mis compañeros de clase y había tratado de quitarme del juego escribiendo el nombre japonés que el portal me hubiera asignado. Una sonrisa triunfante me surgió desde dentro y Light me lanzó de reojo una mirada asesina. Aunque más repulsiva me resultó la sonrisa de superioridad que esbozó cuando le reté a jugar a shogi, claro está delante del inspector de policía, que levantó curioso y sorprendido la mirada del periódico.

Fue una larga partida y aún más compleja que extensa. Cogía las piezas con los dedos y las depositaba con una sonora teatralidad, logrando romper el expectante silencio de la sala. Los padres cada vez con menos disimulo se quedaban más tiempo observando el tablero. La que no tenía ningún reparo era la hermana, que deseosa de la derrota de su hermano me daba ánimos. Trataba de aislarme de aquellas interrupciones, si quería ganarle debía volcar toda mi concentración en aquellas fichas.

El jaque mate brotó de mis labios instintivamente y dejé caer mis brazos a los costados, todavía con un cierto grado de hipnotismo por el estado de concentración total en el que me había sumido. Tuve que parpadear varias veces para acordarme de donde estaba y poder apartar la vista del tablero donde mi rey se hallaba invicto. Dándome cuenta de que había estado conteniendo la respiración solté todo el aire que había en mis pulmones con lentitud, eso pareció sacar del ensimismamiento a la familia, que empezó a aplaudir. Claro está, todos menos Light que no había levantado sus ojos marrones del tablero e inspeccionaba la situación con cara de pocos amigos. Una palmadita en el hombro me sorprendió. Giré la cabeza hasta dar con un cuidado bigote y unas gafas cuadradas que acentuaban la seriedad del rostro de Soichiro.

―Nunca había podido ganar a mi propio hijo a este juego―admitió y reiteró la palmada movimiento la cabeza de arriba abajo con actitud aprobadora.

―Siempre me han interesado los juegos de estrategia o los retos mentales como descubrir al culpable a través de pistas, incluso se podría decir que se me dan bien―dije moviendo la mano hacia la derecha con despreocupación para tratar de quitarle importancia―. Siempre he querido ser una detective que atrapara a criminales escurridizos.

Aprecié que tras mi mención se quedó quieto mirando a la nada. Me mordí el interior del labio. Era imposible que no hubiera captado esa indirecta, no podía estar tan sordo y ciego. Repelí el instinto de empezar a golpear rápidamente con el pie en el suelo y traté fingir calma.

―Por cierto, hoy ha pasado una cosa curiosa―respondió el padre―. Había un línea de trenes de doble tendido, excepto cuando llegaba al túnel que solo había un línea simple. Hoy un tren ha ido a atravesar desde una dirección, mientras que otro tren también pero en el sentido contrario. A pesar de eso no ha habido colisión incluso aunque fueran a toda marcha.

Antes de arrugar el entrecejo caí en la cuenta de que me estaba poniendo a prueba, debía de haber algo que se me escapaba y que sería la respuesta a ese sin sentido.

―Señor, lo que sucede es que han salido a una hora distinta―respondí con cautela.

Unos aplausos recibieron mi respuesta y dejé caer mi espalda contra el respaldo de mi asiento aliviada.

―Puede que no pueda asegurar que te conviertas en una detective, pero al menos seguro que podré presentarte a uno que probablemente estará encantado con tu capacidad de deducción.

Traté no levantarme y dar saltos como una posesa, ni dar gritos de alegría. Abrí mucho la boca y me la tapé con la mano al tiempo que decía "muchas gracias" y me inclinaba frente a él. Por fin podría conocer a L.

PERDIDA ENTRE PORTALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora