Capitulo 9.

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Me levanto, me ducho, me seco el pelo, me pongo la ropa y salgo a la calle, voy a comprarme ropa en alguna tienda de por aquí cerca, he decidido ir a casa de Ralf hoy ¿para qué esperar más?

Ayer en la noche le envié un mensaje por teléfono, fui directa, espero que no se le olvide.
Estuve pensando en qué ponerme, tengo mucha ropa en casa, pero no un vestido bonito ni nada de eso, iré a buscar y si no encuentro nada, vuelvo a casa y optaré por mi ropa.

Entro en la tienda y me pongo a mirar vestidos, ¡que de colores! Todos los del arcoiris, sin exagerar, en serio, me gusta uno color verde, así que camino hacia los probadores, entro en uno, me quito mi ropa y me pongo el vestido, es precioso, me queda muy bien, es ceñido.
Pero me doy cuenta de que vale mucho dinero, por lo que tengo que dejarlo en su sitio, no puedo permitirme gastar ese dineral.

Entro en algunas tiendas más pero no encuentro nada, decido irme a casa.

El día pasa con tranquilidad, llega la noche y empiezo a prepararme, una ducha caliente, cuando termino me aliso el pelo, me pongo un jersey, pantalones ceñidos negros, y una chaqueta negra porque hace un poco de frío.

Ralf me espera en la puerta y juntos vamos hacia su casa.

Cuando llegamos los dos entramos, me lleva al salón donde hay una mesa redonda, que tiene colocada flores alrededor y dos copas llenas de.. ¿Batido de frambuesas? Si, creo que si.

Nos sentamos juntos, y ambos estamos callados, ninguno sabe que decir, solo nos miramos y bebemos batido me pongo a pensar si el batido lo ha hecho el o no.

El empieza la conversación de una vez por todas:
¿Como ves el batido? -dice seco.
No sé que responderle ¿como lo veo? Bien, bueno, está bueno. -digo y me quedo mirándole  a los ojos.

Vuelve el incómodo silencio, ahora soy yo la que habla:
Oye Ralf, ¿por qué frambuesas?
El me mira fijamente y responde:
Ya lo sabrás. - Se calla y sigue tomando el batido.

Ven, quiero enseñarte algo -Dice el, en ese momento me da la mano y me lleva hasta el jardín, en el césped hay muchos sobres, de colores rosas, que me sorprende, y en una silla una bolsa de globos para llenarlos.

Atención, te explico, hay 20 sobres, en cada uno hay un regalo, tendrás que elegir uno, cuando lo hagas, no podrás abrirlo hasta mañana por la mañana, ¿de acuerdo? - dice el.

Acepto, le digo que sí y miro todos los sobres, cojo el sobre que está mas lejos, y no lo abro.

El se sienta en una silla y empieza a llenar globos. ¿Qué haces? - Le pregunto.
Llenaremos globos, y saldremos a la calle con ellos. -dice el un tanto pensativo
Te ayudo. -digo y acto seguido empiezo a llenar globos

Es de noche, hay muchas estrellas, y vamos por la calle con los globos cogidos con la mano, yo llevo muchos, de colores, se ve bonito todo.

Finalmente me lleva a casa, le doy un abrazo: Gracias - Le susurro al oído.

A la mañana siguiente, me levanto temprano y en el escritorio dejé el sobre que me dijo que tendría que abrir por la mañana, me acerco y empiezo a abrir el sobre; mi regalo.. Una frambuesa hecha de plástico.

Este chico es un amor...

La vida en frambuesas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora