Capitulo 13

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*** Disculpad la tardanza ***

Suena en mi cabeza la canción de "dis-moi que tu m'aimes" una y otra vez, estoy en la tienda, atendiendo al personal, no entiendo porqué la gente ahora suele pedir mas frambuesas de lo habitual.
Entra una chica, alta, rubia, con ropa elegante, y con pasos firmes llevando unos altos tacones.
Mira con desprecio, pero yo muestro mi lado más amable, el día transcurre con tranquilidad.

Narra Ralf.
Realmente, estoy bien, hablé con los doctores y no mostraron importancia ante la situación que Deily hizo pasar sobre no recordar nada.
Me dan el alta en una hora.

Qué, no has hecho lo que te pedí ¿no? -Cuelgo rápidamente, es increíble como hay personas que hacen lo que sea por putearte.
Esta tia es una puta pesadilla.
Estoy fuera del hospital, esperando un coche negro creo que era no recuerdo, sí, era y es negro.
Entro en ese coche, llévame a casa es lo único que digo y eso hacen.
Llego y abro la puerta, suena "Starboy- the weeknd" y me dirijo de donde proviene la música no sin antes cerrar con llave.
Otra vez aquí? - Digo con todo serio.
Acaso vas a traer a tu amiguita? Sí, esa pordiosera que tiene una tienda en donde se compra fruta y esas mierdas. - Dice irónicamente.
Vete de mi casa.
No sin que antes me des el dinero que me debes. - Este tía no va a irse.
Mira lo que has hecho, imbecil. - Le digo.
Lo sé, pensaba que te atropellaría pero no estarías ingresado tantos días, ahora, dame lo que quiero. -Se cruza de brazos y se sienta en el sofá.
Hija de puta. -Me dirijo a la habitación y cojo el dinero, son billetes falsos, no pienso darle dinero para lo idiota que ha sido.
Aquí tienes Rous.
Y sin mas que decir ella se levanta y lo único que suena es el sonido de sus tacones contra el suelo.
Que te vaya bien Ralf. -Sale de la casa y veo como se aleja a través de la ventana.
Vuelvo a ser yo, o eso creo.
Enciendo un cigarro y le doy una calada, hace mucho que no fumo pero joder, lo necesito.

Narra Deily.
Vengo de la tienda, he llamado a una pizzería y queda como una media hora para que me la traigan me da tiempo a ducharme.

*Ring ring*
Estoy lista así que voy a la puerta, debe ser el repartidor de pizza seguramente.
Me dirijo hacia allí y abro, para mi sorpresa es alguien que no conozco o tal vez sí.
Va tapada y no la veo bien, acto seguido entra acompañada de un hombre bastante alto y grande, se le ve fuerte, me ponen algo en la cara yo intento gritar pero el pánico se apodera de mi y no logro responder a nada, noto como me mareo, la mujer no se quita las gafas, no la veo, se me cierran los ojos, noto que mi cuerpo no responde, finalmente caigo tumbada en el suelo y soy consciente de ello, aunque rápidamente quedo dormida.

La vida en frambuesas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora