Agua, agua -Me despierto asustada y de repente me viene a la cabeza la pesadilla en la que vivo ahora mismo, me levanto rápido y le digo que esté tranquilo que le voy a traer agua.
Salgo de la habitación desorientada pero consigo saber donde está la máquina del agua, meto una moneda y enseguida cae el agua, menos mal que no me pilla lejos.
Corro, y le entrego el agua:
Enfermera, ¿que me ha pasado? -Estoy nerviosa, me llamó ¿enfermera? Si eso creo.
Ralf, cariño, ¿sabes quien soy? -El me mira confuso y en sus ojos noto como se encuentra totalmente perdido.
Esto no puede estar pasando, no, por favor...
Ralf, ¿sabes quien soy? -Insisto y mi cabeza solo piensa en que diga mi nombre o que todo sea una pesadilla y me levante bien el diga que me quiere y nos vayamos de aquí.
No lo sé. -Dice atónito.
No me salen las palabras me quedo callada y salgo de la habitación.
¡¡¡¡Doctora!!!! La busco, no la encuentro y de repente un doctor me dice que qué me pasa, le cuento lo ocurrido y me dice que espere, enseguida volverá.
Me quedo en la puerta caminando en forma de línea para luego repetirla del mismo modo que antes.La doctora entra en la habitación y le hace preguntas a Ralf, el no recuerda nada, ni me recuerda a mí.
De un momento a otro pierdo los nervios y le digo con lágrimas en los ojos:
Ralf, soy Deily, ibas conmigo cuando te pasó todo esto.
Pues no te recuerdo. - Dice serio y secoMe voy de la habitación cojo un taxi y voy camino a casar, mientras tanto caen lágrimas por mis ojos, lo estoy pasando jodidamente mal, cuando llego no tengo llave y no hay nadie en casa, así que me siento en la puerta a esperar que llegue alguien, me pongo con las piernas encogidas y eso me permite apoyar los brazos en las rodillas, y a la vez hundir mi cabeza en estos mientras las lágrimas caen al suelo.
Veo a mi tio entrar al portal, y corre hacia mi, yo solo le digo que abra la puerta y acto seguido lo hace, y me acaricia la espalda de forma tranquilizadora.
Me doy una ducha caliente, y me pongo el pijama, no quiero comer, ni hablar, a mi tio no le he contado nada, no quiero ya que lloraré de nuevo, estoy sensible, decido acostarme y despejarme de todo, solo quiero dormir para no pensar en esta pesadilla que me empieza a comer por dentro, Ralf no sabe quien soy, después de tantas cosas románticas.
A la mañana siguiente, me levanto y desayuno, no me apetece ir a la tienda, ni siquiera ir al hospital, no quiero nada, pero no puedo dejarle, necesito que sepa, que soy Deily, y las cosas tan bonitas que me ha hecho.
Así que me visto, y cojo las llaves, voy al comedor y cojo una chaqueta que dejé en una silla mal puesta, me dirijo a la puerta y cierro.
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La vida en frambuesas.
Short StoryDeily tiene 16 años, es una chica muy alegre y sensible. Pero tiene que marcharse a otra ciudad y lo llevará un tanto aceptable, allí conoce a personas que le agradan la estancia y otras que quieren hacerle la vida imposible, en Toulouse(Francia)...