¿Just Friends? -Romanogers-

-Capítulo 3- "Malestares y una charla"

Natasha's PoV

Habían pasado ocho días desde que Emily había llegado, y no habíamos peleado.

Me encontraba sentada en el piso de mi habitación, limpiando una mancha de la alfombra, mientras que Emily hacía el "desayuno".

Sus habilidades para la cocina no eran muy buenas, pero no me importaba esta vez.

— Ya terminé— anunció ella desde la cocina.

— Bien, yo igual— me puse de pie.

Guardé todas las cosas que usé y me lavé las manos.

Emily ya tenía su creación servida. Se veía asqueroso, pero decidí no decirle.

— Bueno— dije sentándome—, ¿Qué tenemos aquí?— le pregunté mientras revolvía con la cuchara esa cosa a la que ella llama desayuno.

— Avena— dijo sonriente, tomando un poco y llevándolo a su boca.

— ¿Tardaste tanto para hacer esto?— pregunté sorprendida.

— No seas así, quería que quedara perfecto. Y creo que lo hice muy bien— dijo halagándose.

Era hora de la verdad

Tomé un poco y me lo llevé lentamente a la boca.

Sabia muy raro y tenía una consistencia horrible.

— Y, ¿qué te parece?— preguntó ella emocionada. A veces me cuestionaba si era yo la más adulta.

— Um...— me llevé otro poco a la boca. Quizás el segundo bocado sería mejor.

No lo fue.

— No me parec...— no quería hacerla sentir mal, así que me ordené a comer un poco más. De alguna manera tenía que gustarme—. No— dije corriendo al cesto de la basura, prácticamente vomitando todo lo que había comido.

— ¿Qué pasa?— preguntó ella alarmada.

— ¿Qué demonios le pusiste a eso?— cuestioné limpiándome la boca.

— No mucho; avena, vainilla, azúcar, canela, leche— citó

Yo busqué, con cuidado, en la basura, revisando la fecha de caducidad de cada ingrediente que usó.

Tomé la lata de leche y la revisé.

Me alarmé cuando vi la fecha de vencimiento.

— Emily, Dios mio, ¡esto tiene 1 año vencido!— le dije mostrándole la lata.

— A mi no me culpes, estaba en tu gaveta de ingredientes y la tomé— dijo recojiendo los platos para botar el contenido.

— Ten más cuidado para la próxima— aconsejé, tirando la lata al basurero.

— ¿Te sientes bien?- me tomó de brazos.