-Capítulo 24- "Primeras Segundas Citas"

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Cinco meses después

Natasha's PoV

Ya me había acostumbrado a ser madre.

Todo iba perfecto con James y con Steve; éramos una pequeña familia.

Me encantaba llevar a James a pasear en su cochecito al parque, ya que quedaba uno muy bonito cerca de nuestra casa.

Pero no todo allí era color de rosas.

No quería que la vida de mi pequeño fuese expuesta por los medios y la prensa, como la de nosotros.

Claro, como era madre primeriza y no había hecho la presentación oficial de Daniel al público, y tampoco había sido tan vista por los paparazzis en el medio, ellos debían estar encima de mí o de Steve, o de cualquier persona cercana a nosotros.

Era muy incómodo. No podía salir ni a la esquina de la casa sin ser seguida por alguna persona, mucho peor si iba al parque o a la tienda.

— Ya estoy lista— le informé a Steve, parándome en el umbral de la puerta.

— Yo igual— se acercó a nosotros. Llevaba a James, ya de 6 meses, en su porta bebés—. Repasemos las reglas de seguridad— dijo.

— Bien.

— No permitir que le saquen fotos a James, no caminar cerca de los paparazzis, no decir groserías— eso lo acentuó mirándome—. No sacarle el dedo medio a nadie— me miraba acusador—. No hacer leg- scissored a nadie.

— Fue un impulso, y ya le pedí perdón- — me defendí.

Hace un mes, todos estaban en la casa para celebrar y conocer más al pequeño. Tony se pasó de copas y nos pusimos a jugar a defensa personal. Estaba distraída y, sin querer, Tony me golpeó en la mejilla. Me volteé, le di una cachetada y le hice un leg- scissored alrededor del cuello.

— Está bien, vámonos— antes de salir se acercó a mis labios y dejó un casto beso en ellos.

Bajé por las escaleras de la entrada.

— ¿Lista?— preguntó Steve antes de abrir el portón de metal.

Respiré profundo.

—Lista— asentí con la cabeza.

Abrió la puerta y caminamos hasta el parque. Teníamos que ir al supermercado también ese día.


En el camino todo estaba raramente tranquilo.

Algunas personas nos saludaron desde lejos; otras nos decían felicidades, otras me elogiaban por que ya no se notaba que había estado embarazada.

¿Qué puedo decir? El entrenamiento fue muy fuerte.

— Está todo tranquilo ho...

Tenía que hablar.

Como arte de magia, los paparazzis aparecieron.

— Sólo sonríe y saluda con la mano, eso es todo— me dijo Steve en un susurro al oído.

Eso hice.

Eso hice

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¿Just Friends?  -Romanogers-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora