¿Just Friends? -Romanogers-

-Capítulo 13- "Hablemos"

Natasha's PoV

— ¿Por qué no me dijiste que venías ya?— le pregunté a Steve.

— Parece que estabas muy ocupada— dijo entre dientes. Se le escuchaba molesto.

Lo miré confundida.

— Steve yo...— no me dejó terminar la oración.

— Entonces, me voy por 3 semanas y ya estás recuperando el tiempo perdido con otro, ¿No?— Sí, estaba enojado.

— ¿Disculpa? ¿Estás diciendo que te estoy engañando?— pregunté sin creerlo.

Él hizo una mueca sarcástica en respuesta.

— ¿De veras me crees capaz de eso?— me acerqué a él amenazante.

— Em...— dijo Jake— ¿Qué pasa aquí?— preguntó mirando la escena.

— Lo que pasa es que estás saliendo con mi novia— dijo Steve acercándose a él.

— Si tienes que discutir hazlo conmigo, él no tiene que ver en esto— me puse en medio de los dos.

—¿Saliendo con tu novia?

— Lo quieres escuchar otra vez?— se acercó más a él, cerrando un puño, casi estampándolo en su cara.

— ¡Steve!— lo separé—. ¿¡Qué demonios te pasa!?— me estaba alterando.

— Disculpa amigo— dijo Jake separándome de Steve, pensaba que me iba a hacer daño— ¿Engañándote?

— No le hagas caso Jake, él es así— expliqué.

— Ese no es el caso...— dijo mirando a Steve—. Soy casado— notificó.

Tanto Steve como yo abrimos los ojos.

— Wow...¿Felicidades?— comenté.

— Mucho peor aún, Natasha me engaña a mi y tú a tu esposa— dijo Steve.

— ¿Qué mierda te pasa, Steve? ¡Si te calmaras un poco te explicaría, pero si sigues actuando como un idiota te dejaré hablando sólo!— estaba más que molesta.

— Explica entonces— dijo cruzándose de brazos.

Yo rodé los ojos.

— Me fui a caminar un rato hoy y cuando iba cruzando la calle, Jake o este hombre— le hice señas con los brazos—, iba a atropellarme con su auto— Eso no se escuchó bien...—. Pero no lo hizo, y quiso recompensarme con algo. No aceptaría dinero, así que me llevó por un postre— le expliqué.

En vez de quedarse tranquilo e ir a abrazarme o algo, fue directo a donde estaba Jake y casi le da un puñetazo.

— ¿¡Pensabas matarla!?— le gritó agarrándolo por el cuello de la camisa.

— ¡Steve, Dios mío! Suéltalo ya!— fui donde él y comencé a halarlo por la espalda—. Ya lo arreglamos.

Jake pareció entender todo y empujó a Steve atrás, separándose de él.

— Lo siento Natasha, pero creo que es mejor si me voy— dijo mirándome.

— En verdad lo siento, Jake— me disculpé—. Adiós.

— Que te vaya bien. Y felicidades por el bebé, yo tengo dos niñas— dijo con media sonrisa cuando entró a su auto.

¿Quién lo diría? Un hombre tan apuesto siendo padre de dos.