A la mañana siguiente, quiero decir, cuatro horas después de haberme dormido mi querido amigo Paul me despertó porque ninguno de los vagos de mis hermanos lo había sacado a pasear.
- Vamos Paul, haz tus cositas y nos vamos otra vez a dormir...- bostecé mientras me sentaba en el banco y lo soltaba para que hiciera sus cosas- Yo... te esperaré aquí.
Unos movimientos me despertarón de mi hermoso sueño con un cuarto rojo y un Patch atado a mi disposición.
- Papá déjame un ratito más...- murmuré estirando mi mano y tocándo la suabe mejilla de papá.
Espera, mi padre no tiene la piel tan suabe.
Abrí los ojos de golpe y una risa de hombre, ronca, baja y muy conocida me enfureció.
- ¿Qué haces aquí?- gruñí. Miré a mi alrededor y aún era muy temprano. Lo miré, miré a mi alrededor y me asusté- ¿Me has seguido?
Él sonrió con diversión- No, parece que el destino nos quiere juntos.
- ¡Ja! Más quisieras.
Miré que llevaba ropa deportiva, unos pantalones cortos anchos dejando ver sus piernas tonificadas, y una sudadera negra con letras en el medio. Y por finalizar el conjunto una bolsa de deporte a su espalda. No podía ser más idiota... él iba a entrenar. O no, porque se sentó a mi lado.
Recordé lo que hacía allí y me levanté de golpe. Él me miraba sentado des de el banco.
- ¡Paul!
Mi grito pareció sorprenderlo. Frunció el ceño y miró a nuestro alrededor.
- ¡PAUL!
No aparecía, ¿dónde se habrá metido? Amstel empezó a murmurar cosas y apretar los puños.
- ¿Y a tí que te ocurre?- le dije.
- ¿Quién es Paul?
Rodé los ojos, y un golpe a mi espalda hizo que cayera al suelo. Un golden retriever me había placado.
- Paul, hijo de puta, me has roto las tetas.
Oh, mierda.
Abrí los ojos asustada, lo había dicho sin pensar. Una carcajada profunda sonó por encima de mí. Paul me estaba metiendo el ocico entre las piernas mientras Amstel estaba por el suelo partiéndose de risa. Nunca imaginé verlo de ese modo, tan... corriente.
- Quita, guarro- lo empujé de allí, y me levanté para ponerle la correa- Espero que te hayas quedado satisfecho porque la próxima te llevará tu madre.
Empecé a alejarme de ese imbécil, con el pulgoso, y con todo mi orgullo, o el que me quedaba, me fuí con la cabeza alta.
Sentí como corría detrás de mí.
- Espera Alex- lo miré mal y empezó a alargar la x hasta decir mi nombre completo- ssandra, esto... ¿estas bien?
Lo fulminé al ver como se le asomaba una sonrisa- Sí.
- Anda, no te enfades, venga. Ahora que empezábamos ha llevarnos bien.
- ¿Llevarnos bien?- me giré hacía él enfadada-Tú, Chico con nombre de cerveza, estás fatal. Además eres un capullo, nunca nos llevaremos bien.
- ¿Chico con nombre de cerveza? ¡Espera! - seguía andando y el íba detrás de mí- ¿Puedes explicármelo?
- Es muy fácil, genio- Le dí una sonrisa burlona y él me fulminó- Tu apellido, porque supongo que ese no es tu nombre.
- Supones bien- se cruzó de brazos con una sonrisa y alzando una ceja.
- Es el nombre de una cerveza.
Él me miró ceñudo, y yo lo imité. Se cruzó de brazos y yo también, ninguno decía nada, nos miramos fijamente y de repente rompimos a reir.
- Vale, vale...- intenté calmarme.
- ¿Porqué nunca?- dijo de repente.
- ¿Porqué nunca de qué?- lo miré sin entender.
- ¿Porqué nunca nos llevaremos bien?
- Oh...- miré como me miraba- Somos muy distintos, y yo no soy tu tipo- me señalé el pelo- No soy rubia, ¿recuerdas?
Él rió- Qué pena que yo nunca me dé por vencido.
Rodé mis hojos harta de este tipo- Ya basta, tengo que irme.
Me dí la vuelta y cogí más fuerte a Paul, este empezó a andar.
- Esto Alessandra- me giré a verlo, tení una sonrisa lobuna en la cara- ¿Quieres un masaje?
- ¿Un masaje?- le dije confundida.
- Sí, para tus tetas- hizo un extraño movimiento con sus manos y empezó a reir.
- Cerdo repulsivo...- le eseñé el dedo del medio- ¡Que te den!
- ¡Tú, algún día!
Idiota, gilipollas, imbécil, retrasado... ¿como se le ocurre? ¿Por qué mierdas me sonrojo? Al abrir la puerta el reflejo de mí en el espejo del comedor me hizo dar un respingón. Por Patch... ¿y Amstel me había visto con estas pintas? ¿Y por que me preocupo? Dios cada día voy peor... Tenía el pelo medio recogido y muy rizado de ayer. El chandal viejo de color gris de papá me iba enorme y parecía un enano guarro.
- Qué más dá...- miré en el salón, pero no había nadie- ¡CHICOS!
Entré en la cocina y había una nota en la nevera.
"Hermanita,
Los chicos nos vamos al gimnasio con papá,
recuerda que no hay agua. Si quieres ducharte
tendrás que venir aquí. Por cierto, papá quiere
respuestas a tu llegada a las 3. Tráete a Paul,
los dos teneís que entrenar.
Tu hermano favorito,
Lex"
Idiota presumido...
Me preparé el desayuno: pan tostado con mermelada de melocotón y un rico café con leche. Cogí ropa para hacer deporte, aunque solo era por no sentirme mal ya que no haría tanto como para sudar, y ropa para cambiarme. Gel de baño y champú para el pelo. Me recogí el pelo en una cola alta y me coloqué la ropa deportiva que había elegido. Me puse una sudadera al verme muy destapada, normalmente utilizaba Tops para entrenar, ya que eran los más cómodos, y una camiseta más larga. Cogí las cosas de Paul para hacer deporte y preparé unos ricos sandwiches para todos los del gimnásio. Eran mi segunda família. Recordé a Lee y decidí llamarla.
- Hola amigo del espacio exterior, este es el contestador de Lee, no tengo tiempo para tí y menos si no eres fan de One Direction, a no ser que seas Rosy o tú Ruth, ¡os quiero amorcitos! ¡MIERDA ALEX ESTO NO TERMI-
Reí y decidí enviarle un mensaje. Ya contestaría. Decidí ir corriendo al gimnásio con Paul, le puse su correa y lo até en mi cintura. Me puse la bolsa a la espalda y tras haber limpiado todo el desorden, y cerrar la puerta de casa con llave, decidí empezar a andar.
Hoy, aunque estábamos a invierno, hacía bastante calor, y ya empezaba a hacerme efecto. No tenía más de diez minutos andando por el camino corto, pero había decidido hacer el largo para calentar los músculos. Paré para quitarme la sudadera, la guardé en la bolsa y seguí trotando con Paul hasta llegar al pequeño edificio.
Hora de empezar.
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Su próximo objetivo.
RomanceAlexandra Rose Drew, Alex para los amigos, es la personificación del aburrimiento. Su vida se basa en: 1- Sobrevivir a las sobreprotecciones de sus hermanos mayores. 2- Evitar que su padre se case con una cazafortunas y la humille delante de su mej...