Lee estaba sola esperándome en la entrada del instituto.
- Vamos retrasadas- me avisó estudiándome.
Apoyé mis manos en mis rodillas y respiré. Había corrido des de mi casa, y sabía que aún así no llegaría. Cuando hube calmado mis pulmones de no sangrar, pude responderle.
- Lo sé,- tomé aire- ayer estube ocupada con los trabajos que no pude hacer.
- Oh, claro- dijo aún con la misma pose- ¿Y qué fué lo que te ocurrió?
Me quedé callada y analizé su comportamiento. Tenía los brazos cruzados al pecho, ropa oscura, y casi no iba maquillada, además que estaba a la defensiva.
- ¿Estás enfadada?- pregunté dejando caer mis ombros.
Lee me miró y deshizo sus brazos para suspirar sonoramente. Empezó a temblar, y eso solo ocurría cuando quería explotar.
- Eh, eh, tranquila...- la abracé- estoy aquí- hicé unas caricias en su espalda y ella aumento su agarre.
- No lo parece- dejé de acariciarla pero seguí con nuestro abrazo.
- Siempre estaré.
- Siempre...
Sonreí escondiendo mi rostro en su cuello.
- Parecemos Augustus y Hazel- reí. Ella también rió.
- Sí, pero nuestro pequeño infinito será eterno.
- Anda deja de ser tan cursi- le golpeé el trasero haciendo que ella riese.
Nos separamos y nos fuímos a sentar cerca la puerta para la segunda hora. Lee suspiró tras yo sentarme y me miró nerviosa.
- Sé que estos días he estado muy pesada con el tema de Amstel- que extraño oir ese nombre cuando conoces su verdadero- pero quería que supieras que creí que era por el bien de los dos. Yo también ando con él, y nunca antes lo había visto como lo ví ese día contigo...- sonreí recordando las luces en su rostro mostrando su tan especial sonrisa que estaba extrañando-... y esto, Rosy- me llamó sacándome de mi ensoñación- ¿hay algo que deba saber?
Mordí mi labio inferior y negué.
- No, nada.
Quería mantener lo de Odín y yo bajo candado hasta que estuviesemos listos. No sabía a dónde nos llevaría lo que hicimos el otro día, pero estaba segura que seguiría al pie de cañón con él.
- De acuerdo...- me miró con extrañeza y una sonrisa en su rostro, negó- Por un momento creí que tú... Nada, es una tontería- rió.
Mordí la carne interna de mi mejilla.
- Bueno, al caso, que creo que deberías hablar con él, por que no solo a él lo sentí distinto. Tú estabas no sé como explicarlo... distinta.
Miré como Lee intentaba explicarse concentrada. Imaginé lo difícil que sería hablar conmigo, siendo que temo estos temas.
- Yo solo quiero lo mejor para ti Rosy, y si es Amstel quién te dá esa felicidad... entonces yo te apoyaré en todo.
Miré como retorcía sus manos nerviosa.
- Grácias Lee, por todo.
Ella suspiró y me sonrió.
- Joder, morena. Pensé que ibas a cabrearte- reí.
- Esa es mi rubita- la cogí por el cuello haciendo que gritará- Shh... no dolerá.
Reimos y cuando llegó la segunda hora nos levantamos y fuímos a nuestras respectivas aulas.
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Su próximo objetivo.
RomanceAlexandra Rose Drew, Alex para los amigos, es la personificación del aburrimiento. Su vida se basa en: 1- Sobrevivir a las sobreprotecciones de sus hermanos mayores. 2- Evitar que su padre se case con una cazafortunas y la humille delante de su mej...