Capítulo 11

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-No lo tienes en ti, guapa, no vas a hacer nada.-se burló nuevamente y en su cara de ella.

-¿No? Pruébame. Tócale un cabello y lo vas a lamentar-respondió Lucero sin dejarlo de apuntar. Pero no hizo caso, simplemente asumió que Lucero no le dispararía, que todo lo que le había dicho era solo un palabrerío. Agarró a Cristina por el torso y la cargó por encima del hombro, a lo que Lucero respondió disparándole a una pierna. Cayó al suelo de inmediato y Cristina con él, pero rápidamente se incorporó y paró detrás de Lucero.

-Fallaste-dijo agarrándose la herida y disimulando el dolor.

-¿Pero lo hice? No te vas a morir por una bala, no. Te vas a morir lentamente, desangrado, me vas a servir como un mensaje para la rata asquerosa de tu jefe. Dame tu teléfono.-le ordenó seriamente.

-No me da la gana...

-¿No te da la gana?-le dijo acercándose a él.

-No.-la desafió. Lucero pisó su herida, causandole mucho dolor.

-Dame el teléfono-le exigió nuevamente. Él se resistió, pero no aguantó el dolor, tan solo pasaron unis segundos y cedió ante sus peticiones. Lucero encendió la pantalla, sin siquiera saber porqué y se impactó al ver una foto de una niño pequeño, mostrando a la cámara, con una sonrisota, que se le había caído un diente.-¿Es tu hijo?-pero no recibió más que un gran silencio por respuesta.-Ah, ¿no me vas a responder? Perfecto.-dijo dirigiéndose a la puerta, llevándose a Cristina consigo.

-Espera-gritó el tipo justo antes de que saliera-Si es mi hijo, pero por favor no le haga daño.

-¿Qué edad tiene el niño?-le preguntó desde la puerta.

-En tres días cumple seis-le respondió sin despegar la mirada del suelo.

-Maldita sea-dijo por lo bajo, solo Cristina pudo escucharla, pues estaba a su lado.-Vas a trabajar para mi y antes de defraudarme por el maldito de Ventura, te lo vas a pensar dos veces, porque no solo te mato a ti, si no que también tu hijo. En unos minutos llegará una ambulancia, estabas limpiando un arma y estaba sobada.

-No tengo un arma de fuego, no me van a creer.-Lucero le sacó las balas restantes a su pistola, de todas formas si llegaba a necesitarla, tenía otras dos en el auto, siempre andaba preparada para lo que sea que pudiera ocurrir.-la quiero de vuelta esta misma tarde.

-¿Dónde se la dejo, jefa?-preguntó, Lucero sonrió.

-Aquí-dijo saliendo y cerrando la puerta tras ella. Bajaron al Lobby y avisaron al portero que iban a necesitar una ambulancia y le pagó para que no hiciera preguntas.

-Lucero-la llamó Cristina cuando estuvieron ya en el auto.

-Dime.-le respondió poniendo en marcha el motor.

-No vas a matar a ese niño.

-Por supuesto que no voy a matar al niño, ¿qué clase de monstruo crees que soy?

-Eso le dijiste...

-Se llaman amenazas, Cristina. El no está en posición de dudar de lo que digo. Me habría creído cualquier cosa que le dijera, aunque fuera absurdo. Se llama "tocar el punto débil", deberías aprender a hacerlo-dijo justo antes de acelerar el auto, por el retrovisor miraba a la ambulancia llegando.

-Todo lo tienes planeado, ¿verdad?

-Te mentiría si te dijera que si. Pero si voy dos pasos más adelante, lo cual es excelente. ¿Sabes quien me hizo así?

-Mi padre, lo sé.-dijo mirando hacia afuera. El resto del paseo lo pasaron calladas. Lucero llevaba a Cristina a su casa, en el camino solo pensaba en qué tan diferente sería su vida luego de esa tarde. Sabía que si no fuera por Fernando, podría regresar todo a la normalidad, aunque solo se mentía a sí misma, pues siendo prófuga de la justicia, ciertamente ya nada nunca volvería a ser normal. Ella iba a vivir el resto de su vida escondida, poniendose nerviosa cada vez que pasara una patrulla policial por su lado y obviamente eso no iba a cambiar aunque dejara de ser la Reina. Por muchos años había estado involucrada con robos, asesinatos, crimen organizado, ella fácilmente se sumaba una cantidad enorme de años en prisión y de esa, no tenía manera de salir más que huyendo del país. Habiendo llegado a la casa, apagó el motor y esperó a que Cristina se bajara -dile a Carla que hubo un cambio de planes y que Eddie me pidió que nos viéramos en en cuartel en lugar de pasar por mi aquí. Cuida a Kobbie y ayudala con Fernando, por favor.

Jaque Mate [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora