Capítulo 21

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-Lu, ¿quién es Mateo?

-Nadie...-dijo secándose las lágrimas.

-¿De verdad crees que me voy a tragar eso? Mi amor, yo estoy aquí para escuchar todo lo que necesites decir-ella cerró los ojos y siguió derramando lágrimas.

-Es que no sé, es algo demasiado personal.

-Acabamos de hacer el amor...-Lucero suspiró.-¿es un tipo?-preguntó luego de unos segundos de silencio.-Mi vida, si te quedas embarazada, sería el mejor de los regalos para mi... Ese tal Mateo te hizo daño, pero yo no soy él.

-Mateo no es un hombre, Fer...-dijo con una expresión confundida.

-¿No?

-No.

-¿Entonces?

-Es mi bebé-dijo llorando ahora con más fuerza. Fernando estaba sorprendido, demasiado, la abrazaba, pero le era difícil salir de ese estado de shock.

-Pero... ¿Nació muerto, mi vida?-le preguntó tratando de digerir la información.

-Si hubiese podido nacer, habría sido perfecto. Me mataron a mi bebé-dijo cubriéndose el rostro con las manos.-todo iba bien...

-A ver, princesa, platícame bien.-dijo abrazándola más fuerte.

-Hace unos años, seis, yo no estaba bien. Yo me sumí en una depresión muy profunda. Carla y los chicos siempre me sacaban de casa y nunca me dejaban sola. Una de esas noches, Kobbie me llevó a una fiesta de un amigo suyo y yo tomé demasiado... Kobbie igual estaba muy pasado de copas... Una cosa llevó a la otra y terminamos teniendo sexo. No es que me acuerdo mucho de esa noche... Quedamos en que nadie nunca se enteraría y la verdad es que hemos hecho bien porque nadie lo sabe, solo tu y porque no sé cómo diste con el nombre. El chiste es, de esa noche, me quedé embarazada y no me enteré hasta que ya estaba de tres meses, estaba tan feliz. Mi bebé estaba sano-dijo sonriendo, con la mirada perdida, pero llena de ternura.-estaba bien. A todo esto, la única que lo supo, fue Laia. Cuando tenía cuatro meses, me tocó ir a chequearme. Ese día fui sola porque Kobbie estaba en Polonia y Laia tenía unas cosas que hacer contigo. Estaba demasiado feliz porque no solo ese día supe que era un niño, sino que también se movió por primera vez y así se pasó todo el día.-se tocaba el vientre, como por puro instinto, detuvo de repente y se puso de espaldas a Fernando.

-¿Qué pasó, mi amor?-le preguntó tras besarle la nuca. Ella suspiró.

-Un tipo se cruzó un semáforo en rojo y el impacto fue estrepitoso. De milagro sobreviví, tuve mi pierna rota, la clavícula y el craneo fracturados. Tenía igual las costillas lastimadas, pero no fracturadas. Tuve una hemorragia. Para cuando llegué al hospital, creían que me iba a morir. Lograron detener la hemorragia, pero ya era tarde para mi bebé, ya había muerto-dijo llorando fuerte nuevamente. Fernando le dio vuelta y la abrazó fuertemente. Se sentía un idiota. Tantas veces le había dicho que ella nunca había estado embarazada, tantas veces vio esa reacción molesta cuando lo decía, sin darse cuenta que lo que estaba haciendo era lastimarla más al recordarle lo que le había sucedido. Su pequeña había sufrido tanto... Le dolía y más por ser la causa de parte de ello.

-¿Has ido al psicólogo, mi vida?

-No.

-Te voy a llevar.

-No hace falta. Siempre estoy bastante bien, hasta que llega este momento del año. Me pongo muy susceptible, pero es que me duele mucho. Demasiado.

Jaque Mate [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora