Capítulo 31

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-Lucero-gritó Eddy mientras volvía hacia ella.-Lucero, por favor.- La vio levantar la cabeza con una mirada de pavor. -¿Estás bien?-preguntó sacándola del auto, ella no le decía nada, solo lo miraba con los ojos muy abiertos, asustada.-Respóndeme.-le pidió.

-¿De dónde vino eso?-le preguntó mirando hacia atrás.

-No sé, pero lo averiguaré-dijo besando su mejilla y abrazándola después.-¿estás bien?

-Si. Me asusté por mi bebé, no por la bala en si.-dijo mirándolo a los ojos.

-Eres la persona más valiente y más frágil a la vez que conozco-dijo riendo.

-Bueno... no le tengo miedo a nada, menos después que una bala me atravesó y aquí estoy sana y salva. Pero ahora llevo un bebé dentro de mi y si sería mortal para él o ella.

-Tranquila. Márcale a tu novio para que pase por ti, voy a pedir refuerzos y el auto es ahora evidencia.-ella asintió mientras escribía un mensaje a Fernando. Eddy tomo su pequeño radio.-necesito refuerzos al Hotel InterContinental, tenemos un 187A.

-¿Qué es eso?-le preguntó bloqueando su teléfono.

-No sé, solo decimos numeritos para asombrar gente-dijo riendo.

-Ya dime-dijo pegándole en el brazo, riendo también.

-Es intento de homicidio.

-No creo que hayan intentado matarme.

-¿Cómo puedes estar segura?

-Es sencillo, este disparo lógicamente vino de una distancia larga, no corta, por lo que necesariamente implica un francotirador, si falló es porque quería fallar.

-¿Cómo sabes?

-¿Escuchaste algún arma disparándose?

-No.

-Exacto. Los francotiradores no fallan.

-Vivo en una película.

-Es el negocio, bebé. Trabaja con la milicia...

-No necesariamente.

-Ese entrenamiento es especial, trabaja con la milicia.

-No te quiero más en este salón, ¿está bien? Y menos sola.

-No va a pasarme nada.

-Lucero, esa bala estuvo a punto de atravesarte el cuello y ni siquiera sabemos quién está detrás de ti.-dijo agarrándola de los hombros, ella desvió la mirada. El celular comenzó a timbrarle, era Fernando. Genial, sabía que este también la trataría como si estuviera enferma.

-Dime, amor-contestó el teléfono, Eddy se burló de ella.

-¿Cómo que intentaron matarte?

-Yo no dije eso, dije que alguien me disparó y ahora el auto es evidencia.

-¿Dónde estás?

-En el salón, pero no te vayas a volver loco, no pasa nada en este lugar.-dijo muy convencida, se espantó un poco cuando un sobre rojo pasó cerca de su cara y cayó en su pie, Eddy estaba de espaldas. Se bajó a recogerlo, decía su nombre, la misma letra. Miró hacia arriba de inmediato tratando de encontrar quien lo había lanzado, pero no vio más que una ventana abierta y seguro no tenía nada que ver, aunque estaba en la posición exacta de donde pudieron haber lanzado la carta, pues se aseguraron de ponerle una vara de metal para que cayera justo a sus pies y que el viento no se la llevara. Sujetó su celular con el hombro y procedió a abrir el sobre.

Jaque Mate [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora