19. Destinos cruzados

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Disclaimer: Como sabrán, ninguno de los dos dramas me pertenecen.

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Capitulo 19.

Destinos cruzados.

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Joon Gu agito el pequeño contenedor pero no bebió el liquido, empezaba a sentirse mareado y no era bueno que él también se emborrachara, después de todo, se suponía él estaba ahí con la intención de cuidar a Seung Jo. Si años atrás alguien le hubiera dicho que terminaría siendo algo así como el mejor amigo del genio Baek, se hubiera reído hasta el cansancio.

–Sírveme –pidió un Seung Jo embriagado. Tenía la mirada apagada y el porte de autosuficiencia de siempre seguramente estaba de vacaciones. En pocas palabras, se miraba deplorable. Joon Gu le miro con pena. –¡Ash! No me mires así, imbécil.

Las palabras de Seung Jo salieron torpes y arrastradas, como todo borracho. Joon Gu hizo como que no escucho.

–Por hoy fue suficiente alcohol. Vete a bañar.

–El alcohol me ayuda a olvidarla. Además, nadie te pidió- - -

La frase quedo perdida entre el alcohol y los balbuceos. Como los otros días, Seung Jo no podía hablar de Oh Ha Ni por más de minutos sin ponerse melancólico. Era deplorable, pero Joon Gu creía que para un tipo como Seung Jo, perderse en el alcohol era la acción más humana que demostraba que estar fuera de la vida de Ha Ni le estaba destruyendo.

Aun no lo asimilaba.

En realidad, ninguno de los conocidos de Ha Ni podía creer que después de tantos años de persecución y de amor incondicional (de parte de ella), todo terminara de esa forma, excepto Christina, la novia de Joon Gu, parecía ser la única persona que veía normal. Muchos decían que era porque la chica no conoció a Ha Ni y su obsesión por Seung Jo en la época de colegio, pero ella siempre alegaba que una relación tan unilateral, estaba destinada al fracaso.

Y aunque el resto no lo creyera, Seung Jo empezaba a creer lo mismo. Pero que lo creyera, no lo hacía fácil de digerir. Y mucho menos lo aceptaba.

El reconocía que siempre vio a Oh Ha Ni como alguien pequeña, inocente, torpe y que necesitaba de él para seguir. Podía sonar egocéntrico, pero ella siempre se lo había hecho saber así. Seung Jo no era el único culpable. Ha Ni se mostraba dependiente y él se acostumbro.

Para Seung Jo la idea que Ha Ni dejara de quererlo era inverosímil. ¿Cómo sobreviviría ella sin él? Era bobo en solo pensarlo. Seung Jo reconocía que era frio, indiferente y que le molestaba que las cosas no estuvieran dentro de su control, y también recordaba cómo Ha Ni siempre causaba problemas, específicamente, como le causaba problemas a él. Al principio odiaba eso, Seung Jo solo queria seguir viviendo su vida, tranquila y sin sobresaltos, pero Ha Ni se metió en su vida como humedad y se quedo instalada muy dentro de su piel. Con el paso del tiempo Seung Jo se acostumbro a las disculpas y las promesas de mejorar y salir adelante para agradarle a él.

Y eso le gustaba.

En pocas palabras, Seung Jo la cuidaba, a su modo, pero cuidaba de ella. Y Ha Ni lo sabía, lo supo siempre, que él no era de las personas que hiciera cosas ridículas o del tipo promedio. Así que era lógico y de sentido común saber que no cambiaria.

–¿De nuevo tomando? –Christina entro al restaurante que ella y su novio habían fundado años atrás. Al fondo Seung Jo y Joon Gu daban una imagen un poco deplorable.

–Estábamos por terminar. Acompañare a Seung Jo a tomar un baño.

Y dándole un pequeño beso a su novia, obligo al genio a levantarse. Éste le miro con resentimiento, pero se dejo, todo le daba vueltas y su mente estaba llena de pensamientos y contradicciones.

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