14. Vacio

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Disclaimer: Como sabrán, ninguno de los dos dramas me pertenecen.

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 Capitulo 14

Vacio.

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Giro en la cama con pereza. Los ojos los sentía pesados y la cabeza le dolía a horrores, sin embargo, por primera vez en muchas semanas, Ha Ni podía decir con absoluta convicción que había dormido en paz, sin tener pesadillas. Los recuerdos de la noche anterior se mantenían frescos, cada lágrima derramada, sus torpes balbuceos sin sentido y las pequeñas caricias de confort de parte de Jae Kyung.

Se quedo sentada a mitad de la cama, con las rodillas flexionadas y la cabeza oculta entre ellas. Ya no tenía lágrimas que llorar, era como si su cuerpo se hubiera quedado seco, o en su defecto, estuviera harto de sufrir. La noche anterior, para Ha Ni, represento ese efímero y casi inexistente límite entre la voluntad y la nada.

Algo había cambiado.

Durante años albergo una cantidad desmesurada de sentimientos amorosos, dulces y sinceros por Seung Jo, no importaba si era frio, indiferente o arrogante, a los ojos de Ha Ni todos esos defectos podían ser compensados con la mínima muestra de cariño, sin embargo, en los últimos meses había descubierto que eso estaba mal... que ella estaba mal.

Nadia más que la propia Oh Ha Ni era la culpable de su sufrimiento. Ella sola había idealizado hasta cierto punto a un Seung Jo que no existía. Albergaba en su mente y corazón la esperanza de que él cambiara, pero los milagros no existen. Las personas no cambian; progresan y modifican su comportamiento cuando los resultados serán redituables o se obtendrá un beneficio. Ha Ni se preguntaba si había sido tan tonta como para creer que el amor sería suficiente para mejorar el carácter de Seung Jo.

'Si. Lo fuiste.' Era lo que su subconsciente le respondía.

–Las personas solo cambian ligeramente a beneficio cuando el deseo de mejorar viene de la propia persona. Cuando se busca ser feliz y hacer feliz a esa persona especial –le había dicho Jae Kyung semanas atrás. –El amor es poderoso, cuando es de dos.

Y aquellas palabras por fin cobraban sentido para Ha Ni. No era quien para desmeritar los sentimientos de Seung Jo, pero estaba más que claro que la intensidad con la que amaba ella y él, era distinta. No había punto de comparación.

Pero después de tanto sufrir había llegado al límite.

–Solo debes dejarlo ir –Oh Ha Ni había arrugado la frente y se había negado a entender. O mejor dicho, a creer. Para Ha Ni, dejar de querer a Seung Jo era algo tan imposible, que de escucharlo le causaba gracia. Era una idea que su mente no coincidía, pero ahí, en la soledad de aquella habitación, supo que aquello sí que era posible.

Se sentía vacía, era verdad, pero a la vez liberada. Su corazón y su raciocinio estaban en un extraño letargo, donde ni se entendían ni se perdían. Era como estar flotando en la nada, no había nada por que llorar pero tampoco nada porque reír. En su pecho el hueco de desolación se hacía cada vez más grande, pero su alma maltratado y adolorida empezaba a sanar.

Era como la calma después de la tormenta.

–Ha Ni ¿Estas despierta? –la cabeza de Jae Kyung asomo tras la puerta. –¿Estas llorando? –pregunto preocupada, entrando de lleno en la habitación, solo para quedarse a medio camino, al ver cómo Ha Ni levantaba la vista, totalmente limpia de lagrimas, pero carente de emociones.

–Creo que me he quedado sin lágrimas –dijo, intentando parecer graciosa, pero solo consiguió que a Jae Kyung se le oprimiera el corazón. –Pero estoy bien, por primera vez en días me siento ligera y sin preocupaciones.

–¿Segura?

–Sí. Segura.

Y Ha Ni no estaba mintiendo. Se sentía ligera, o al menos ella quería llamar a ese sentimiento de soledad y vacio de esa forma, ya que era menos deprimente.

–Woo Bin-idiota nos ha invitado a desayunar.

–Lo siento Jae Kyung-unnie, pero no tengo hambre. ¿Importa si me quedo a dormir unas horas más? –la joven heredera se acerco hasta darle un abrazo y ser ella misma quien la arropara.

–Está bien, pero en verdad te quedaras a dormir. Nada de hacer cosas raras o que te pongan en peligro ¿Eh?

–Tampoco es como si me fuera a suicidar –contesto Ha Ni. Jae asintió medio convencida y abandono la habitación.

Oh Ha Ni dio un largo suspiro. No sabía lo que estaba haciendo de su vida, era la primera vez que se sentía así, bueno, lo correcto sería decir que era la primera vez que NO sentía. Era tan extraño entender que toda aquella gama de sentimientos que por años albergó, tras tantos golpes y humillaciones habían implocionado hasta llegar a ser un suspiro que escapo en una horrible y desesperante noche de lágrimas.

Cerró los ojos con cansancio, pensando que por primera vez, la persistente caracol de Noé se había topado con un muro tan alto, resbaloso y sin grietas, que la había llevado al extremo del esfuerzo, intentando pasarlo y llegar a lo que estaba escondido del otro lado, pero que a fin de cuentas, se había mantenido imponente.

–Tal vez no era para mí...

Y con ese último pensamiento y un sentimiento de vacío, se quedo dormida.

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–¿Estás segura de dejarla sola? –pregunto Woo Bin, aun no muy convencida de dejar a su Little lady sola, tomando en cuenta su estado de depresión-desilusión.

–Creo que por esta vez, lo mejor es dejarla descansar.

–Si tú lo dices.

Jae Kyung dio una última mirada al edificio donde vivía.

–¿Y a donde me llevaras? Se me antoja pasta o pizza –dijo Jae en un tono ligeramente más alegre.

–¿Bromeas? Como pretendes comer eso ha estas horas de la mañana –renegó el príncipe Song. Jae Kyung rodo los ojos y subió al deportivo. –¡Te estoy hablando muy enserio mono!

–Yo también. Así que deja de lloriquear y conduce.

Woo Bin estuvo a nada de volver a rezongar, pero la mano traviesa de Jae Kyung llego hasta el interior de uno de los muslos de él y una pequeña sonrisa seductora se instalo en sus labios, haciendo que el príncipe de la mafia perdiera por unos segundos la concentración.

–No hagas eso... –la voz de él salió mas ronca de lo normal. Con una agilidad maestra atrapo la mano que había estado jugueteando cada vez más cerca de cierta zona prohibida y jalo de Jae Kyung, desapareciendo casi el espacio entre ambos. –Creo que pizza es una buena opción... –y cuando se dispuso a besarla, el timbre del celular interrumpió, dándole a Jae la oportunidad de escapar.

–Matare a Yi Jeong.

Pero tras responder la llamada, supo que en realidad a quien tendría que matar, no era exactamente a su amigo.

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Yo se que ustedes querían saber que paso con GaEul pero ... paciencia ;)

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