11. ¿Puedo dormir contigo?

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Capítulo 11: ¿Puedo dormir contigo?

Había caído la noche, nunca había conocido a alguien que me hiciera reír tanto como Kellan lo había hecho, luego de nuestra cesión de besos descontrolados en la cocina habíamos cenado pizza mientras hablábamos de muchas tonterías. Nunca me imaginé que él sería tan gracioso y relajado. Había sido mi mejor noche en mucho tiempo. Tenía que confesarlo, él me había hecho sonreír como hace mucho no lo hacía.

Buenas noches Mall — se despidió Kellan con una media sonrisa.

Buenas noches — le sonreí de vuelta. Y ambos fuimos a nuestras habitaciones. Me adentré en el cuarto y empecé a desnudarme hasta quedar en sostén y bragas, pasé por un espejo mirando mi figura, definitivamente mi cuerpo estaba cambiando, mi vientre estaba hinchado levemente y me gustaba, aunque estaba engordando me sentía hermosa, porque sabía que era por mi bebé. Él lo era todo para mí y me importaba un bledo ponerme redonda si en un par de meses conocería a mi criatura.

Fui al baño y lavé mis dientes para luego salir y colocarme mi piyama. Apagué las luces y me acosté tratando de conciliar el sueño, pero se me era imposible estando con otra persona en una casa que no era mía, en una cama que no era la mía. Me puse de pie y tomé mi almohada, era la idea más loca que había cruzado mi cabeza pero no quería dormir sola, necesitaba la compañía de alguien, eran esos momentos en los que necesitabas que alguien estuviera contigo dándote ese apoyo que sola no podías darte a ti misma, así me sentía yo ahora. Necesitaba un abrazo, uno que me dijera que todo iba a estar bien, uno que me dijera que no me dejarían sola nunca.

Llegué a la puerta de Kellan y mis inseguridades habían salido a flote impidiéndome tocar la puerta, porque de un momento a otro me había puesto tan nerviosa que la almohada temblaba entre mis manos, me armé de valor y toqué la puerta débilmente y luego me abracé a la almohada para tratar de ocultar la inmensa desesperación que tenía. ¿Y si se había dormido?, no me quería ir. De repente la puerta se abrió dejando ver a un somnoliento Kellan frotándose los ojos soltando un bostezo, estaba en bóxers mirándome con el rostro adormilado.

Yo paseaba mi mirada por su escultural cuerpo, nunca creí que tendría un cuerpo así, un intenso calor me había invadido de repente. Él me miró con extrañes y bajo su mirada hasta la almohada que abrazaba como niña pequeña.

¿Qué haces aquí? — sonrío divertido.

¿Puedo dormir contigo? — susurré mirándole suplicante. El frunció el ceño pensándolo. — Por favor — mi voz había sonado en un tono de súplica. Su silencio era mi respuesta. Bajé mi mirada resignada al ver que no decía nada, ahora me sentía arrepentida y humillada, no podía si quiera verle la cara. Me di la vuelta para irme cuando su voz me detuvo.

Está bien, pasa — le miré algo anonadada pero entré al cuarto que se encontraba a oscuras debido a la falta de luz. El arrojó varias almohadas al suelo dándome la impresión de que dormiría en el suelo y me dejaría la cama para mí.

No, no qué haces — se detuvo y me miró obvio sin decir nada.

Si duermes en el piso, dormiré contigo — dije decidida él me lanzo una mirada que no logré descifrar.

No te lo permitiré, además, estás embarazada por Dios, no te dejaría hacer algo como eso — me regañó.

— ¿Pues entonces por qué no duermes conmigo? — dije haciendo un puchero. Suspiró. Sabía que había ganado.

De acuerdo — dijo a regañadientes y empezó a recoger las almohadas colocándolas nuevamente en la cama. Sonreí internamente victoriosa. — Con una condición, tú de tu lado y yo del mío — asentí y le ofrecí una sonrisa de agradecimiento a lo que él respondió rodando los ojos y negando con la cabeza. Ugh, que amargado se pone por las noches. No quisiera vivir con alguien así.

(1:23Am)
No podía creerme aún que estaba al lado de Kellan en una misma cama escuchando su suave respiración a mi lado. Nunca me imaginé que tendría a un ser tan perfecto así de cerca mío. Empecé a sentir mis párpados pesados y cómo iban cerrándose lentamente cayendo en un profundo sueño, con el rostro pasivo de Kellan como último recuerdo.

Me removí incomoda sintiéndome demasiado acalorada, cuando abrí mis ojos, los cerré nuevamente gracias a que la luz me había cegado. Solté el agarre de Kellan, por alguna extraña razón estaba tomándole la mano mientras él tenía su mano sobre mi vientre abrazándome mientras estaba boca abajo con su cara en mi cuello. Intenté quitármelo de encima pero se resistía el muy desgraciado. «Para no quererme contigo no me quieres soltar» Pensé con ironía.

Mall, no te vayas — dijo con la voz soñolienta y con sus ojos aún cerrados apegándose más a mi. Su aliento chocó con la piel sensible de mi cuello dándome cosquillas, poniéndome la piel de gallina.

Tengo que salir — le susurré tratando de safarme de su agarre. Me estaba sintiendo horrible, tenía que salir urgentemente o este momento pasaría de lindo a asqueroso.

No — susurro en respuesta abriendo un ojo para mirarme.

Por favor — le rogué. — Necesito ir al baño — le expliqué para que me liberará de una vez por todas. Él abrió ambos ojos esta vez y me observó como si no me creyera, luego de ver la expresión en mi rostro soltó su agarre y al fin pude levantarme. Salí disparada hacia el baño sentía las nauseas en mi garganta y como todo lo que había comido la noche anterior se devolvía. Cuando acabé, bajé la tapa del váter y lo limpié. Estaba un poco mareada, pero nada fuera de lo normal. Vi una figura parada a mí lado sabía que era él, sólo no quería que me viera como estaba. Daba asco. «Como todas las mañanas. Genial no.»

¿Estás bien? — preguntó con preocupación. Asentí. Supongo que ver a una chica tener arcadas matutinas no era algo regular en su vida diaria. Lastimosamente para mí si. Me puse de pie apoyándome en el lavamanos aún con mis ojos cerrados, me sentía muy mal. Me lavé el rostro y enjuagué mi boca. Miré a Kellan que aún seguía allí, algo en su mirada me decía que no me creía en lo absoluto. Pasé por su lado caminando con pesadez arrastrando mis pies, solté un bostezo de un momento a otro tenía sueño y quería dormir. Me sentía cansada. Volví a la cama y me lancé a las suaves sabanas, el olor de Kellan inundando mis fosas nasales, era delicioso y aunque parecía raro de entender me ayudó a quedarme dormida nuevamente.

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Hey guys!! Como están, estoy publicando más rápido de lo normal lo sé, pero todo por una buena causa. Qué tal el cap, ¿Les gustó?, espero que sí. Aún no se porque sigo escribiendo tonterías pero buehh que podemos hacer. Obviando esa parte díganme ¿Quieren más escenas así Mallory&Kellan? Porque si es así, vienen muchas más.
Pd: Mallory Adams en multi.
Pd2: gracias por sus votos, ME ENCANTA!!!!, me siento que alucino de felicidad. Siii!!!
Su apoyo me motiva a continuar la novela y por ustedes es que siempre me dan ganas de seguir, muchísimas gracias.

Los amo un mundo, bye💋💋

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