Cap. 1

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Sentí su mirada sobre mi en el instante que baje del autobús, no me moleste en ver en su dirección, sabia que estaba allí, siempre estaba allí, esperándome.

Solo recordar que el siempre me esperaba hacia que la sangre se acumulara en mis mejillas, en ese instante, poniendo mi mejor cara de poker mire en su dirección, sus ojos, una mezcla del marron y el verde, brillaron al encontrarse con los míos de un marrón normal, aburrido, sonrió haciendo evidencia de sus hoyuelos y sacudió su mano en mi dirección.

Contuve una sonrisa, era siempre la misma rutina, bajaba del autobús, nos mirábamos, el me saludaba con una hermosa sonrisa, yo contenía la sonrisa tonta que siempre llegaba luego de su saludo y lo ignoraba, corrí la mirada y entre en el instituto contando los minutos en los que el se tardaría en llegar hacia donde me encontraba, a este chico le encantaba ser rechazado.

Ashton Irwin llego a mi lado sosteniendo su mochila en su hombro, su cabello castaño claro con algunos bucles mas corto de cuando lo vi la semana pasada, ya iban 3 años de la misma rutina, dudaba que a el le gustara, solo era su diversión matutina.

— Hola, dulzura. — Sabia que estaba sonriendo, ni siquiera hacia falta que lo mirase.

Ese tonto apodo dominaba mis sueños, ni siquiera se por que me llamaba así, pero me encantaba que lo hiciera.

— Hola. — Respondí con tono gélido, pero por debajo disfrutaba de esta rutina, alegraba mi mañana.

— Wow, repentinamente hace frió. — Sacudió sus hombros con exageración. — Creo que moriré de hipotermia. — Bromeo.

Quería reír, mi labio templo conteniendo la risa de su comentario, y el lo noto, por el rabillo del ojo vi su sonrisa ensancharse.

— Ah. — Abrí mi casillero por poco estrellándolo en su cara, lo que causo que hiciera un gran esfuerzo para no carcajearme, y metí la muda de ropa que tenia en mi bolso allí.

— Cuidado dulzura. — Se apoyo en los casilleros a mi lado. — Muchas sufrirían si le ocurre algo a este bello rostro. — Su ego tan elevado como siempre.

— Pues ve a acosar a esas chicas. — Guarde unos cuantos libros en mi bolso.

— ¿Acosar? ¿Crees que te acoso? Yo veía esta relación como una amistad muy rara.

— Tu y yo no somos amigos. — Lo mire atentamente al decirle esas palabras, tenia la esperanza de que se le quedaran grabadas en fuego así se alejaba de mi.

Lentamente sonrió. — Haré una fiesta en mi casa.

Rodé los ojos al ver su cambio de tema, había ignorado por completo mis palabras.

— ¿Y eso me incumbe por que...? — Cerré mi casillero y me aleje de el, dos largas zancadas y ya estaba a mi lado.

— Te estoy invitando, dulzura. — Se rió.

Lo sabia, siempre que hacia una fiesta me invitaba, y la respuesta siempre era la misma.

— No iré.

Poniéndose frente a mi, bloqueando mi camino dijo. — ¿Por que siempre rechazas mis invitaciones?

— Porque no me agradas. — Mentí.

Lo rodee al ver que no se movía y seguí mi camino, el volvió a alcanzarme.

— Estas mintiendo. — Fue firme en esa respuesta.

Reí.

— ¿Que te hace creer eso? — Inquirí.

— Hoy es el aniversario del día que nos conocimos. — Sonrió al terminar de decirlo.

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