Angelus

Capítulo 11

P.O.V Clio

Estamos a domingo y sinceramente estoy derrotada, la fecha ya se acerca y cada vez tengo que poner más trabajo en proteger a Lucy y resulta agotador hacerlo sola, solo tengo ganas de dormir.

Me pongo debajo del chorro de la ducha y espero que me relaje un poco.

Ya vestida con mi cómodo pijama que consiste en unos pantalones cortos con rayas blancas y azules combinados con una camiseta de tirantes azul con un bonito conejito blanco en el centro y tras secarme el pelo me meto directamente en la cama con la intención de dormir lo máximo posible.

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Un ruido pesado e insistente me despierta, doy vueltas en mi cama molesta, tras unos segundos reconozco que es el timbre de la puerta.

Intento ignorarlo y que sea quien sea que está llamando se canse, pero el sonido no para y me viene en la mente que puede que sea algo importante.

Me levanto arrastrando los pies, bajo las escaleras intentando no caerme ya que aun estoy medio dormida.

Voy hacia la puerta, la abro lentamente y me encuentro a la última persona que en estos momentos quiero tener delante de mí, Cres.

Lo observo de arriba abajo, lleva puesto unos pantalones tejanos rotos con una fina camiseta de color gris de manga larga conjuntado con unas deportivas que tienen pinta de ser muy cómodas.

Levanto una ceja al observar como el también me repasa de arriba abajo y me cruzo de brazos para intentar tapar un poco mi cuerpo, aun que se que ese gesto resulta inútil.

-Clio..- Suena como un suspiro.-T-ee-echo tanto de menos... - Intenta acercarse a mí con pasos torpes.

Todo el huele a alcohol.

-¿Estas borracho?- Mi voz suena ronca por culpa del sueño.

-Noo... yo solo... quería verte.- Su voz suena rasposa.

Se acerca peligrosamente a mí, tanto que puedo oler el alcohol que desprende su aliento, incluso puedo llegar a identificar que ha estado bebiendo Vodka.

Su aliento golpea mi cara y antes de que pueda pensar en algo me pega contra la pared del interior de mi casa.

No puedo negar que su contacto me disgusta porque es mentira, fugazmente recuerdo lo que paso en el instituto y el nerviosismo se apodera de todo mi ser al pensar en que puede volver a pasar algo parecido o incluso peor.

Cuando miro hacia su cara me reparo en observar con atención sus suaves y apetecibles labios, la sensación de cansancio se ha ido y ahora mismo estoy más despierta que nunca.

Subo la vista para encontrarme con sus ojos y no se me escapa que su mirada esta puesta directamente en mis labios, de repente empiezo a notar mis labios secos y sin pensármelo paso la lengua entre ellos haciendo que los ojos de Cres se dilaten.

No puedo pensar en nada, tan solo puedo limitarme a observarle y desear que se acerque más.

-No deberías haber hecho eso...- Susurra con una voz ronca que hace que todo mi cuerpo se estremezca.

Y de repente noto una presión en mis labios y rápidamente me pierdo, me pierdo entre sus labios, entre sus suaves labios, besándome de una forma que me encanta, cada vez el beso va aumentando la intensidad y la temperatura de nuestros cuerpos empieza a subir.

Con un movimiento rápido envuelvo mis piernas al rededor de su cintura y el responde agarrándome con fuerza y pegándome más contra la pared.

Paso las manos por su bonito y suave pelo mientras el va depositando una hilera de dulces besos en el cuello que me hacen estremecerme.