Me levante de la cama torpemente ya que había escuchado el despertador, el sol me daba en toda la cara, ¿quien narices a abierto la persiana? Dije susurrando en voz baja para mi misma.
Busque las zapatillas debajo de la cama y salí al comedor.
-Hola cielo ¿como dormiste?-dijo ella pellizcandome el moflete.
-Bien.-dije sin mucho entusiasmo.-voy a desayunar.
-No. Ya te hice yo el desayuno.- dijo con una gran sonrisa.
-Gracias- dije algo dudosa.
Se dirigió a la cocina y me lo trago muy entusiasmada.
-Que aproveche- dijo con una gran sonrisa.
Me quede mirando el desayuno, era colacao y tostadas con mermelada y la mire.
-Mejor me lo preparo yo, este dejaselo a papa.- dije levantando y dirijiendome a la cocina.
-¿Que tiene de malo este?- me miro fijamente.
-Pasas tanto fuera de casa que ni sabes que no me gusta la mermelada ni el colacao.- dije apoyada en el marco de la cocina.
-Yo...-dijo sin mirarme.
-Da igual.- dije fríamente y seguidamente deje de recostarme en el marco de la puerta de la cocina y entre.
Me prepare un vaso de leche, una tostada untada con tomate y con pavo.
Me senté en la mesa y comencé a comer. Escuche un pequeño portazo de la puerta principal.
-Hola.-dijo sonriéndonos.
-Hola cariño- fue ella a darle un beso, yo simplemente ni mire.
-Hola princesa.-me dio un beso en la cabeza.
-Hola.-
-He conseguido las cajas que me pediste.- dijo mirando a Mama.
-Perfecto.-sonrió ella.
-¿Cajas, para que?-dije mirándolos.
-Esto...veras...-dijo sin saber como comenzar a hablar.
-Lo que quiere decir Papa es que necesita esas cajas para embalar cosas.- dijo mirándole.
-¿Y para que?-
-Por que nos mudamos.-dijo serio.
Me comence a reír a carcajadas.
-Es broma no, no sera hoy el día de los inocentes y yo no lo sabia-aun reía pero menos fuerte.
Se miraron los dos a los ojos.
-No es ningúna broma-me miraron los dos.
-¿Y por que "nos mudamos"?-dije irónicamente haciendo gestos raros.
-Para pasar mas tiempo juntos-dijo el acercándose para tocarme el hombro.
-Ni me toques.-le dio un golpe en la mano.-¿Ahora de repente os interesáis por mi no? Tantos años sin venir, sin casi llamar, sin sabes si estabais vivos. Y de repente me dices que quieres pasar tiempo conmigo? Pues ya es demasiado tarde, por que yo no quiero estar con vosotros, con dos personas que prácticamente me han abandonado.
-¿Enserio piensas eso de nosotros?-dijo mirándome serio.
-¿A caso crees que si no lo pensara no lo diría?- dije duramente.
-Te tienes que venir con nosotros te guste o no, además, la casa ya esta vendida.-
-¿Y mi opinión no importa no? O espera claro, nunca a importado.-dije llendome a mi habitación.
Estaba tan enfadada que no quería estar en el mismo techo que ellos. Asi que llame a Andres, no sabia a quien acudir.
-Andrés-dije dudosa
-Hola-dijo alegre.
-Necesito hablar contigo.-dije sentándome encima de la cama y cruzando las piernas.
-¿Estas bien?¿Te ha pasado algo? Esperame que voy para tu casa -dijo con voz de preocupación.
-Espera, espera, espera. Quedamos a donde nos conocimos vale, no quiero que vas a mis padres.-
-¿Tus padres?-pregunto dudoso.
-Ahora te cuento.- colge.
Me vestí con unos tejanos negros y una camisa cuadriculada. Me recogí el pelo con una coleta alta y salí de la habitación.
-¿A donde vas?- dijo el enfadado.
-A la calle- repondí sin casi mirarle.
-Tu no te vas.-
-Dejala anda-dijo ella.
-Si me voy.-
Iba a abrir la puerta pero me agarro del brazo y me dio un estirón brusco dejándome la marca de su agarre.
-¿Que vas a pegarme?- dije desasiendome de su agarre.
Abrí la puerta y me fui. Mientras bajaba las escaleras me masajeaba mi brazo.
Fui al bar donde ya estaba Andrés.
-Hola-dijo viniendo a mi y abrazandome.
Yo lo abraze y seguidamente en su pecho me puse a llorar de impotencia.
-Oye, no llores-dijo abrazándole las fuerte y dándome caricias en la espalda.
-Y ahora que are yo sin el ballet?-dije casi sin voz.
-Tranquila, encontraremos una solución.-dijo con vos tranquilizadora.
-Vale-.suspire.
-¿Y esa marca en tu brazo?- me cojio el brazo cuidadosamente y lo miro.-¿Quien te ha hecho esto?-dijo con voz seria.
-Esto....-dije sin mirarle.-Ha sido él, mi padre. No me dejaba salir y me agarro.-
-No voy a dejar que te quedes con ese monstruo vale.-dijo levantándome la barbilla y posando un suave beso sobre mis labios.
-Gracias-dije secandome las lágrimas.
-¿Por que?-pregunto curioso.
-Por siempre estar ahí.-le Sonreí.
-En todo casi te tendría que dar las gracias yo a ti.-sonrió.
-¿Porque?-pregunte dudosa.
-Por volverme loco cada vez que sonríes.- dijo posando su vista en mis labios.
-Vas a ponerme roja- me tape la cara con las manos.
-Mejor-sonrió picaron.-¿vamos a caminar?-
-Claro-
Me agarro la mano y me acerco un poco a el y comenzamos a andar sin rumbo.
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Andrés
Teen FictionEn ese instante me acorde de él, Andrés, quien un día me dijo:"Tienes que fijarte en los pequeños detalles de la vida". Calque una y otra vez ese corazón que me había empapado de recuerdos en tan solo unos instantes, se me hizo imposible no sonreír...