Me encontré con unos ojos fríos que me miraban con dureza y rabia.
-¿Quien es este tío?-dijo enfadado mi padre mientras recorría con su mirada como me abrazaba.
-Mi novio.- trague salva.
-Se puede saber desde cuando tienes novio.-dijo dándome un tirón fuerte en la muñeca para separarme de Andrés.
-Eso a ti no te importa.-dije mirándole como el me miraba, como intentando arrancarme el alma.
Entonces fue cuando me dio una bofetada tan fuerte que hizo que casi me cayera, pero por suerte estaba hay Andrés par sostenerme.
-¿Estas bien?- dijo aún sosteniendome y mirándome con dulzura.
-Si.-dije con los ojos algo llorosos.
Andrés se puedo delante de mi como protegiendome para que mi padre no pudiera tocarme.
Vi como Andrés lo cojia fuerte del cuello y lo estampada contra la pared.
Estaba rabioso, lo notaba por la manera como le agarraba el cuello, veía como le estaba dejando la marca de las uñas en él.
-Como vea que te hacercas a ella, que la miras o que le pones un dedo encima, vendré en persona y te juro que te miraré a los ojos y introducire mi mano en tu pecho hasta arrancarte el corazón y mientras te mueres como una miserable cucaracha are que te lo comas.-dijo esas palabras y lo soltó.
El solo se quedó hay tosiendo ya que casi se queda sin respiración.
-Ves a buscar algunas cosas que te hagan falta vale.-dijo masajeandose las manos.
Yo simplemente asentí con la cabeza y fuy hacia mi habitación a cojer algo de ropa y mis cosas de higiene.
Al salir me di cuenta de que mamá no estaba por allí y al hacercarme a la mesa vi una carta que ponía: "hija".
La introduje dentro la bolsa y me fui lo antes posible de aquella casa que me rodeaba de malos recuerdos.
Andrés de seguida me vio salir, me cogió la mano y bajamos los dos por las escaleras.
-Siento que me hayas tenido que ver así.-dijo analizando la respuesta que le daría.
-No te preocupes se quedó has hecho para defenderme.-le sonreí con un poco de dolor ya que me dolía le mejilla.
-Aún te duele por la que veo.-paso con delicadeza uno de sus pulgares en mi mejilla algo roja.
-Un poco.-
-Vamos a mi casa y te curare.- dijo con una leve sonrisa.
-Pensé que me llevarías. Casa de mi abuelo.-
-Mejor que no porque te comenzará a hacer preguntas sobre tu mejilla y es capaz de sacar el rifle y darle un balazo a tu padre.
-Tienes razón- dije pensativa.
-Siemore la tengo-dijo dándome un leve codazo y sonriendo.
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Andrés
Novela JuvenilEn ese instante me acorde de él, Andrés, quien un día me dijo:"Tienes que fijarte en los pequeños detalles de la vida". Calque una y otra vez ese corazón que me había empapado de recuerdos en tan solo unos instantes, se me hizo imposible no sonreír...