El lazo rojo

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Estuvimos caminando un buen rato sin despegar nuestras manos.

Llegamos a un parque donde había un árbol muy grande deshabitado.

-¿Quieres sentarte en aquel árbol?-sonrió.

-Claro, vamos.-

Se sentó en el árbol y me hizo un gesto para que me sentara encima de él. Abrió las piernas y me senté, apoye suavemente mi espalda contra su torso.

-Tengo miedo de perder todo lo que he conseguido, ahora que por fin empezaba a encajar mi vida....-dije de la nada.

-Tranquila no te preocupes, seguro que encontramos una solución. Algo se me ocurrirá.-dijo entrelazando nuestras manos.

-El piso ya esta venido y no creo que nos quede mucho tiempo para irnos.-

-¿Y si te fueras a vivir conmigo?-

-¿Que?-dije sorprendida.

-Bueno... No se... Si te fueras a vivir conmigo todo seria mas fácil.-dijo bajito.

-No creo que me dejaran irme contigo.-dije mirando nuestras manos enlazadas.

-¿Y por que no?-pregunto dudoso.

-No dejarían que me fuera a vivir sola con un amigo.-suspire.

-¿Amigo?-

-Si...-

-Yo pensaba que eramos otra cosa, no se.... Algo mas que amigos.- separo sus manos de las mías.

-No te enfades.-sonreí-Además no me lo has pedido oficialmente sabes.-dije apoyando mi cabeza en su hombro y mirándole.

-Cierto.-sonrió volvierondo a aguantar nuestras manos.-¿Quieres salir conmigo oficialmente?-dijo mirándome y sonriendo.

-Por supuesto- sonreí.

Me beso suavemente en la comisura de los labios, plantando un beso suave y delicado, como si fuera una muñeca de porcelana.

-Ahora oficialmente eres mio e- dije poniendo caras sensuales, que en realidad no lo eran.

-Y tu mía e- me imito.

-No se, por primera vez que mi vida comenzaba a tener sentido, que me sentía bien y no un despojo humano van y me lo joden todo.-dije deprimida.

-No seas tonta, que todo saldrá bien, confía en mi.-dijo abrazandome con sus manos y las mías entrelazadas.

-Esta bien.-suspire.

-¿Te cuento una historia? Bueno... Más bien es una leyenda. ¿Quieres escucharla?-pregunto curioso.

-Claro.-dije atentamente.

- Haber espera, creó que lo tengo por aquí.- desentrelazó nuestras manos y busco algo en su bolsillo.

Del bolsillo se sacó un holi rojo. Cojio mi mano y en el dedo meñique me ato el hilo rojo, aciendole un lazo.

-Ahora tienes que atarmelo tu a mi.-sonrió.

Hice lo que me dijo y se lo ate al dedo peñique haciéndole un lazo como el me lo hizo a mi.

-Comencemos la Historia/leyenda. La leyenda cuenta que dos personas que son almas gemelas llevan un hilo rojo en el dedo meñique que es invisible, y por mucho que se separen o que alguien lo intente romper este nunca se rompe y estas personas sea donde sea, aunque estén muy alejadas el uno del otro siempre se vuelven a encontrarse. Así que si alguna vez por algún motivo nos intentan separar piensa en mi y en este lazo rojo que nos une vale?.-dijo abrazandome.

-¿Siempre estaremos unidos por este lazo rojo?-dije sonriendo.

-Siempre.-

-¿Lo juras?- dije mirándole y alzando mi dedo con él lazo rojo.

-Lo juró.-sonrió y entrelazo nuestros meñiques con los lazos rojos.

Nos quedamos un rato viendo como los niños correteaban y jugaban con el cometa, incluso como jugaban al pilla pilla.

-Nos vamos-pregunto él.

-Aún no, me gusta este sitio.-dije triste.

-Si quieres mañana volvemos vale, además ahora estas helada.

-Bueno... vale...-me levante perezosamente y le extendí la mano para ayudarle.

Cuando le ayude a levantarse no se como pero resbale y el cayo encima mio.

-Así es tu forma de pedirme un beso-dijo mirándome y sonriendo.-

-No fue mi culpa.- me puse roja.

-Ahora entiendo por que, quieras estar mas rato en el parque¿estas intentado seducirme verdad, es eso?-dijo divertido.

-Claro, es eso, me as pillado.-dije riendo.

Se levanto y me ayudo a levantarme.

-Sabes que, me esta entrando sueño.-dije frotándome los ojos.

-Anda sube-

Me colocó detrás de su espalda y comenzó a andar, yo simplemente me quede dormida.

-Eoo...Eooo.... Despierta-dijo una voz familiar.

-¿Andrés?-dije dudosa.

-Ya estamos en el portal de tu casa-dijo aun sujetandome.

Baje de su espalda y me frote un poco los ojos.

-Creó que alomejor me he harán bronca..-dije mirando a otro lado.

-¿Quieres que suba contigo?dijo acariciandome la mejilla y mirándome.

-No tranquilo, da igual- le sonreí.

-¿Nos vemos mañana?-

-Por supuesto-sonreí.

Se acerco con cuidado a mi y me besó, sus labios eran tan suaves, tan adictivos, tan mios.

-No quiero que te vayas.-dije abrazandome a él.

-Yo tampoco quiero irme, pero no quiero que tengas problemas por mi culpa cielo-me abrazo y beso mi cabeza.

-Tienes razón...-

-¿Hasta mañana?-dijo mirandome.

-Hasta mañana-sonreí.

Me dio un beso en la nariz y dejo que me fuera asegurándose de que entraba a mi portal, subí por las escaleras y abrí la puerta.

Papa ya no parecía ni enfadado y mama estaba viendo una película antigua en la televisión.

Pase por el comedor y no me dijeron nada, solo me saludaron con una gran sonrisa, esto era muy raro.....

AndrésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora