Setenta veces [GureShin]

Fotografías

Le pregunté a mi pequeño amor (thoughtthedark616 ) qué era lo que debía publicar el día de hoy y él me dijo que 70 veces y Shinya dice... Así que cualquiera que siga "Si aún no es muy tarde", puede culparlo de que no haya publicado el siguiente capítulo hoy~. MUAJAJAJA. Todo mi trabajo de hoy se lo debo a él, por apoyarme desde... las sombras. (?)

Guren no lo entendía. Nunca lo haría, porque era el tipo de persona que vivía el momento, que no necesitaba de algo tan vano como una fotografía para recordar los mejores momentos de su vida. En cambio, Shinya era adicto a las fotografías... de cualquier cosa, incluso de las calles por las que pasaban, pero, sobre todo, amaba tomar fotos de Guren en cualquier tipo de situación.

—Deja de fotografiarme —dijo el pelinegro con molestia, mientras cubría la mitad inferior de su rostro. Shinya tomó una fotografía de eso.

—Jamás~ —dijo el albino—, se amable con la cámara, Guren~

—Ya tienes muchas fotos mías —se quejó y se hundió en su asiento.

—Nunca es suficiente, amor —se acercó a él y lo abrazó, poniendo los brazos alrededor de su cabeza, haciéndole difícil a Guren respirar—. Nunca.

—Mbdetsneshnsnsnah... —intentó hablar, pero solo sonó algo indecifrable.

—¿Qué? —Shinya se alejó para darle espacio.

—Que me tienes en persona, puedes verme todo el tiempo —lo empujó levemente para alejarlo más—. De hecho, eso haces siempre —farfulló con la nariz arrugada.

—Mis fotos tuyas son un tesoro, ¿has visto todas esas joyas en mi album? —se sentó en el regazo del Ichinose—. Todas tus expresiones... son un regalo del cielo.

—Regalo de nada —dijo el otro con el rostro enrojecido—, no seas... raro.

—¿Raro?

—Raro —acomodó los brazos alrededor de la cintura de su novio.

Se quedaron callados un momento, viéndose. Al final Guren alejó la mirada y el albino sonrió de lado.

—¿Qué tiene de raro que me guste tanto mi novio?

Guren bufó de inmediato y volteó el rostro con vergüenza.

—Deja de decir eso.

—¡Apenas empecé! —el Hiiragi se acomodó y posicionó su cámara para capturar el momento en el que Guren lo miró molesto, pero totalmente avergonzado—. Te pasa por ser tan... hermoso.

—No digas esa palabra —el pelinegro quiso esconder su rostro en el hombro de Shinya, pero éste solo se lo hizo imposible al empezar a reír.

—No hay más palabras. Eres lo que más me gusta en el mundo...

—¿Te gusto más que tus fotografías? —Guren arrastró sus palabras y cerró los ojos, porque no quería seguir viendo a su novio tan emocionado al hablar de él.

—Mucho más.