Sophía se sentó en las piernas de su padre. -Quiero que convenzas a Mamà. Pa' en serio quiero ir!. Lorena tiene todo organizado. Este es nuestro último verano juntas. -Batí mis pestañas-.
El moreno rió con amor al ver en la mujer que se había convertido su única hija. Hizo el gesto de lavarse las manos.
-Papà! No hagas así. Siempre que lo haces dejas que ella te domine.
Ambos rieron. -Te doy el permiso para ir. Ya tienes 22 años. Confiamos en tí. Le dijiste a Adam?
La joven se encogió de hombros y movió su cabellera abudante y chocolatada. -Es mi novio.
Sarai se acercó a la puerta con una bandeja. Su esposo y su adorada hija tenían unas horas jugando ajedrez y se habían olvidado de ella.
Escuchó sus risas y entró con su deslumbrante apariencia de modelo de New York.
Los presentes se callaron y ella los miró sin paciencia.
El señor James Brooks fijó la vista en el juego y sin siquiera mirar a su dama habló. -Sophía se irá por 10 días a Irlanda con las niñas. Sin guardaespaldas y solo con sus ahorros.
Las dos abrieron los ojos. La menor fue la primera en escupir desespero. -Papà, eso no iba incluido en mi petición. Mis ahorros son intocables.
El hombre se encogió de hombros. -Pues te quedas.
Sarai colocó la bandeja que pocas veces tocaba con cuidado en la mesita. -Entonces no tengo ni voz ni voto? Es mi hija Brooks!
-Te recuerdo que lo sè. Te recuerdo que también es mía.
Sophía se estrujó los ojos. La discusión de sus padres le causaba risa. Ellos eran tan sobreprotectores. Podía contar con una mano las veces que se había separado de ellos. Eran tan tiernos.
La mujer mayor rendida se acercó a su hija. -Te puedes ir pero por favor, no hables con extraños. Ely es un poco atolondrada y Lorena se cayó al momento de nacer.
El padre y la hija se miraron. -Estuviste presente? Inquirió la màs joven.
Ella rió. -No. Pero solo lo deduje.
Sophía llena de alegrìa los abrazó. -No los defraudarè.
Terminada la conversación pero con rencillas todavía en el aire continuaron jugando el ajedrez. Para ella era tan fàcil. No era una nerd, todo lo contrario, las tres eran parte del banco popular del colegio, de la universidad y de las fiestas. Pero podía casi saber en muchas ocasiones cuál era el siguiente movimiento de su oponente. Eso era normal? O solo era resultado de jugarlo desde los 5 años?
Se terminó de cambiar y de hablar con las chicas, ellas habían empacado todo, en cambio Sophía, tenía que recibir a Adam quién cenaría con su familia.
Tocaron el timbre y estaba segura que era el. Se miró al espejo y se colocó los tacones. Sin ellos no salía.
Bajó las escaleras de caracol de su casa y allí estaba. Adam Sout tenía 24 años. Había terminado la universidad y su padre era uno de los socios de su padre. Otro político. Había estudiado leyes para seguir con la herencia familiar y ya era reconocido en las revistas por sus buenas defensas.
Le dio un fuerte abrazo y el le respondió calmado. -Estàs muy linda. Le besó los labios y se alejó al escuchar la tos fingida de su suegro.
-Sr. Brooks. -Extendió su mano.
El mayor se la estrechó y lo miró con desdén. -La cena está servida.
Se fueron de la mano hasta la mesa y la velada como siempre fue genial. Adam era muy respetuoso y su madre lo amaba. Ella podía sentir que su adorado padre aún no lo aceptaba. Trataba de ser amigable pero el alcalde Brooks era un poco difícil.
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EL ÂNGEL DEL HOSPITAL
RomanceUna semana puede cambiar lo que siente un corazón? Sophía Brooks trataba de negarlo. Ella estaba comprometida con Adam Sout, su novio desde la secundaria. Ahora que estaba a pocos meses de terminar la universidad estaba demasiado insegura. Todo grac...