Cerca de tí.

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Cuando el carruaje se detuvo su estómago no aguantaba más.

No podían ver sus señas en el oscuro vehículo. La ayudaron a bajar y empezaron a reírse de ella.

El Sabio José se apretó el abdomen. -Saúl debiste entrenarla en un caballo. Està totalmente mareada.

El Sabio Líder le tendió un frasco de agua. -Mejor?

Sí. Ella se sentía mejor pero su anterior estado regresó al ver el gigante castillo. Era más grande que los de Disney. En serio?

Saúl adivinando su pensamiento habló. -Lo único grande que tienen es esto. Todo lo demás es...

El sabio Líder lo interrumpió. -Ahorra tus comentarios.

Entraron a la celebración y habìan unas 200 personas. Sus vestidos eran llamativos y muy costosos. Bailaban como en la película de Dràcula. Pensó Sophía.

Había demasiada altanería allí. Las mujeres la miraban como si fuera inferior. Estaba tan incómoda.

El maestro de ceremonia empezó a hablar, pero a ella nada la importaba. Solo paseaba sus ojos por todo el altanero salón, por todos esos altaneros hombres vestidos como el príncipe de Cenicientas, buscándolo a él.

Se dio la vuelta y siguiò con la búsqueda. Saúl la hizo girar para que viera lo que estaba sucediendo.

Había una hermosa joven vestida de blanco. Su vestido era un poco moderno para la época pero a Sophía le pareció el más hermoso.

La joven miraba al rey que estaba a su izquierda y le entonaba una hermosa canción. Cantaba ópera como un Àngel. Sus gestos amables eran diferentes al del resto de los presentes.

-Padre, gracias por todo. Entonó con una nota baja.

Todos aplaudieron y el rey la abrazó y besó su frente.

Ella se sentó a su lado y continuó observando la fiesta.

Saúl estaba a mi lado y me habló por señas. -No te asombres de nada. Todos la miran como si fuera oro. Las voces hermosas son el mejor entretenimiento en este reino. Y, aunque nazcas sin profecías, hallaràs al amor de tu vida o mejor, a un hombre que ame tu voz.

-Yo no tengo voz-. -Osea, no soy atractiva? Ángel nunca me habló sobre cantos-.

Saúl hizo el gesto de lavarse la cara. -La próxima vez que me menciones a ese hombre jura que te dejarè sola con todo esto.

-Pues hazlo-. -Ángel es mi vida-.

Saúl la miró retàndola y dio tres pasos hacia atrás.

El Sabio Líder lo detuvo. -A dónde vas hijo?

Sophía rió con cuidado y unos guardias se acercaron a ellos. -El Rey quiere verlos.

El Sabio Líder fue el primero en dirigirse al rey. Ellos lo siguieron.

El hombre gordo y de tez blanca se puso de pié a recibirlos.

Les sonrió. -Sus Sabidurías!

El Sabio Líder le hizo un ademán de cabeza y ellos hicieron lo mismo. -Felíz Cumpleaños Alteza. Bendiciones al reino por la eternidad.

La reina sonrió. -Es el mejor regalo que puede darnos.

Los demás sabios hablaron y ella solo hizo un ademán de cabeza.

El Rey Adazar la miró. -Supongo que ella es enviada desde el reino de los sabios. Un Placer Su Sabidurìa.

El hombre no le inspiraba confianza pero le sonrió con altura.

EL ÂNGEL DEL HOSPITALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora