t e n.

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Barbara's POV.

07:15.

Me quito los zapatos y entro a la habitación de Candice, intento no derramar el líquido que llevo ni hacer ningún sonido que despierte a mi gran amiga perezosa. Cuando estoy justo al lado de ella, cojo el vaso de agua de pepinillos y delicadamente, le abro la boca para rápida y velozmente volcar éste en su interior. Ella reacciona de inmediato, atragantándose y mientras tanto, hago ruidos con la ayuda de mi boca para despertarla.

— ¡¿QUÉ?!

— ¡QUÉ! - respondo sin parar de reir.

— ¡¿QUÉ DE QUÉ?!

— Tonta.

— ¿Qué mierda me has echado en la boca? - me mira claramente enfadada.

— ¿Está bueno? ¿Quieres un poquito más? - levanto el vaso.

— ¡No! - mira el vaso con asco.

Río y salgo de su habitación para no escuchar sus quejidos.

— Vístete, hoy te vienes conmigo al instituto, no preguntes por qué, simplemente, porque lo digo yo. - grito para que me escuche.

Entro a mi armario, sí, entro, es una habitación. Bueno pues eso, entro y cojo lo menos bonito que tengo, me lo pongo y bajo a desayunar.

Candice ya está preparada comiendo una tostada con mermelada, mientras los chicos juegan a la play.

— Hasta por la mañana aprovecháis y jugáis eh, viciados. - cojo un paquete de galletas de chocolate y me como una.

— Es un nuevo juego, nos tiene enganchados. - contesta Luke sin mirarme.

— Ya lo veo, bueno, que no os enrrolléis más y vámonos, son menos cuarto. - me cuelgo la mochila y bajo al garaje.

Mientras los chicos y Candice bajan, arranco el coche.

— ¡ME TOCABA A MÍ TRAMPOSA! - me sobresalto al ver a Luke señalándome con el dedo índice acusadoramente y río.

— Es lo que toca, por tardón. - le saco la lengua. Al final se monta a mi lado rechistando y los otros atrás.

[...]

Cierro el coche con seguro y me introduzco al centro junto con Candy.

— Tía, ¿hay buenorros aquí? Me los vas a tener que presentar oye. - se engancha a mi brazo como una garrapata y suspiro.

— Físico de diez, personalidad de cero. - digo con odio.

— Ya, pero son guapos y eso me encanta. - ríe y caminamos hasta la clase que nos corresponde.

Entramos y no hay mucha gente, por suerte pasamos desapercibidas y nadie se percata de nuestra presencia, así que ando hasta la última fila y me siento en el asiento de la izquierda, claramente en la parte por la que te puedes apoyar en la pared jé, y Candice en la que queda libre.

— Tia, qué bueno está el de delante, madre mía santísima. - suelta de la nada.

— ¿El moreno? - río y lo señalo con disimulo.

— No, no, el rubio, el macizorro ese de ojos azules. - abre la boca de tal manera que cualquier persona que la viera pensaría que tiene algún problema.

— Venga ya. - río a carcajadas mirándola incrédula.- ¿¡ENSERIO TE PARECE GUAPO EL RUBIO QUE ENCIMA ES RUBIO DE BOTE!?

Chillo sin dejar de reír y golpeo la mesa seguidas veces. Pero paro de golpe al sentir que me miran. Observo a la clase lentamente y de repente digo:

— ¿Algún problema? - sonrío lo más amplio y falso que puedo.

— ¿Me has dicho rubio de bote? - se señala a sí mismo ni más ni menos que el gran Taylor Gray.

— Ups, sorry pero no eres el único rubio de aquí cariño. - me siento formalmente y saco los libros.

Los demás hacen una mueca y vuelven a lo que estaban haciendo como si nada hubiera pasado, já, eso quisiera yo, que nada de esto hubiera pasado.

— Guarra. - susurro.

— ¡GUARRA TÚ POR GRITARLO DELANTE DE TODA LA CLASE! - salta Candice, a lo que la miro con los ojos muuuuuuuy abiertos.— ¿Eh?

— ¿Misses? - nos mira quitándose las gafas el profesor Pierre. Con su gran cabeza, nos indica que salgamos fuera.

— Au revoir, Pierre. - digo.

Nos miramos sonrientes y salimos fuera del aula. Al cerrar la puerta, dejo caer la mochila al suelo y me tumbo sobre ella.

— ¡Qué malita estoy y qué poquito me quejo! - suspiro.

— Odio que me hayas traído a esta mierda de sitio. - lloriquea sentada en el suelo.

Río por lo bajo y cierro los ojos. De repente, escucho pasos por el pasillo y pego mi oreja a las lozas del suelo intentando adivinar la distancia a la que está de nosotras.

— Ejem. - tose el individuo de los zapatos ruidosos.

— Quien eres. - respondo sin mirar a la persona que a hablado.

— La persona que tú amas. - dice sarcástico/a.

Levanto mi cabeza con esfuerzo y qué sorpresa, el más tonto del mundo tenía que ser. Ruedo los ojos y me vuelvo a poner como antes.

— Oye, tu amiga me acaba de babear el zapato. - vuelve a hablar el idiota.

— Me la suda. - de verdad que este chico me aburre un poco.

Se acerca a mí y sin previo aviso, me sube a sus hombros.

— Qué cojones. - abro la boca indignada.

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Bueno, es muy corto lo sé, pero no es un capítulo, es más una pequeña introducción de lo que va a ser la historia de ahora en adelante, no es nada nuevo pero bueno jjjj, me hacía ilu.🙄🙄🙄😂🤗❣❣
Muchos pinkyyyybesis.

LA NERD ES ¡MODELO!. - 1 y 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora