LA NERD ES ¡MODELO!. - 1 y 2.

s i x.

Ian's POV.

— ¿Casi? - pregunto.

Barbara gira a la izquierda y entra en el amplio salón de su casa.

— Sí. - me mira apenada.— Hay una ventana que no tiene seguro.

Me froto la cabeza a punto de volverme loco.— Probablemente esa psicópata esté ahora mismo fuera en el jardín intentando romper alguna ventana o puerta para colarse aquí, ¿y me dices que una jodida ventana no tiene seguro?

Alice rueda los ojos irritada.— Mira Ian, hay un 0% de probabilidades de que la loca de mi hermana consiga encontrar esa ventana, ¿cierto, Barbara? - la mira esperanzada, pero ella hace una mueca.

— ¿Habéis cenado? - cambia de tema.

Bufo y niego, pero mi estómago me traiciona y emite un desagradable ruido.

— Tu barriga no piensa lo mismo, Lachowski. - Alice cruza los brazos y me mira burlona.— No, no hemos cenado aún. ¿Te importaría servirnos algo?

— Por supuesto, Candice y yo estábamos a punto de comer también. - se levanta y camina fuera de la sala.

— ¿Tienes miedo? - Alice se tumba y coloca sus brazos en la parte trasera de su cabeza descuidadamente.

— No. - ruedo los ojos.— Oye, no me hables con tanta confianza, recuerda que tú una vez estuviste del lado de tu psicópata hermana.

— Ya lo sé, pero tuve una razón. - responde de manera desinteresada.

— ¿Has estado actuando ser inocente todo este tiempo? - pregunto confuso al notar su cambio de personalidad.

Ríe divertidamente.— Chico, no me digas que te creíste todo ese montón de cursiladas.

— Venga ya, no me jodas Alice Jeanette Thompson. - río secamente.— Seguro que en algún momento he llegado a gustarte.

— Ian Gregory Lachowski, no me has gustado, ni siquiera atraído en ningún jodido momento, que te quede claro. - se inclina y me señala asesinamente.

— Relaja el ojete, Jeanette. - digo burlonamente.

¿Cómo se atreve a herir mi orgullo? ¿Está en su sano juicio, acaso? Seguro que está igual de loca que su hermana, que al menos sabe qué es lo bueno.

— ¿Quieres que te saque fuera y Jane te haga pedacitos? - amenaza mientras se levanta lentamente.

Niego repetidas veces.

— Ah, creía que sí. - sonríe falsamente.

Suspiro cansado y gracias a Dios, Barbara y su amiga aparecen.

— Oh, qué sorpresa, pero si es Alice Thompson en nuestra humilde casa. - la tal Candace habla al verla en un tono irónico, creo.

— Cállate Candice. - Barbara la mira desafiante.

Ella rueda los ojos y se sienta sin pronunciar una palabra más​.

[...]