89.La piña

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Relatado por Silvia Abril

Andreu está muy ilusionado con el documental, ya se lo ha comentado a todo el mundo y a los que quiere que participen, incluso ya han empezado a grabar alguna que otra cosita.
Nos estamos cambiando ya que, hemos quedado para comer con los de la piña, aunque ya no trabajemos todos juntos, seguimos viéndonos una o dos veces por semana. Cada uno ha seguido un camino diferente. En este tiempo Ana y Berto se han casado (la boda preciosa) y han tenido dos niños preciosos, uno tiene 3 años y el otro 4, Andreu y yo somos padrinos del mayor. Son unos soles. Corbacho sigue en las suyas y Edu y David con sus parejas y sin niños, dicen que la partenidad no es algo para ellos.
Estoy en mi ensoñación cuando escucho que Andreu me llama.

-SILVIAAAA...

-Joder nene, no grites que no estoy sorda. -le contesto riendo y terminando de vestirme.

-Es que llevo media hora llamándote y tu en tu mundo, ¿en que anda pensando esa cabeza tuya? -me pregunta el sentado en la cama para ponerse los zapatos.

-Que exagerado que eres..., pues estaba recordando pues algunas cosas que nos ha pasado en este tiempo, en como hemos cambiado y que a pesar de que cada uno estamos haciendo cosas distintas pues nuestra piña sigue intacta y siempre sacamos tiempo para vernos. -le contesto con una sonrisa.

-Pues si nena, pero que sensiblera estás últimamente... A ti algo te pasa... -me dice mi moreno observándome atento.

-Pero que me va a pasar... No seas tonto, solo que me gusta recordar todo lo que hemos vivido, mira hasta donde hemos llegado tu y yo... Quien le iba a decir a usted señor Buenafuente que iba a tener a este bombón con usted tantos años, ya van 5, se hace mayor...-le digo ya de pié y poniendo pose de diva total y partiendome el culo.

-Anda pero que modesta nos salió la señora!! Tengo mis trucos para que esta bella dama siga queriendome... Además tan mayor no debo de ser cuando aquí mis daisy sigue coladita por mis huesos.

Acto seguido se pone de pies y agarrándome de la cintura me besa.
El beso se alarga más de la cuenta, hasta que nos encontramos los dos vestidos tumbados en la cama y yo encima de el.

-Pues benditos sean tus huesos y que los siga queriendo el resto de mi vida. -le digo dándole otro beso y mordiéndole el labio.

-¿Ves como estas sensiblera? Pero me gusta cuando te pones así - me dice devolviéndome el beso y girandose quedándose encima mía.

-Que pesadito Buenafuente... Anda levantare que nos tenemos que ir y llegaremos tarde. -le digo intentando levantarme.

-Y me vas a dejar así? Eso si que no - me dice Acorralándome más en la cama.

Ahí empieza nuestra particular guerra de haber quien puede más, pero acaba ganando el y terminamos teniendo otro de nuestros encuentros donde mi moreno consigue hacerme subir al cielo y llegando media hora tarde a la comida.

Relatado por Andreu Buenafuente

Cuando llegamos al restaurante ya están todos allí.

-Perdón por el retraso nenes. - decimos mientras saludamos y nos sentamos.

-Un poco más y llegais para merendar tortolitos. -dice Corbacho

-Esas cosas se dejan para después nenes... -dice Berto riendo.

-Y a ti quien te dice que hemos estado haciéndolo? - dice Silvia después de haberle dicho al camarero lo que quería para comer.

-Las caras de felicidad que traéis - dice Edu.

Yo me pongo un poco rojo y se acaban todos enterando de el porque de nuestro retraso.
Después de darle de comer a los niños de Berto y Ana, estos se van a jugar al parque de bolas que hay dentro del restaurante, mientras que nosotros empezamos a comer y a contarnos la novedades que nos ha pasado esta semana.

-Bueno entonces nos vamos de fiesta este sábado? - dice Edu.

-Por nosotros bien - dice Silvia

-Pues por nosotros también, los niños se quedan con los abuelos, así que perfecto. -dice Ana.

Durante la comida decidimos en que el sábado nos vayamos de fiesta para celebrar que Berto y yo vamos a iniciar un programa llamado "Buenas noches y Buenafuente" en antena 3 y por el próximo documental. Ya nos da miedo de como vamos a terminar.

-Joan, suelta a la tía ya cariño. -le dice Ana a su hijo de tres años, que durante la comida no se ha separado de Silvia.

-Dejalo Ana, no me molesta.

-Pero es que no te ha soltado desde que has llegado y no suele ser así. - dice Berto.

-Eso es que echaba de menos a la tía verdad cariño? - dice Silvia haciéndolo carantoñas.

Al final el niño entre ruegos y preguntas se va a jugar y nosotros terminamos de comer. Al terminar nos despedimos hasta el sábado que es cuando hemos quedado y nos dirigimos a casa, donde Mel cuando nos ve entrar ya quiere jugar. Así que nos vamos de paseo con el terminando así la tarde del jueves.

Y De Pronto El (Historia de Silvia y Andreu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora