Viaje a contraluz

Adiós en tu mirada

Arden estos fatales sollozos
porque ayer se marchitaron tus pupilas.
Desvarío que mañana
volverás como un beso en la mejilla.

Hay crisantemos blancos
más inertes por tu regazo ya sin gloria
y tu risueña fotografía
interpreta limitadamente tu memoria.

Duelen los hombros
reflejando la procesión que va por dentro.
Quizás con tus palabras
vuelva a predicar tu entrañable encuentro.

No habría este vacío en el corazón
si nunca te hubiera conocido,
pero ese vacío es grande
por todo aquello que de ti he aprendido.
Prefiero extrañarte doliente
que nunca haber compartido contigo.

El luto que carga mi alma
explota con el epitafio de tus facciones.
Entierran condolencias
cuando el incienso te lleva en oraciones.

Te daré siempre las gracias
a pesar de las velas encendidas con lamento
porque imagino un adiós en tu mirada
pero un saludo fraterno cerca del firmamento.