Un nuevo amigo

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Mary.

Se supone que estaba defendiendo a Elisa y termine golpeándola.

Me siento terrible.

Elisa

Ayer, Martes, ocurrió el incidente de Mary y las otras chicas, por ende, ella no asistiría hoy, miércoles, jueves ni viernes.

Me preguntaba si sería buena idea visitar a Mary, pues, se metió en problemas por mi, y creo que lo mejor que podría hacer era visitarla.

Pero...¿Si quiera sé donde vive?
¿A quién podría preguntarle algo como eso? Apenas acabo de llegar aquí.

Creí que sería fácil.

Estaba en el descanso, pensando en cómo llegar hasta su casa, pero de tanto hacerlo me dio hambre, así que pensé que lo mejor sería planear eso luego,y comer ahora.

Una vez estando en la cooperativa, decidía que comprar. Finalmente me decidí por unas galletas con chispas de chocolate, desafortunadamente había demasiada fila,apenas y podía pasar a pagar.

— Va a ser 15, por favor.

— Aquí esta,muchas gracias. — respondí.

Me abría paso entre toda la multitud, sentí un empujón por detrás y mis galletas resbalaron de mis manos. Traté de agacharme, pero aún estaba entre todo el bullicio.Estire mi mano para alcanzarlas.

— Solo un poco más... — dije con esfuerzos.

— ¡Auch! — Me quejé al sentir un gran peso sobre mi dedo anular y meñique.
Seguía en el suelo y no me quedó de otra que agarrar de una vez las galletas e irme de ese lugar.

— Aquí nadie tiene modales... — dije enojada por lo sucedido, sobándo mis dedos.

— ¿Quién no tiene modales, eh? ¿Palidita?

— Pali... ¿Qué? — reaccione ante tal apodo, giré para ver quién había dicho eso.

Ah, es el chico de los ojos verdes.

* * *

— ¿Qué le paso a tu mano? — preguntó.

— Me pisaron. — respondí sin mirarlo, y abriendo la envoltura de lo que sería mi almuerzo.

— Bueno, supongo que el morete es más evidente por que tu piel es más...

— No puede ser. — le interrumpí.

— ¿Qué?

— Esto. — dije y señale las galletas, o mejor dicho... lo que quedaba de las galletas.

Todas estaban hechas añicos.

El oji-verde comenzó a carcajearse. No entiendo cual es la gracia, se supone que comería esto, y ya no tengo más dinero para comprar otra cosa.

Me levanté y y tiré a la basura las "galletas". Cuando regresé, el chico se limpiaba las lágrimas de tanto haber reído.

— Wow, lo siento mucho, uff... Hace mucho que no reía así, en serio lo siento. — se disculpó dejando salir más risillas.

— No hay problema...

— Toma, este es mi sandwich, lo preparé yo, te lo regalo. — me extendió el sandwich.

Lo observé, y no sabía si aceptarlo o no.

—  Juro que no le he mordido ni nada.

— No es eso. — reí — Muchas gracias.

Después de que nos acabamos el sandwich, si, digo 'acabamos' por qué le compartí de él; después tiré el envoltorio de donde venía el almuerzo y regresé con él.

Había un silencio muy tenso...

— Yo solo... quería agradecerte por avisarme de lo de Mary. — soltó finalmente.

— Oh, no es nada, cualquiera lo hubiera hecho.

— Es solo que... ella no es mucho de conflictos, ¿sabes? Ella no es así... — dijo y desvió la mirada.

Era muy melancólica.

— ¿Ustedes son..? — Me atreví a preguntar.

De un sobresalto volteó a verme sorprendido, y con un leve sonrojo en sus mejillas.

— ¡Oh no! No, ella tiene novio...

— ¿Era el otro con el que venías?

Tomo mucho aire y lo dejo salir todo en un gran suspiro.

— Si, es él.

De repente, pude sentir su tristeza a través de esas palabras.

— Me llamo Elisa. — dije para cambiar de tema.

Volvió su mirada en mi. Su sonrisa se amplió de oreja a oreja.

— Emm, encantado de conocerte.

Después de todo, no ha sido tan difícil.

* * *

¿A su casa? ¿Para qué?

— Solo quiero darle las gracias por haberme defendido... — respondí avergonzada.

— Ya veo... — respondió Emm, se colocó en una posición muy pensativa.

— Vamos los dos. — dijo finalmente.

— ¿En serio? — pregunté emocionada.

— Sep, de paso yo también checaré como se encuentra. — dijo acomodándose la mochila a su espalda.

— ¡Muy bien! — respondí alegre. No pude evitar sonreír.




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⏰ Última actualización: Jan 12, 2017 ⏰

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Eran verdes, y los mìos cafès.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora