Eran verdes, y los mìos cafès.

Esperanza, ¿eh?

En cuanto le colgué a Emm seguí caminando un buen rato en el parque, me puse mis audífonos y puse música, aún no quería irme ya que no tenía ninguna prisa, en ese mismo momento me sentía la chica que tenía el tiempo a su merced.

Deje de caminar en la zona de juegos para niños pequeños, había arena y para mi era difícil caminar entre ella, pero ellos lo hacían como si corrieran en una linda y hermosa pradera. No dude un segundo para sentarme en los columpios, estos estaban un poco alejados de los demás juegos. Veía como corrían y juegueteaban entre ellos niños y niñas, yo nunca he tenido un hermano o una hermana con el cual pelear o jugar. En ese instante se me vino a la mente Emm y su hermano (el cual es mi profesor) Maximiliano, les tenía un poco de envidia al no valorarse el uno a otro, mire el cielo gris, sentí nostalgia... me he vuelto una persona adicta a la nostalgia.

-Señora, ¿está triste?- preguntó una voz chillona safandome de mis pensamientos.

¿Yo? ¿Señora? Apenas tengo 16 años, niño tonto.

Me quite los audífonos y le puse pausa a la música que escuchaba para contestarle.

- Claro que no niño, además no estoy tan grande como para que me llames señora.- inmediatamende se dio cuenta de mi acento castellano.

-Señora, ¿está enferma de la boca o algo así? Mi tío es doctor, le puedo decir que la atienda si usted quiere...

-¿Acaso no me has escuchado o que?- le pregunté un poco enfadada evadiendo la pregunta de la boca.- Y deja de decirme "Señora".

-Entonces, ¿Usted cuantos años tiene?

Sujetando las cadenas del columpio, según yo con mucha fuerza, suspire, al menos dejo lo de señora y me llama por "usted"... supongo que es casi lo mismo. Volví la vista hacia el cielo.

-Eso no se le pregunta a una mujer.

Este se me quedo mirando, lk sabía, yo sentía su mirada clavada en mi.

-No esté triste, por cualquier cosa que este pasando, nunca pierda la esperanza en que siempre podrá encontrar una salida y verá como todo quedará arreglado.

Baje la mirada del cielo y la dirigí hacia el. Me si cuenta en su mirada que todo lo que acababa de decir lo dijo con extrema serenidad, inocencia y pureza fina...

-Muchas gracias niño.-le revolvi el cabello y me enseñó una sonrisa de oreja a oreja.-Pero deja de usar el concepto de "usted" conmigo, ¿si?

-¿Que es Concepto?

-Tu se libre y ve a jugar.- fue lo único que le dije y salió disparado del columpio corriendo.

Sabía que tenía que regresar a casa y que se oscurecia, en mi transcurso hacia la salida del parque, no lo volví a ver.

* * *

Llegue a mi habitación rentada y sólo vi un poco de televisión, me dirigí a la cocina y recordé que no había comida, llame a recepción pidiendo que si me traían un sándwich y un zumo de naranja, al poco rato lo llevaron hasta mi habitación.

Después.de la "cena" fui al baño y me lave los dientes, me puse mi pijama favorita de pingüinos, apague.el televisor de la sala.y me dirigí a dormir.

* * *

Tan solo eran las 2:00 de la mañana cuando suena mi celular.

-¿Diga?- pregunté con un bostezo.

-Despierta dormilona, ¿Te das cuenta que horas son?

Era el idiota de Emm.

-Oh, si señor, son exactamente las 2:00 de la mañana con 54 segundos, ¡¿se puede saber porque coño me llamas a estas horas de la madrugada?!- yo no solía decir tantas groserías, pero esto me había colmado la paciencia.

-Bueno, bueno, no te enojes tanto, dios mío, solo te quería saludar, vaya que pesada eres.

-El único pesado aquí eres tú, bonitas horas de llamar una persona para saber como esta...

-Bueno, te dejo, dulces sueños...- y colgó.

Deje el celular en el buró, estante o como se llame y volví a conciliar el sueño.

Después del "incidente" de la llamada, me levante y decidí darme una ducha, una larga ducha con agua caliente, me salí y decidí ponerme un pijama y mis pantunflas de pingüino (si, amo los pingüinos) me puse una blusa de maanga larga y un suéter, quería ver películas y prendí el televisor.

Prácticamente mis días en Tijuana no fueron como.penaaba, en vez de parecer una extranjera que se dio una escapada de su vida cotidiana, parecía una soltera de 40 con 7 gatos que alimentar, se supone que las "vacaciones" eran de 2 semanas, pero decidí llamar a Emm. Tardó mucho en contestar.

-Eh... ¿Quien es?- Diablos, se me había olvidado la diferencia de horario, espero no se moleste y haga uso del karma...

-Soy yo, Mary.

-¿Que pasa? ¿Te paso algo?

-Solo para darte la maravillosa noticia de que probablemente mañana ya este en Soria.

-Oh, ¿en serio? ¿Por qué? No te gustó el lugar que visitaste o que.- dijo en un tono de burla, ya me imagino su sonrisa de medio lado.

-No, no es nada especial, pero tenía esperanza a que fuera un "viaje alocado" pero no fue así...

La llamada se quedó en un silencio de un minuto.

-Muy bien,Mary... acá es la 1:15 de la mañana, lo lamento, pero tengo sueño y quiero dormir,.así que...

-Oh, si lo lamento, descansa Emm, buenas noches.

-...igual.- en ese instante me colgó.