El Dios y el demonio carmesi

830 61 51
                                    

Estaba de nuevo en aquel claro del paraíso, por así decirlo, hace un rato había curado las heridas de su hermano de ojos dorados, estaba demasiado herido, aún recordaba cómo es que lo traían

♤♤♤

Estaba sentado en el mismo claro de siempre en medio del pequeño bosque del más bello edén

Revisaba la vida que tenía cada persona asegurándose que estuviesen bien, él debía poner el orden

Apenas había podido venir a observar todo, antes hubo un conflicto de un ángel contra un demonio y tuvo que ir a interrumpir, se encontraba exhausto

—¡¡Choromatsu sama!! ¡¡Choromatsu sama!! —Gritaba desesperada una de las ángeles que tenía en su custodia y poder

Se giró rápidamente para desencajarse ante la imagen, Jyushimatsu se encontraba en los brazos de un ángel mayor que él

Sus alas estaban sangrando y se veían demasiado mal heridas, su pierna se veía en peores condiciones, se acercó rápidamente para recibir a su hermano

Oh Dios, ¡¿Qué sucedió?! —Preguntó alterado y no era para menos, si esos ángeles traían a su hermano asi significa que ellos no pudieron curarlo

No sé... Yo... Yo recibí la notificación de un ángel mal herido, cuando llegue lo encontré en esas condiciones y llame a Horuso-kun para que me ayudase a traerlo... Creo... Creo que lo atacó un shinigami —

Dijo nerviosa la chica que ahora recordaba el nombre, sino mal recordaba era Yukiha

Yukiha, ¿Quién te notificó? —Tomo a su hermano en brazos llevándolo apresurado a una carpa donde normalmente él atendía ahí a los ángeles que eran atacados por demonios o llegaban a contaminarse

Lo recostó en una camilla y extendiendo las manos en una de sus alas trato de concentrarse para sanarlo, mientras el poder que fluía en él se manifestaba en un brillo dorado y sus ojos verdes cobraban un color aún más brillante

Yo... Yo no lo sé —Bajo la mirada, no iba a decirle la verdad, el Shinigami le perdonó ya una vez la vida, si se atrevía a hablar estaba muerta

Dimelo, ahora —Trataba de no sonar brusco pero el temor e ira que surgía en el solo hacía alterarse

Respiro hondo y mejor se concentró de nueva cuenta en sanar a su hermano, terminando con el ala derecha se dirigió a la izquierda para también sanarla

Yo.. Fue... Fue otro ángel, al parecer se enfrentó a un shinigami por el alma de una humana —Técnicamente no mentía

Luego de que lo trajera se le comentó que algunos de sus compañeros vieron aquella pelea a una distancia segura pero no se atrevían a acercarse para oír que decían, los enfrentamientos así era algo usual

—"Al menos no fue Osomatsu de nuevo"Pensó

Se limitó a suspirar terminando de curar el ala y fue esta vez a la pierna que sería más sencillo puesto que está no era un área tan importante como las alas o el pecho, que fue raro este no estuviese atravesado

Usualmente los shinigamis usan su gudaña para atravesar el pecho de quienes se interponen para hacerles el mayor daño posible y quitarlos de su camino

Aunque claro, pueden matarlos en el proceso y por ello estaba la ley de no matar a seres de luz

—Retírense, gracias por traerlo, yo me haré cargo

El dolor de la perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora